LA NAVIDAD TIEMPO HERMOSO PARA CONTEMPLAR EL MISTERIO DEL DIOS HECHO CARNE

Este espacio quiere ser un ventana abierta al infinito que es Dios o una puerta abierta al finito, que somos cada uno de nosotros. Todos podemos comunicarnos con Él, porque la oración es el medio que tenemos para expresar lo que sentimos en cada momento. Dios que es amor, ha derramado, gracias a la muerte en la cruz y resurrección de su Hijo, la fuerza y la grandeza de su Espíritu Santo. Santa Teresa de Jesús define la oración: "tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos que nos ama" (V 8,5). No podemos olvidar que Dios nos ha regalado un año nuevo para que lo aprovechemos en bien de los demás y seamos cada uno de nosotros lo que Dios quiere y espera de nosotros. ¡Disfrutemos de esta nueva oportunidad!
DIOS ES AMOR Y NOSOTROS TENEMOS QUE SER REFLEJO DE SU AMOR ALLÁ DONDE ESTEMOS.


sábado, 12 de mayo de 2012

MISIONEROS E ITINERANTES


"...hospedándose allí siempre como forasteros y peregrinos... cuando en un lugar no sean bien recibidos, huyan a otra tierra para hacer penitencia con la bendición de Dios" (Testamento 24-26). 


Su vocación no era otra que anunciar el santo Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo.  La evangelización franciscana tiene unas características peculiares que provienen de la necesidad de ser fieles a la vocación a la que los hermanos menores ha  sido llamados. Ser fieles a lo que son; es decir, llamados por Dios para hablar de Dios y de su Hijo Jesucristo.


El hermano menor estará siempre dispuesto a ir a cualquier lugar. Es peregrino y extranjero, porque su santuario y su patria no son otros que el reino de Dios presente en todos los lugares del mundo. Van como pobres y confiados en la providencia de Dios


Cuando llegan  a un lugar y se encuentran con hombres y mujeres  que no conocían, lo primero que se ha de pensar es que son hermanos, no enemigos. Que con ellos no debe entrar en disputa, sino acogerlos como son. 


Quería el bienaventurado Francisco que los hermanos menores se presentaran así antes los demás: como hermanos y amigos, sintiendo la paternidad de Dios, que a todos quiere y a todos bendice. Y como amigos, que es estar pendiente el uno del otro para servirse mutuamente en aquello que el Señor quiera ser servido.


La evangelización tiene un riesgo: tener que dar la vida por los demás. El martirio puede ser el signo más claro de esa entrega incondicional al Evangelio. Cuando el padre Francisco recibió la noticia de que unos hermanos que habían ido a Marruecos habían sido martirizados, no pudo sino exclamar: ¡Ahora tengo unos verdaderos frailes menores!


15 días con Francisco de Asís. Card. Carlos Amigo Vallejo
Resumen del décimo día.

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