LA NAVIDAD TIEMPO HERMOSO PARA CONTEMPLAR EL MISTERIO DEL DIOS HECHO CARNE

Este espacio quiere ser un ventana abierta al infinito que es Dios o una puerta abierta al finito, que somos cada uno de nosotros. Todos podemos comunicarnos con Él, porque la oración es el medio que tenemos para expresar lo que sentimos en cada momento. Dios que es amor, ha derramado, gracias a la muerte en la cruz y resurrección de su Hijo, la fuerza y la grandeza de su Espíritu Santo. Santa Teresa de Jesús define la oración: "tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos que nos ama" (V 8,5). No podemos olvidar que Dios nos ha regalado un año nuevo para que lo aprovechemos en bien de los demás y seamos cada uno de nosotros lo que Dios quiere y espera de nosotros. ¡Disfrutemos de esta nueva oportunidad!
DIOS ES AMOR Y NOSOTROS TENEMOS QUE SER REFLEJO DE SU AMOR ALLÁ DONDE ESTEMOS.


lunes, 23 de julio de 2012

TODO LO QUE TENGO TE PERTENECE

"Yo soy todo de Vos, y todo cuanto tengo os pertenece, ¡oh amable Jesús mío!, por medio de María, vuestra santísima Madre" (Dominum et vivificantem, 233).


El lema del Papa, Totus Tuus, resume de maravilla todo lo que vivió y expresa su pertenencia total a Cristo a través de la Virgen. "Conocemos" al Señor viviendo como Él quiere; pues el lugar del conocimiento es la vida  en Él y con Él. El conocimiento al Señor no puede ni debe ser puramente intelectual: no "sabemos" al Señor únicamente por las ideas que tenemos de Él, sino por el encuentro siempre renovado con Él, por nuestra vida de acuerdo con la suya. Las ideas traducen algo más profundo, que es la vida de comunión con Dios.


Sólo así podemos comprender la respuesta de María, y siglos más tarde, la de Juan Pablo II. La respuesta de ambos es la de personas que que han sabido aceptar la  imprevisible propuesta de Dios porque estaban abiertas a acoger la Alianza, a las exigencias de la comunión con el Dios eterno, que nos ama desde siempre.


Cuando un hombre ha puesto de verdad al Dios de la Alianza en el centro de su vida, como criterio último  de la vida y de la muerte, del dolor y de la alegría, entonces "conoce" a Dios. El hombre que no reivindicó sus derechos absolutos, sino el "servicio" absoluto.


Expresa una fe que se hace preguntas: las que todo creyente experimenta cuando afronta los problemas, preocupaciones y cuestiones que le afectan en cuanto hombre y a los cuales debe dar respuesta. Pero esa respuesta nace en la fe, dejando que Cristo sea el intérprete último y definitivo del hombre y de la historia.


15 días con Juan Pablo II. Francesco Follo.
Resumen del segundo día.