LA NAVIDAD TIEMPO HERMOSO PARA CONTEMPLAR EL MISTERIO DEL DIOS HECHO CARNE

Este espacio quiere ser un ventana abierta al infinito que es Dios o una puerta abierta al finito, que somos cada uno de nosotros. Todos podemos comunicarnos con Él, porque la oración es el medio que tenemos para expresar lo que sentimos en cada momento. Dios que es amor, ha derramado, gracias a la muerte en la cruz y resurrección de su Hijo, la fuerza y la grandeza de su Espíritu Santo. Santa Teresa de Jesús define la oración: "tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos que nos ama" (V 8,5). No podemos olvidar que Dios nos ha regalado un año nuevo para que lo aprovechemos en bien de los demás y seamos cada uno de nosotros lo que Dios quiere y espera de nosotros. ¡Disfrutemos de esta nueva oportunidad!
DIOS ES AMOR Y NOSOTROS TENEMOS QUE SER REFLEJO DE SU AMOR ALLÁ DONDE ESTEMOS.


viernes, 27 de enero de 2012

BUSCA LA FELICIDAD


Recuerda estas simples líneas para lograr la felicidad:

1. Libera tu corazón del odio.
2. Libera tu mente de las preocupaciones.    
3. Vive de forma simple.
4. Da más.
5. Espera menos.
                                                     

miércoles, 25 de enero de 2012

"OS DARÉ PASTORES SEGÚN MI CORAZÓN" (Jr 3,15)

Estas deben ser las cualidades fundamentales de los pastores de la nueva evangelización:

1. Clara identidad del ser sacerdotal. Un hombre que vive su ser
hombre de Dios(oración, vida sacramental, caridad pastoral) desde su identificación con Jesucristo, Sumo Sacerdote y Buen Pastor.

2. Coherencia entre su ser sacerdotal y su actuar. La vida del sacerdote tiene que ser transparencia de Jesucristo maestro y pastor.

3. Arriesgo y valentía en la labor evangelizadora. El sacerdote tiene que vivircon su corazón puesto en el Señor, que es el que da fuerzas para ser su testigo en medio de un mundo hostil.

4. Saberse acompañante del pueblo de Dios. El sacerdote tiene que entregarse en el acompañamiento de un Pueblo que es sacerdotal porque se realiza en la alabanza a Dios, que es profético porque su quehacer es anuncio de Jesucristo, y que es rey porque su labor es la instauración del Reino de Dios en medio de este mundo.

CUARTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO: JESÚS PROFETA Y SANTO DE DIOS



El evangelio de este domingo, en los comienzos mismos de la actividad de la actividad de Jesús según s. Marcos, nos hace tocar la novedad con que se presenta y actúa. El marco de sus primeras manifestaciones es la sinagoga, lugar de reunión  de los fieles israelitas el sábado para  explicar las Escrituras.

En ese cuadro se coloca la actitividad de Jesús en medio de su pueblo. Aparece como un profeta. Dos cosas nos recuerda Marcos, suscitan el asombro de la gente: la cualidad de su enseñanza y la autoridad de sus palabras. La victoria de Jesús es signo de la llegada del Reino de Dios. Ninguna opresión es ya dueña de nuestra vida.

Explicaba la Escritura con autoridad, la suya, porque era Él el intérprete de la palabra, aunque no se daban perfecta cuenta de ello. Jesús se presenta como el Salvador de la humanidad que está en poder del espíritu del mal, el inmundo. La humanidad, pecadora e inmunda, así la pinta el evangelista, siente ante Jesús todo el contraste y todo el temor. Jesús, por el contrario es el Santo, en contraste con el espíritu inmundo, es el Santo de Dios, el mismo Dios Santo, misteriosamente presente y ya a la obra.

Evangelizar de nuevo, como Jesús, es para la Iglesia y para todo el que habla en su nombre un ministerio profético. Ser profetas es hablar en nombre de Dios. Y la primera lectura nos pone en guardia contra una posible usurpación de profetismo, diciendo en nombre de Dios cosas que Él no ha dicho; atribuyendo a su autoridad cosas que no son suyas. El texto proclamado hoy recuerda recuerda este hecho. El pueblo reclamaba un hombre que pudiera hacer de intermediario entre él y Dios. Moisés  es el primero que hará de intermediario, de profeta. Este profeta es elegido de entre sus hermanos. La elección la hace Dios, no el pueblo, y su manera de elegir será a menudo desconcertante. Es Dios quien guía a su pueblo y, por lo tanto, quien escoge a sus enviados.

Profeta y Santo de Dios es sólo Jesús. Pero la Iglesia necesita, para librar a la humanidad de hoy de sus espíritus inmundos, de testigos del Evangelio, que encarnen la autoridad de la profecía y la santidad de la vida. La Iglesia es quien continúa en nuestros días este cometido profético. El Señor pone en boca de ella sus propias palabras, y ella enseña en nombre del Señor.

PENSAMIENTO DE S. AGUSTIN

"¿Queréis cantar alabanzas a Dios? Sed vosotros el canto que vais a cantar. Vosotros mismos seréis su alabanza si vivis santamente.

sábado, 21 de enero de 2012

LA PALABRA DE DIOS. CHIARA LUBICH. IV PARTE



Entonces repites la dulce experiencia de que, en la vida presente que se te da, no vale el que algo vaya bien o menos bien; lo que cuenta es cómo vives esa vida, porque en ese como está la caridad, que es la única que vale y da valor a todo.

Pues ama a Dios quien observa su Palabra. Nosotros durante el día debemos pensar que al paraíso no nos llevaremos ni las alegrías, ni los dolores, ni las obras de caridad. Al paraíso nos llevaremos cómo hemos vivido todo esto: es decir, si ha sido según la Palabra de Dios, que nos permite expresar nuestra caridad a Dios.

Por tanto, levantémonos cada día felices, haya tormenta o sonría el sol, y recordemos que de nuestra vida valdrá lo que hayamos "comido" de la Palabra de Dios durante el día. Si lo hacemos, en ese día Cristo habrá vivido en nosotros y Él habrá dado valor también a las obras que cumplamos, bien sea con nuestra aportación directa o con la oración o el sufrimento, y éstas, al final, nos seguirán.

miércoles, 18 de enero de 2012

PALABRA DE DIOS. CHIARA LUBICH. III PARTE.

La originalidad de María era la que debería darse en cada cristiano: repetir a Cristo, la Verdad, la Palabra, con la personalidad que Dios le ha dado a cada uno. En ella estaba. Así debe ser nuestra alma: vivir siempre con la Palabra: completamente y únicamente centrada en la Palabra.

Su Palabra es un modo de presencia entre nosotros... Quien acepta, cree; quien acoge, dice sí. Pues bien, cuando recibimos la Palabra del Señor y nos adherimos a ella con humilad, pureza y sinceridad, entra y se acomoda, y se derrama como una germinación espiritual la fe, misteriosa y luminosa a la vez: el primer acto de nuestra vida en Dios.

Así pues, ante todo escuchar, luego... guardar. Hace falta no sólo un acto pasivo de aceptación; es necesaria una reacción activa, un acto reflejo. Hace falta meditar.

Y hay un tercer paso. La Palabra debe transformarse en acción y guiar la vida. Ésta debe aplicarse a nuestro estilo, a nuestro modo de vivir, de juzgar y de hablar. Sólo entonces podemos llamarnos cristianos de verdad, cuando la Palabra de Dios modelo e impregna nuestro modo concreto de vivir. Es, pues, menester aplicarse a dar lo más posible a nuestros actos la lógica y la coherencia cristiana... De este modo la vida cristiana  se revela atrayente.

TERCER DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO: LOS COMIENZOS DE LA PREDICACIÓN DE JESÚS



En el breve paréntesis de domingos del tiempo ordinario que nos separan de la Cuaresma, la Iglesia nos propone los inicios de la vida pública de Jesús en el Evangelio de Marcos. Jesús, como el nuevo y definitivo profeta, predica la conversión, como antiguante hicieran otros, en especial Jonás, el gran pregonero de la conversión y de la penitencia en Nínive, de quien se recuerda en la primera lectura su actuación, coronada con el éxito de una conversión masiva por la que Dios tuvo piedad de su pueblo en el exilio.

Quien escucha la palabra de la conversión y la tenemos que escuchar todos los días para no caminar inútilmente por nuestros caminos que no son siempre caminos de Dios, se queda por un momento desconcertado. Creer la Buena noticia es adherirse a Él, porque la Buena noticia es una persona, Él mismo que es la Palabra del Padre. Convertíos, creed y venid conmigo. Las tres tienen una unidad lógica. Olvidarse de sí, dejar la propia mentalidad y el propio camino, adherirse con la mente y el corazón al mensaje, seguir a Jesús por donde Él misteriosamente nos lleva.

Sólo en la medida que nosotros estemos plenamente convencidos y convertidos, nos saldrá espontánea la invitación a seguir decididamente a Jesús para escuchar sus palabras, ponerlas en práctica, renovar la vida. Si vivimos el Evangelio, seremos palabras vivas, como los santos, presentes siempre en la historia para rejuvenecer a la Iglesia.

Dios sigue llamándonos a colaborar en la misión de Jesús, pero la conversión al Reino depende de nuestra decisión personal. Jesús no llama a individuos aislados. Los llama para vivir en comunidad porque sólo la fraternidad puede hacer creíble el mensaje del Reino. No hay vocación que no esté orientada a la misión.

Jesús no violenta a las personas, pero les pide que pongan todo lo que son y saben hacer al servicio del Reino. La llamada de Jesús a los primeros discípulos no sólo un hecho del pasado. Él sigue haciéndose el encontradizo y pasa a nuestro lado para invitarnos a proclamar con él la Buena Noticia. También nosotros "tenemos vocación". La vocación de los Apóstoles llega a ser para él un relato actual para todo hombre que quiere entrar en la Iglesia y vivir la vida de Cristo en ella.

lunes, 16 de enero de 2012

LA PALABRA DE DIOS. CHIARA LUBICH. II PARTE.



Ya desde hacía años pensábamos que, así como en la Hostia Santa está Jesús entero y lo mismo en un pedacito de ella, en el Evangelio está Jesús entero y lo mismo en su Palabra, en un concepto completo. Jesús Abandonado es verdaderamente la figura del grano de trigo que muere; pero ese grano de trigo no queda solo, porque da como fruto el Pueblo de Dios, la Iglesia.

Jesús Abandonado es, pues, el camino recto a  la santidad porque provoca la unidad con el Santo. De modo que bastaba con mirarlo a Él, vivir como Él en cada momento, y lo tendríamos todo hecho.

Pero como Dios es amor, cada palabra es caridad. En aquel tiempo que creemos haber descubierto la caridad detrás de cada palabra.  Y cuando una de estas palabras caía en nuestras almas, nos parecía que se transformaba en fuego, en llamas, se transformaba en amor. Podíamos afirmar que nuestra vida interior era toda amor.

Otra cosa que hemos experimentado nosotros, es que la Palabra, esas Palabras que se pueden vivir... contienen en cierto modo la presencia de Jesús muerto y resucitado. Eso es un descubrimiento que hacemos al vivir la Palabra de Dios.

jueves, 12 de enero de 2012

Dominique Rey, Obispo de Toulon: Los 7 criterios de la comunidad que "funciona bien":

1) El pastor tiene capacidad de delegar: cuenta con colaboradores formados y recurre a ellos... No intenta ser un hombre-orquesta que lo realiza todo en persona. Eso significa que dedica esfuerzo y recursos a formar a sus colaboradores.

2) El pastor discierne los dones de los demás y les hace dar fruto. En vez de buscar cómo rellenar tal o cual puesto, se pregunta "¿qué dones y carismas tiene mi gente?" y reorganiza la comunidad (grupo, parroquia, diócesis) de acuerdo a esos dones, es decir, de acuerdo a la gente y sus capacidades.

3) La comunidad es gozosa y se nota. El grupo mantiene el entusiasmo. Tiene capacidad de expresión alegre y huye de una estética moralizante. El gozo y la celebración van primero.

4) La comunidad cambia sus estructuras para adaptarlas al régimen de "Nueva Evangelización". El régimen de "Cristiandad" ya pasó y no tiene sentido mantener estructuras organizativas de esa época que no funcionan en la actual.

5) La comunidad cuida la belleza y dignidad de las celebraciones, sobre todo de la eucarística. La Iglesia no puede ganar al mundo en el terreno del mero espectáculo o la diversión, pero puede ofrecer sacralidad, y mucha gente está buscando sacralidad, reverencia y misterio. "Estuve en Estados Unidos estudiando las mega-iglesias protestantes, enormes locales que reunen 30.000 personas cada domingo, con grandes coros... pero hace unos años que van a la baja, porque con el tiempo sus feligreses se aburren. La gente joven hoy busca más sacralidad. Por eso, la belleza y reverencia en la Eucaristía es importantísima".

6) La comunidad se organiza en grupos pequeños, células y grupos de "iglesia en casas". "Son la clave del crecimiento", dijo. A un recién convertido no le puedes invitar directamente a la Misa del domingo, donde será un número anónimo, no entenderá aún la liturgia y le aburrirá. Le has de invitar al grupo pequeño que se reúne en tu casa para rezar, empezar a recibir enseñanzas, charlar, y escuchar sus inquietudes. Alabó el sistema de células de evangelización parroquial iniciadas en la parroquia italiana de San Eustorgio, Milán, hoy extendidas por varios países. También Sentinelle del Mattino utiliza este sistema de células.

7) La comunidad irradia caridad hacia fuera y entre sus miembros. No basta con el servicio de Cáritas, anónimo. Debe ser una relación entre los miembros de la comunidad que se conocen y ayudan mutuamente, y eso se ve desde fuera. Los feligreses no van a la iglesia (o a su ropero, Cáritas o comedor social) como consumidores de servicios, sino como un miembro con lazos afectivos.

"La Redemptoris Missio, en su punto 51, habla de comunidades eclesiales de base, que son lo que hoy llamamos células, que sirven para la formación y la evangelización. Son grupos domésticos pequeños que acogen al nuevo creyente y lo van formando. No podemos llevarlo aún a la liturgia, que no entiende, ni mucho menos pervertir el rito para hacerlo más acogedor. La respuesta son estos grupos pequeños, que también pueden ser de estudio bíblico, de acogida y acompañamiento, de oración, encaminados a un público especializado... El rector de la parroquia ha de velar para que estas células se integren en la parroquia y forma a sus líderes y hace que sigan tratando con alejados de la fe. Cuando la célula crece con más miembros, se divide en dos grupos, y así las células se multiplican. La Nueva Evangelización consiste en salir a la calle, pero también en acoger al que viene atraido por la fraternidad que irradia el grupo, como sucede a menudo en los Cursos Alpha, que atraen porque son acogedores".





LA PALABRA DE DIOS. Chiara Lubich. I PARTE



Un cristiano no sabe expresar a Jesús si no escucha las Palabras de Dios y las pone en práctica: hacía falta aprenderlas a vivir una a una. Ya se sabe que la Palabra de Dios ha de caer en terreno bueno para dar fruto. Y el Espíritu de Jesús, al subrayarnos la Palabras sobre el amor evangélico, tenía sus fines: nos concentraba ahí porque era practicando el amor como se podían entender mejor las demás Palabras.

Hemos comprendido que el mundo necesita una cura a base de... Evangelio, porque sólo la Buena Nueva puede devolverle la vida que le falta. Por eso nosotros vivimos vivimos la Palabra de Vida. Dos palabras vivas pueden fundirse en uno. Si una no está viva, la otra no puede unirse. Nuestro cometido es vivirla en el momento presente de nuestra vida.

Nosotros no tenemos otro libro al margen del Evangelio, no tenemos otra ciencia, otro arte.
  • Ahí está la vida.
  • Quien la encuentra, no muere.
  • Mientras tanto, que la unidad con Él sea nuestro único único sueño: directamente con él, reviviéndolo; con Él en el prójimo, haciéndonos uno con sus penas, lágrimas, aflicciones, preocupaciones, alegrías, afanes y trabajos.
En la escuela de Jesús, tendrás que aprender muchas cosas, pero el resumen es esto, esto y esto; el resumen es: "Santifícalos en la verdad..." -las palabras del testamento-: "Que todos sean uno", "Tendréis la plenitud de la alegría", "Seréis uno como yo soy uno con el Padre", etc.

2º DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO: LOS PRIMEROS SEGUIDORES DE JESÚS



En el Antiguo Testamento encontramos numerosos ejemplos de llamada divina, llamada para una función de servicio a todo el pueblo, llamada imperiosa pero deja libertad de respuesta. Antes de responder a la llamada, la cuestión es saber si es el Señor el que llama; así ocurre en el caso de Samuel. La llamada conllevará a menudo sufrimiento para el elegido.

S. Pablo nos habla que la dignidad del cuerpo proviene del hecho de que todo cristiano está incorporado a Cristo, y de que su cuerpo es miembro del mismo Cristo. Pablo conoce el destino del hombre, sabe que no nos pertenecemos y que tenemos que recuperar nuestro verdadero destino, pues nuestros cuerpos están destinados al Señor en la eternidad. El que se une a Cristo se hace un solo espíritu con él, es decir, encuentra en Cristo su propia divinización, su transformación en templo del Espíritu.

Hermoso relato de la vocación apostólica, con el tono del testigo  y la sensibilidad del joven que queda impactado por el encuentro con una persona. Un encuentro que cambia la vida porque responde a las inquietudes más grandes del corazón. Así empieza Jesús a rodearse de discípulos y amigos, y se va revelando poco a poco a los que van a vivir en su intimidad. No es fácil seguirlo si no se le encuentra.

La pastoral del Maestro, que Él mismo enseña a la Iglesia, es la de crear comunidades acogedoras donde la presencia espiritual se perciba, donde las personas queden selladas por el misterio del amor recíproco que lo acerca, por la respuesta que da una vida.

Es la nueva evangelización que presenta Juan desde las primeras páginas de su Evangelio y la que propone al final con las palabras de Jesús en la Última Cena;
  •  La caridad como signo de que somos discípulos de Jesús.
  • La unidad como testimonio para que el mundo crea.
  • El amor como demostración de la presencia de Dios.
Comunidades que vibran en la caridad recíproca como lugares para ese "venid y veréis" de la experiencia vocacional que convence, que atrae y que se convierte en una evangelización que contagia. Para s. Juan, el "ver" es el punto de partida de la fe y de una actitud nueva.

En nuestra vida de fe hemos encontrado testigos, como lo fueron Juan Bautista y Andrés que nos han mostrado al Cordero de Dios. Pero nos hemos dado cuenta de que sólo cuando vamos tras Jesús y pasamos tiempo con él descubrimos su auténtico rostro, y así lo podemos manifestar en nuestra vida, entrando a formar parte de esa cadena casi infinita de testigos. Sólo a través del contacto personal con Jesús podremos llevar a cabo nuestro seguimiento y llevar a otros a Cristo, igual que hicieron con nosotros.


miércoles, 11 de enero de 2012

ORACIÓN DEL CATEQUISTA

Señor Jesús:
Aquí me tienes
para servirte y colocar a tus
pies la labor, que Tú mismo,
a través de la Iglesia,
me has encomendado.
Tú me acogiste para ser catequista,
para proclamar tu Palabra
a mis hermanos,
aunque soy muy
pequeño e ignorante.
Pero Tú me elegiste
no por mis virtudes,
sino por tu amor y para
proclamar el Amor.

Gracias por confiar en mí.
Estoy totalmente disponible
para realizar este servicio,
con humildad, fidelidad, amor y fe.

Tú no dejas sin recompensa
al servidor bueno y fiel.
Quiero, con tu gracia,
ser instrumento tuyo,
y sucitar en muchos:
el amor a tu persona,
a tu Iglesia y a la confianza
de tus promesas.

Pon tus palabras en mis labios,
y haz que, en comunión con mis hermanos, pueda colaborar
en la extension de tu Reino.

María, madre de Dios y madre mía,
tú que seguiste con fidelidad
las huellas de tu Hijo, Jesucristo,
guíanos siempre por su camino.

Amén

lunes, 9 de enero de 2012

ESTOS REGALOS PARA TODOS


QUERIDOS MAGOS:
Este año os pedimos ...
Equilibrio, para que encontremos la mejor manera de vivir.
Serenidad, para que sepamos aceptar las dificultades del camino.
Encuentros, para que nos disfrutemos mutuamente.
Fuerza, para que no dejemos que la rutina apague nuestro amor.
Austeridad, para que aprendamos a vivir en la libertad del no tener todo.
Energía, para que no decaigamos ni vivamos una vida rutinaria y mortecina.
Comunicación, para que dialogando nos sintamos profundamente iguales.
Creatividad, para reinventar el momento, las relaciones y la vida.
Ternura, para llenar el mundo de amor y sentirnos todos hermanos.
Diversión, para poder vivir la apasionante aventura de la vida con chispa y con humor.
Intimidad, para cuidar los momentos especiales con Dios y con los demás.
Resurrección, para que estemos convencidos de que no hay muerte que nos pueda.
Y, sobre todo, traednos a Jesús, a ese Jesús que os encontrasteis, porque con Él en nuestra vida conseguiremos mucho más que todo lo que podamos pedir y desear.

viernes, 6 de enero de 2012

6 DE ENERO: EPIFANIA DEL SEÑOR


Con los pastores pasó hace unos días un acontecimiento extraño que resultó bien. Cuidaban sus rebaños cumpliendo su rudo oficio cuando vieron una tan extraña como clara visión de ángeles que les decían cosas al principio incomprensibles y al poco rato comprobadas. Sí, allí, en un casuco, estaba el Niño del que se les habló, con su madre y un varón. Hicieron lo que pudieron en su tosquedad y carencia según mandaban las circunstancias. Como les habían asegurado que era la "Luz que iluminaba al pueblo que habitaba en sombras de muerte", de lo que tenían dieron para ayudar y para quedar bien con aquella familia que al parecer era más pobre que ellos. No les costó trabajo aceptar el milagro que era tan claro. Lo dijeron los ángeles, pues... tenían razón.

Vinieron unos Reyes. Fueron los últimos en llegar a ver a aquel Niño y si se entretienen un poco más..., pues ¡que no lo encuentran! Viajaron mucho por los caminos del mundo. Venían desde muy lejos. Pasaron miedo, frío y calor. Hasta estuvieron perdidos pero, preguntando e inquiriendo, sacaron fruto de su investigación. Aquello fue un consuelo porque tuvieron susto de haber perdido el tiempo y tener que regresar a los comienzos con el fracaso en sus reales frentes. Pero no, sabían que aquella estrella era capaz de llevarles adonde estaba Dios. También las circunstancias mandaban y adoraron y ¡cómo no! ofrecieron dones al Niño-Creador.

Los dos son caminos, la fe y la razón. Uno es sencillo, basta con que hable Dios. El otro es costoso, búsqueda constante y sincera con peligros de equivocación. La Verdad está en su sitio. Sencillez es condición. Los pastores la aprehenden y los sabios la descubren. Entrambos la sirven y entrambos son de Dios.

LA CELEBRACIÓN DE LA EPIFANIA DEL SEÑOR


Desde tiempos muy remotos, tanto en Oriente como en Occidente –a excepción de la ciudad de Roma y, probablemente, de las provincias de África– la Iglesia celebró el día 6 de enero la manifestación de Dios al mundo, fiesta posteriormente conocida como Epifanía. En efecto, ya en el siglo II se encuentran referencias acerca de una conmemoración del bautismo de Jesús, por parte de algunas sectas gnósticas. De todos modos, habrá que esperar hasta lasegunda mitad del siglo IV para recoger los primeros testimonios procedentes de ámbitos ortodoxos.

El origen de la solemnidad de Epifanía es bastante oscuro. Una tras otra se han sucedido las más variadas hipótesis, si bien, en cualquier caso, parece que la fiesta surgió dentro del proceso de inculturación de la fe, como cristianización de una celebración pagana del Sol naciente, de gran arraigo en la región oriental del Imperio.

Muy pronto, en Occidente, la fiesta de Epifanía revistió un triple contenido teológico, como celebración de la manifestación a los gentiles del Dios encarnado –adoración de los Reyes Magos–, manifestación de la filiación divina de Jesús –bautismo en el Jordán– y manifestación del poder divino del Señor – milagro de las bodas de Caná–. En Oriente, con la introducción de la fiesta de la Navidad, el 25 de diciembre, la solemnidad de Epifanía perdió su carácter de celebración del nacimiento de Cristo, y se centró en la conmemoración del Bautismo en el Jordán.

En la Iglesia romana, la celebración litúrgica de la Epifanía gira hoy día en torno a la universalidad del designio salvífico divino. Así, las lecturas refieren la vocación salvífica de los gentiles, ya anunciada por los profetas (IS 60: 1-6) y realizada plenamente en Cristo (Ef 3: 2-3. 5-6 y Mt 2: 1-12). Esta misma perspectiva puede advertirse en los textos eucológicos.


LA ESTRELLA DE LOS MAGOS


En el relato de S. Mateo la estrella juega un papel importante. Es una estrella que los magos vieron en Oriente, pero queluego no volvieron a ver hasta que salieron de Jerusalén camino de Belén; entonces se mueve delante de ellos en dirección norte-sur y, finalmente, se para sobre la casa donde estaba el Niño.

Los magos dicen haberla reconocido como la estrella de Jesús («Hemos visto su estrella en Oriente y hemos venido a adorarle»; Mt 2,2). Supuesto el carácter preternatural de la estrella, que al parecer sólo habría sido visible para los magos, quedaría por explicar por qué entendieron ellos que era la estrella de Jesús y se sintieron obligados a desplazarse para adorarle.    

Nada tendría, en ese supuesto, de extraño que persas piadosos se hubieran ido interesando por las Escrituras de los judíos y participaran de algún modo en su esperanza en un Mesías Rey, de manera que, al percibir un fenómeno estelar, lo relacionaran con él. Sea de ello lo que fuere, lo que podemos decir es que, de una manera u otra, Dios los movió a ponerse en camino y dirigirse a Israel en espera de un gran rey. 

LA EPIFANIA DEL SEÑOR: ¿QUIENES SON LOS MAGOS?



El evangelista presenta a los protagonistas del relato como «unos Magos que venían del Oriente». No dice cuántos eran, ni cómo se llamaban, ni de dónde procedían exactamente. La tradición antigua navega por todos esos mares, pero sin rumbo cierto. En cuanto al número, los monumentos arqueológicos fluctúan considerablemente; un fresco del cementerio de S. Pedro y S. Marcelino en Roma representa a dos; tres muestra un sarcófago que se conserva en el Museo de Letrán; cuatro aparecen en el cementerio de Santa Domitila, y hasta ocho en un vaso del Museo Kircheriano. En las tradiciones orales sirias y armenias llega a hablarse de doce. Ha prevalecido, no obstante, el número de tres acaso por correlación con los tres dones que ofrecieron -oro incienso y mirra- o porque se los creyó representantes de las tres razas: Sem, Cam y Jafet.

Los nombres que se les dan (Melchor, Gaspar, Baltasar) son relativamente recientes. Aparecen en un manuscrito anónimo italiano del s. IX, y poco antes, en otro parisino de fines del s. VII, bajo la forma de Bithisarea, Melichior y Guthaspa. En otros autores y regiones se los conoce con nombres totalmente distintos. Su condición de reyes, que carece absolutamente de fundamento histórico, parece haberse introducido por una interpretación demasiado literal del Salmo 72,10: «Los reyes de Tarsis y las islas le ofrecerán dones; los reyes de Arabia y Sabá le traerán regalos». Nunca en las antiguas representaciones del arte cristiano aparecen con atributos regios, sino simplemente con gorro frigio y hábitos de nobles persas.

También sobre el lugar de su origen discrepan los testimonios antiguos. Unos los hacen proceder de Persia, otros de Babilonia o de Arabia, y hasta de lugares tan poco situados al oriente de Palestina como Egipto y Etiopía. Sin embargo, un precioso dato arqueológico del tiempo de Constantino muestra la antigüedad de la tradición que parece interpretar mejor la intención del evangelista, haciéndolos oriundos de Persia. Refiere una carta sinodal del Conc. de Jerusalén del año 836 que en el 614, cuando los soldados persas de Cosroas II destruyeron todos los santuarios de Palestina, respetaron la basílica constantiniana de la Natividad en Belén, porque, al ver el mosaico del frontispicio que representaba la Adoración de los Magos, los creyeron por la indumentaria compatriotas suyos.

jueves, 5 de enero de 2012

SOLEMNIDAD DE EPIFANIA: LA BÚSQUEDA Y LA MISIÓN DE LOS MAGOS


En la solemnidad de Epifanía (manifestación) celebramos que el nacimiento de Jesús en Belén es Buena Noticia para todo el universo. Acerquémonos al pesebre para contemplar la misericordia de Dios hecha niño para la salvación del mundo. La ventura de los Reyes Magos, que la tradición ha reconocido con los nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar, tiene todo el dinamismo de una serie de movimentos que revelan cómo merecieron reconocer al Mesías y convertirse en en sus heraldos (mensajeros), en sus apóstoles.

El primer movimiento es la búsqueda. Inquietud en el corazón debían de tener aquellos sabios y promesas antiguas tenían que recordar en sus tradiciones, si estos Magos de Oriente se pusieron en camino en busca del Mesías, el Rey de Israel. Debían de ser hombres de búsqueda y esperanza si, al ver la señal de una estrella misteriosa, se pusieron en camino. Lo decía el profeta Miqueas: "De Belén, la ciudad de David tenía que salir el jefe y pastor de Israel".

El segundo momiviento es el encuentro y la adoración. Cayendo de rodillas lo adoraron; después abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Adoran al Dios hecho niño que María, la Madre, les presenta; ofrecen sus dones a un Rey. Los sabios descubren a Cristo que es  la Sabiduría y a María que es el trono de la Sabiduría. Lo adoran como Dios, lo proclaman como Rey y lo confiesan como Redentor. Y ahí esta el significado del oro  de la realeza, del incienso de la divinidad, de la mirra de la Redención.

El tercer movimento es el de la misión. Epifanía es la manifestación universal de Cristo como Salvador y de la misión de la Iglesia hacia todos los pueblos. Ante la venida del Mesías sólo hay dos actitudes posibles: la acogida o el rechazo. Ambas actitudes la acogida y el rechazo,  continúan dándose en nuestra historia. Por eso el relato de Mateo puede ayudarnos a leer y comprender en clave creyente muchos aspectos de nuestra realidad actual. La adoración de los magos expresa la forma en que la salvación salta las fronteras del judaísmo y llega a todos los hombres y mujeres de la tierra. Nadie queda fuera de la gran familia humana redimida por Jesucristo.


miércoles, 4 de enero de 2012

POESIA NAVIDEÑA DE LOPE DE VEGA (1562-1635)



Yo vengo de ver, Antón,
un niño en pobrezas tales,
que le di para pañales
las telas del corazón.

Romance del Nacimiento. San Juan de la Cruz (1542-1591)



Ya que era llegado el tiempo
en que de nacer había,
así como desposado
de su tálamo salía,

abrazado con su esposa,
que en sus brazos la traía,
al cual la graciosa Madre
en su pesebre ponía,

entre unos animales
que a la sazón allí había,
los hombres decían cantares,
los ángeles melodía,

festejando el desposorio
que entre tales dos había,
pero Dios en el pesebre
allí lloraba y gemía,

que eran joyas que la esposa
al desposorio traía,
y la Madre estaba en pasmo
de que tal trueque veía:

el llanto del hombre en Dios,
y en el hombre la alegría,
lo cual del uno y del otro
tan ajeno ser solía.

lunes, 2 de enero de 2012

ORACION NAVIDEÑA



ORACION

Jesús,
Tú que te hiciste ser humano como nosotros
y que naciste en un momento en la historia y en un sitio de nuestra tierra, como agradecimiento
por ser nuestro Salvador,
quiero presentarte este esfuerzo
que hago con tu gracia,
el esfuerzo de realizar actos de amor a Ti,
que, sin duda, te agradarán,
pero que más que todo me ayudarán
a ser más como Tú quieres que sea,
actos que me ayudarán
a irme pareciendo más a Ti.
Gracias, Jesús, por todo lo que me has dado a lo largo de mi vida.
Te ofrezco con mucho amor
mi regalo de Navidad para tu Nacimiento:
un pequeño agregado a la Canastilla
que la Virgen te preparó.
Amén

ESTUDIO DE LAS OBRAS DE SANTA TERESA


II.‑ LA REVELACION DE CRISTO A TERESA EN SU ORACION


            La oración fue el espacio de la búsqueda y será ahora el lugar del encuentro. En sus meditaciones llenas de "simplicidades" se ha identificado con el Cristo del Evangelio en sus sentimientos humanos, con el Cristo de la Encarna­ción, de la Vida pública y de la Pasión. Ahora el Señor se le va a descubrir en la plenitud de sus misterios y en la síntesis de su Resurrección gloriosa. Los dos aspectos son importantes en la cristología teresiana; prevalece en su meditación la referencia a lo que podríamos llamar el Cristo histórico, del que tendrá que vivir los sentimientos para ser como El. Pero desde ahora el Señor Jesús se le revelará casi siempre en la plenitud de su misterio pascual, luminoso y lleno de majestad, con la carne glorificada. Pero en Cristo glorioso la Santa percibe con claridad la plena humanidad de la carne del Hijo de María y los sentimientos humanos de aquel que volviendo al cielo no ha abandonado su plena realidad humana. Sus palabras y sus gestos son humanísimos. Su humanidad no ha quedado absorbida en su retorno a la Trinidad. En la síntesis de la Humanidad Sacratísima ‑ fórmula plena de fe católica‑ la Santa concentra todos sus sentimientos y convencimientos de su fe; Cristo es verdadero Dios y Hombre, es el Verbo Encarnado, el Crucificado y el Rey Glorioso. Para vivir, para ser discípula, la Santa fijará su mirada en el Cristo de la vida pública y de la Pasión, para imitar sus actitudes y vivir sus palabras. De esta forma la Santa consigue una síntesis que no es dualista, porque Cristo es el mismo en el ayer y en el hoy, es el que la vive por dentro y el que la quiere en todo semejante a El a través de la imitación de sus sentimientos humanos, hasta el culmen de la pasión donde Cristo se revela el modelo por excelencia del contemplativo, del místico, del santo cristiano que lleva en su rostro los rasgos de la divino‑humanidad del Señor Jesús.
De esta forma la cristología teresiana es como una síntesis de la fe y de la predicación evangélica. En ella encontramos la cristología de los Sinópti­cos y de Juan atentos a la humanidad de Jesús. Hallamos también la cristología de Juan donde Cristo aparece como el Verbo Encarnado con la acentuación de su divinidad, con las características de su mediación hacia el Padre y en el don del Espíritu, y esa vida cristiana que es vivir por El y permanecer en El. Finalmente se nos revela la cristología paulina de un Cristo Resucitado con el que Teresa convive, en Cristo, sin que deje de grabar en su corazón y en su existencia cotidiana los estigmas del Señor Jesús.
            Toda esta preciosa síntesis que aquí simplemente dejamos aludida es el fruto de la plena revelación de Jesucristo y de su comunicación vital hasta el vértice de la gracia del matrimonio espiritual y de la inhabitación trinitaria .De esta forma la Humanidad Sacratísima de Cristo llevará a Teresa hasta la revelación trinitaria por parte del misterio de la divinidad y la conducirá hasta la Iglesia y los hermanos en la plena identificación de Cristo con su Cuerpo histórico y real que es la Iglesia y con cada uno de los hermanos, como tendremos ocasión de ilustrar.


SIEMPRE ES BUENO APRENDER, TAMBIÉN EN EL NUEVO AÑO

Aprendí que la mejor manera de apreciar algo es carecer de ello por algún tiempo.
Aprendí que nada de valor se obtiene sin esfuerzo.
Aprendí que la expectativa es con frecuencia mejor que el suceso en .
Aprendí que si mi vida esta libre de fracasos es porque no me estoy arriesgando lo suficiente.
Aprendí que cada cosa que logré, la había considerado antes como algo imposibe.
Aprendí que la honestidad es la mejor propaganda.
Aprendí que debo ganar el dinero antes de gastarlo.
Aprendí que no debo discutir mi éxito con personas
con menos éxito que yo.
Aprendí que el odio es como el ácido: destruye al recipiente que lo contiene.
Aprendí que planear una venganza  sólo permite que las personas que nos hirieron  lo hagan por más tiempo.
Aprendí a no dejar de mirar hacia el futuro.
Aprendí a valorarme sin sobreestimarme.
Y aprendí que debo darme ánimo y pensar que todavía:

- Muchos buenos libros para leer .
- Puestas de sol que ver.
- Estrellas que admirar.
- Amigos que visitar.
- Sonrisas que regalar.
- Pensamientos que expresar.
- Un amor que descubrir.
- Un día, un lugar, un momento para recordar…
Hoy aprendí que todavía tengo mucho que aprender.