LA NAVIDAD TIEMPO HERMOSO PARA CONTEMPLAR EL MISTERIO DEL DIOS HECHO CARNE

Este espacio quiere ser un ventana abierta al infinito que es Dios o una puerta abierta al finito, que somos cada uno de nosotros. Todos podemos comunicarnos con Él, porque la oración es el medio que tenemos para expresar lo que sentimos en cada momento. Dios que es amor, ha derramado, gracias a la muerte en la cruz y resurrección de su Hijo, la fuerza y la grandeza de su Espíritu Santo. Santa Teresa de Jesús define la oración: "tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos que nos ama" (V 8,5). No podemos olvidar que Dios nos ha regalado un año nuevo para que lo aprovechemos en bien de los demás y seamos cada uno de nosotros lo que Dios quiere y espera de nosotros. ¡Disfrutemos de esta nueva oportunidad!
DIOS ES AMOR Y NOSOTROS TENEMOS QUE SER REFLEJO DE SU AMOR ALLÁ DONDE ESTEMOS.


miércoles, 26 de marzo de 2014

ORACIÓN POR LA VIDA

 

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Oh, María, aurora del mundo nuevo, Madre de los vivientes, a ti confiamos la causa de la vida: mira, Madre, el número inmenso de niños a quienes se impide nacer, de pobres a quienes se hace difícil vivir, de hombres y mujeres víctimas de violencia in¬humana, de ancianos y enfermos muertos a causa de la indiferencia o de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu Hijo sepan anunciar con firmeza y amor a los hombres de nuestro tiempo el Evangelio de la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo como don siempre nuevo, la alegría de celebrarlo con gratitud durante toda su existencia y la valentía de testimoniarlo con solícita constancia, para construir, junto con todos los hombres de buena voluntad, la civilización de la verdad y del amor, para alabanza y gloria de Dios Creador y amante de la vida. Amén.

Juan Pablo II, Evangelium vitae

El abrazo de la infinita misericordia del Padre. Sacramento de la Reconciliación

 

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Acudir al confesionario para pedir perdón por los pecados nos resulta difícil porque nos avergonzamos. Pero el Señor no mira el mal que hacemos ni desea personas moralmente perfectas, sino que espera que acudamos a Él para sanar nuestro corazón.
Él siempre nos abraza en el Sacramento de la Penitencia. Durante la Audiencia General del 19 de febrero, el Papa Francisco habló de este Sacramento, al que estamos invitamos a acudir sobre todo en este tiempo de conversión personal.
El Sacramento de la Reconciliación es un sacramento de curación. Cuando yo voy a confesarme es para sanarme, curar mi alma, sanar el corazón y algo que hice y no funciona bien. (…)
El Sacramento de la Penitencia y de la Reconciliación
brota directamente del misterio pascual. (…). (…) el perdón de nuestros pecados no es algo que podamos darnos nosotros mismos. Yo no puedo decir: me perdono los pecados. El perdón se pide, se pide a otro, y en la Confesión pedimos el perdón a Jesús. El perdón no es fruto de nuestros esfuerzos, sino que es un regalo, es un don del Espíritu Santo, que nos llena de la purificación de misericordia y de gracia que brota incesantemente del corazón abierto de par en par de Cristo crucificado y resucitado.
En segundo lugar, nos recuerda que sólo si nos
dejamos reconciliar en el Señor Jesús con el Padre y con los hermanos podemos estar verdaderamente en la paz. Y esto lo hemos sentido todos en el corazón cuando vamos a confesarnos, con un peso en el alma, un poco de tristeza; y cuando recibimos el perdón de Jesús estamos en paz, con esa paz del alma tan bella que sólo Jesús puede dar, sólo Él. (…). (…) es la comunidad cristiana el lugar donde se hace presente el Espíritu, quien renueva los corazones en el amor de Dios y hace de todos los hermanos una cosa sola, en Cristo Jesús. He aquí, entonces, por qué no basta pedir perdón al Señor en la propia mente y en el propio corazón, sino que es necesario confesar humilde y confiadamente los propios pecados al ministro de la Iglesia.
En la celebración de este sacramento, el sacerdote no representa sólo a Dios, sino a toda la comunidad, que se reconoce en la fragilidad de cada uno de sus miembros, que escucha conmovida su arrepentimiento, que se reconcilia con Él, que le alienta y le acompaña en el camino de conversión y de maduración humana y cristiana. (…) (…) No tener miedo de la Confesión. Uno, cuando está en la fila para confesarse, siente todas estas cosas, incluso la vergüenza, pero después, cuando termina la Confesión sale libre, grande, hermoso, perdonado, blanco, feliz. (…) Jesús está allí (…), Jesús te recibe, te recibe con mucho amor. Sé valiente y ve a la Confesión.
Queridos amigos, celebrar el Sacramento de la Reconciliación
significa ser envueltos en un abrazo caluroso: es el abrazo de la infinita misericordia del Padre. (…)

IV DOMINGO DE CUARESMA

 

Dios es luz. vivir en la luz

​Como preparación de la Pascua, el domingo pasado la palabra de Dios invitaba a conocer el don de Dios, hoy nos invita a conocernos nosotros, viviendo en la luz y desechando todo tipo de tinieblas. Es la forma concreta de agradecer el don que hemos recibido por la muerte y resurrección de Jesús. Si la luz natural y los ojos sanos son necesarios para caminar en este mundo, mucho más lo es la luz de Dios para caminar como hijos de Dios.

​La segunda lectura invita a todos a despertar y acercarse a Cristo para ser iluminados por él; por su parte, el Evangelio invita a asumir la postura del ciego de nacimiento, que reconociendo su ceguera, recupera la vista en el “baño del Enviado” (alusión al bautismo), y a rechazar la actitud del fariseo, que realmente está espiritualmente ciego, pero no lo reconoce y persevera en su ceguera sin recibir la luz de Cristo.

Jesús se presenta como luz que ha venido a iluminar a todos aquellos que se dejan iluminar y no se esconden a la luz. Es lógico que Jesús sea luz porque es el enviado del Padre, que es luz (1 Jn 1,5) y amor (1 Jn 4,8) que nos invita a caminar en la luz, es decir, en el amor, desechando todo tipo de tiniebla o pecado. Vivir en la luz es vivir en el amor, vivir en la tinieblas es vivir en el desamor.

​En Cuaresma se nos invita de forma especial a confesar los pecados. El verbo confesar tiene un sentido especial, es reconocer sincera y públicamente ante la comunidad eclesial que no estoy correspondiendo al amor de Dios con daño para mí y para toda la comunidad, es reconocer que siento esta situación negativa, prometo salir de ella y para ello pido el perdón y la ayuda de Dios y de los hermanos ofendidos.

​A veces da la impresión de que la confesión no sirve, pues se sigue igual, y es que no se prepara adecuadamente  Con el símil de una vivienda, este confesar tiene lugar en un tercer piso, al que no se puede llegar si previamente no se ha pasado por el primero y el segundo. Así el confesar es alegre noticia y no un tormento.

​El primer piso o fundamento básico es valorar el don de Dios recibido, que nos une a Cristo resucitado, nos convierte en hijos de Dios y hermanos de todos sus hijos en la Iglesia y nos ofrece una vida con sentido que culminará participando la resurrección de Jesús. El que valora el don de Dios, lo cuida y acrecienta. Es la razón de su vida.

​El segundo se funda en el anterior. Cuidar el don implica conocer en contexto de oración el estado actual en que se encuentra. Hoy día se recomienda la medicina preventiva y todo el que valora su salud humana procura hacerse periódicamente un chequeo para ver cómo está. No se trata de masoquismo sino de amor a la propia vida. Nuestro chequeo como hijos de Dios es poner nuestra vida a la luz de Jesús para que ilumine nuestras tinieblas. El pecado no es un capricho de un Dios que da la vida eterna a base de prohibir cosas, sino una realidad que nos está destruyendo. En nuestro nacimiento se cortó el cordón umbilical que nos unía a nuestra madre, pero en el nacimiento como hijos de Dios este cordón umbilical no se puede cortar, es siempre necesario. Si Dios es amor, ser hijos de Dios es tener un corazón amasado en el amor, que se nutre permanentemente del amor de Dios y actúa en el amor: el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha dado en el bautismo (Rom 5,5). Siguiendo el símil del cordón umbilical, pecado mortal es toda acción que rompe el cordón y produce la muerte del corazón y pecado venial algo parecido al colesterol, una acción que estrecha  el cordón, reduce el paso del amor y debilita el corazón, con daño para el interesado. Para conocer nuestra situación es necesario tener buena la vista y tener luz suficiente. Debilita la vista nuestros intereses creados y criterios humanos, que se traducen en el “yo ni robo ni mato”, entendiendo robar como una acción a mano armada y matar como quitar violentamente la vida. A la luz de la palabra de Dios se roba y mata de más maneras. Por eso es necesario “renovar la mente” (Rom 12,2) con la palabra de Dios, que ofrece luz abundante para conocer nuestra situación. Ella nos dice que tenemos que amar a Dios con todo el corazón y al prójimo como a nosotros, meta a la que no llegamos. Por eso habla de deudas, cosas que podíamos y debíamos hacer y no hemos hecho (pecados de omisión) o cosas realizadas fuera del ámbito del amor (pecados de comisión). Al final de la vida seremos examinados de amor. Ya conocemos la pregunta, nos va la vida en conocer nuestra situación actual, corregirla y preparar bien el examen.

​Y así podemos llegar al tercer piso en que confesamos nuestros pecados ante Dios y la comunidad en la Iglesia, que nos perdona por el sacerdote, capacitado por el Espíritu Santo para perdonar en nombre de Dios y de la comunidad.

​La participación fructuosa en la Eucaristía es también un medio para perdonar el pecado venial en la medida en que nos arrepentimos de nuestra falta de colaboración con el amor de Dios y nos unimos al sacrificio de Cristo.

Antonio Rodríguez Carmona

Sacerdote de la diócesis de Almería

miércoles, 19 de marzo de 2014

III DOMINGO DE CUARESMA

 

Conocer el don de Dios: el Espíritu santo

El compromiso cuaresmal implica, entre sus objetivos más importantes, conocer mejor el don de Dios y examinar la acogida que le estamos haciendo. Es un conocimiento que debe llenarnos de una alegría dinámica, que inspire y mueva toda la vida cristiana, como enseñó Jesús en la parábola del tesoro escondido (Mt 13,44). En la fiesta de Pascua agradeceremos este don de Dios, pero es necesario que previamente profundicemos en su conocimiento.

A esto nos invita la liturgia de hoy: «Si conocieras el don de Dios y quién es el que te pide de beber, le pedirías tú, y él te daría agua viva... el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna.» En otro lugar nos aclara cuál es este don que mana hasta la vida eterna, el Espíritu Santo, fruto de su resurrección: « El último día de la fiesta, el más solemne, Jesús puesto en pie, gritó: “Si alguno tiene sed, venga a mí, y beba el que crea en mí”, como dice la Escritura: De su seno correrán ríos de agua viva. Esto lo decía refiriéndose al Espíritu que iban a recibir los que creyeran en él. Porque aún no había Espíritu, pues todavía Jesús no había sido glorificado. » (Jn 7,37-39).

         La segunda lectura abunda en esta idea: El amor de Dios ha sido derramado en nosotros con el Espíritu Santo que se nos ha dado, es decir, gracias a la muerte de Cristo, en el bautismo hemos recibido el Espíritu que ha transformado nuestro corazón haciéndolo partícipe del amor de Dios. Participamos el ADN divino. Somos hijos de Dios. El Espíritu Santo nos da nueva vida y nos capacita para vivir de acuerdo con ella. No nos saca de este mundo, pues la nueva vida hay que vivirla entre los hombres, humanizando la historia humana. En esta tarea el Espíritu es manantial permanente que ilumina y fortalece para las tareas que hay que desarrollar en las diversas facetas de la vida. Esto da sentido a nuestra vida, sabiendo de dónde venimos y a dónde vamos, incluso en las dificultades propias de toda existencia humana, porque Dios hace cooperar todas las cosas para el bien de los que le aman (Rom 8,28). Esta es el agua que verdaderamente sacia la sed existencial que tiene el ser humano, sediento de felicidad y murmurando frecuentemente por ella (1ª lectura).

De esta forma la vida cristiana tiene carácter cultual, propia de verdaderos adoradores que adoran a Dios en Espíritu y verdad. Realmente lo que Dios espera de cada uno es nuestro amor, y esto lo podemos realizar porque el Espíritu nos capacita para vivir una existencia dedicada a la verdad, es decir, a hacer la voluntad de Dios, trabajando por el bien de los hermanos.

La Eucaristía es el acto principal del pueblo cristiano, pueblo sacerdotal, en el que realiza su culto en Espíritu y verdad. En ella hay dos peticiones importantes al Espíritu Santo (epíklesis), en la primera le pedimos que haga presente la ofrenda existencial de Jesús, transformando el pan y el vino en el Cuerpo y la Sangre de Jesús, en la segunda le pedimos que una a ella a todos los presentes que quieran participar.

Antonio Rodríguez Carmona

Sacerdote del a diócesis de Almería

miércoles, 12 de marzo de 2014

El primer año del Papa Francisco, en 10 claves. ¡Felicidades!

 

Ha pasado un año desde su elección y no ha dejado a nadie indiferente. Sus gestos han marcado un antes y un después. Estas han sido las imágenes más representativas de estos 12 meses de pontificado.

1.- Pide ayuda

Fue lo primero que hizo nada más salir al balcón de la basílica de San Pedro en la noche que fue elegido. En aquel momento se inclinó ante las miles de personas que había en la plaza para pedir oraciones.

FRANCISCO

"Quisiera daros la bendición pero antes... Antes os pido un favor. Antes de que el obispo bendiga al pueblo os pido que vosotros recéis al Señor para que me bendiga. La oración del pueblo pidiendo la bendición para su obispo”.

Una petición que reitera en cuanto tiene ocasión.

"Recen por mí”.

"Recen por mí”.

"Recen por mí”.

"Y recen por mí, no se olviden”.

2.- Austeridad

Otra de las imágenes que sorprendieron fue su modo de vestir y el coche.

El Papa continuó utilizando los zapatos negros de Argentina con los que entró en el cónclave y la cruz pectoral que tenía antes de la elección. Renunció también al Mercedes negro blindado y utiliza el mismo coche de la clase media italiana.

Y no sólo en Italia. También en Río de Janeiro, durante la JMJ.

El Papa decidió desplazarse en este Fiat Idea con la ventanilla abierta que causó furor entre los peregrinos y más de un dolor de cabeza a sus guardaespaldas.

3.- Apertura

La rueda de prensa que dio en el avión de regreso de la JMJ de Brasil dejó constancia de su estilo.

Le acompañaba sólo el portavoz del Vaticano. Respondió a las preguntas de los periodistas sobre todo tipo de temas durante 1 hora y 22 minutos.

Y no sería la única vez. A lo largo de este han dado al menos 5 largas entrevistas.

4.- Los enfermos

Francisco ha enseñado a acercarse a los enfermos. Antes de la Misa de Inicio del  Pontificado detuvo el papamóvil en la plaza de San Pedro para bajarse y abrazar a uno de ellos. Un gesto conmovedor que ha repetido en innumerables ocasiones.

También detuvo el papamóvil para abrazar a Venicio, al final de una audiencia general.

5.- Inmigrantes

El sufrimiento de los refugiados e inmigrantes que huyen de países en conflicto es una de sus mayores preocupaciones. Su primer viaje como Papa fue en julio a Lampedusa, la isla a la que intentan llegar cada año miles de refugiados en busca de un futuro mejor. Muchos mueren en el camino y Francisco quiso dejar constancia de su amargura con un lamento que se escuchó en los cinco continentes.  

FRANCISCO

8 de julio, 2013

"¿Quién ha llorado por estas personas que iban en la barca? ¿Por éstas jóvenes madres que llevaban a sus hijos? ¿Por estos hombres que buscaban un modo de sostener a sus familias?”.

6.- La paz

También rezó junto a miles de personas en una vigilia de oración de cuatro horas para pedir por la paz en Siria cuando parecía inminente un ataque de Estados Unidos. Además, por sus constantes llamamientos por la paz en países de conflicto, Francisco ha sido nominado al premio Nobel de la Paz.

7.- Entrañable

Sin lugar a dudas uno de los momentos más tiernos fue en la vigilia con familias, cuando este niño colombiano de 6 años hizo todo lo posible por distraer la atención mientras leía su discurso. Es una de las imágenes más entrañables de Francisco.

8.- Las bromas

El mate nunca falta porque siempre hay algún peregrino argentino que se lo ofrece y él acepta encantado. No es raro ver esta imagen de Francisco bebiéndolo... o bromeando con la gente y haciendo chistes.

FRANCISCO

"Es anticlerical”.

FRANCISCO

14 de febrero, 2013.

"Todos sabemos que no existe la familia perfecta, ni el marido o la mujer perfectos. No digamos la suegra perfecta ...”.

9.- Su maletín 

El Papa no tiene un minuto libre. Recibe por la mañana y por la tarde. Tampoco se tomó vacaciones. Francisco es un trabajador incansable. La imagen del Papa subiendo al avión rumbo a Brasil con un maletín indicó cuáles eran sus intenciones. La JMJ no era un viaje de turismo.

10.- Benedicto XVI

La imagen de dos papas rezando juntos dio la vuelta al mundo. Francisco visitó a Benedicto XVI en al menos cuatro ocasiones. Una muestra del profundo respeto que hay entre Francisco y Benedicto. La última vez que se vieron fue en el Consistorio para la creación de nuevos cardenales.

El Papa inicia su segundo año de pontificado y se esperan con expectación algunos de sus futuros encuentros como el viaje a Tierra Santa en mayo, o el Sínodo de obispos de octubre sobre la familia.

martes, 11 de marzo de 2014

VIGILIA CUARESMAL 2014

1.Evita el empacho de la televisión y de las redes sociales. Lograrás fortalecer tu familia, tu persona y preservar la identidad y la comunicación de tu familia.

2. Ayuna de falsas palabras y que la verdad sea el plato más gustoso y apetitoso del día a día de tu mesa. Comprobarás que la mentira conduce a la confusión.

3.Guarda no solamente las apariencias sino, además, la sinceridad interior. A las personas podemos engañar pero, a Dios, nada de lo que hacemos o decimos le es ajeno.

4. Procura alejarte de la superficialidad y del camino fácil. Ser cristiano es ahondar en la experiencia de Dios y, desde ese momento, saber que vivir como Dios manda requiere esfuerzo y vida interior.

5. No cierres tu mano al que te necesita, tus labios al que reclama un consejo, tu corazón al que mendiga un poco de cariño, tus pies a los que solicitan tu compañía.

6. No pongas la clave de tu felicidad en el tener. Nunca como hoy hemos tenido tanto y, nunca como hoy, percibimos que nos falta algo. ¿Será que a Dios lo hemos alojado en los sótanos de nuestro corazón?

7. No te hagas eco de las murmuraciones ni de los chismes. Ábrete a la Palabra de Dios y, después de escucharla, medítala y pregúntate qué quiere Dios de ti. La murmuración es signo de debilidad.

8. Recupera y vive con más intensidad el gusto por la Eucaristía. Saborea cada una de sus partes. Piensa que, Cristo, se hace presente de una forma audible y visible aunque, nuestros sentidos, sólo vean pan y vino. La fe todo lo ilumina.

9. Aléjate de los que intentan alejarte de Dios. Los buenos amigos son los que desean para nosotros lo mejor. Por el contrario, los falsos amigos, son los que quieren que seamos como ellos son.

10. Ajústate un poco la cintura de tu vida social, económica, política, familiar o religiosa. Siempre podemos dar un paso más: contribuir en algo al bienestar de los demás., estar más pendientes de nuestro entorno familiar o, incluso, perfeccionar nuestra adhesión a Cristo.

Javier Leoz

MEDITA

 

Cuaresma_2014

II DOMINGO DE CUARESMA

Peregrinos de la fe

         Hoy nos presenta la palabra de Dios a Abraham como padre de todos los creyentes, entre los que nos encontramos nosotros. Su fe crea un estilo de vida, que fue llevado a su consumación por Jesús y que compartimos nosotros. En Abraham aprendemos las características básicas de la fe. Su origen es la llamada de Dios, que invita a salir y marca una meta, que es bendición y plena realización de la persona. Negativamente implica dejar la propia tierra en que uno se encuentra instalado, positivamente caminar con ilusión hacia la meta prometida por Dios. Esto convierte al creyente en peregrino, la peregrinación será su estilo de vida (el nombre de parroquia viene del griego peregrinar (paroikéo, vivir como extranjero, residir temporalmente), parroquia es la casa de los peregrinos).

El creyente es constante caminante, viviendo lo que implica caminar, poner firmemente un pie en el suelo para facilitar que avance el otro y abandonar la posición firme para avanzar... hay que avanzar tomándose en serio las realidades de este mundo, pero sabiendo relativizarlas y dejarlas si es necesario, pues no son definitivas, especialmente si entran en colisión con la voluntad de Dios. Aparecerán paisajes deslumbrantes que invitan a detenerse e instalarse, pero hay que superar la tentación, pues entonces no se llega a la meta. Como Abraham, hay que caminar sin saber a dónde iba, pues la fe es oscura (Heb 11,8), y exige estar siempre pendiente de las indicaciones que Dios va dando por medio de su palabra. En el comienzo esta fe es básicamente volitiva, de entrega y confianza en Dios: hay un mínimo componente intelectual pues Abraham cree en la existencia de Dios y que es su amigo, pero esto le lleva a una obediencia y compromiso vital que se traduce en ponerse en camino con plena confianza en su palabra.

         El Evangelio muestra a Jesús que lleva a plenitud la actitud de ponerse en camino, viviendo una auténtica existencia humana, fiándose del Padre. El relato de la trasfiguración hay que entenderlo en su contexto. Jesús anuncia que, siguiendo el camino trazado por el Padre, tiene que llegar a la meta pasando por la pasión y muerte. Después invita a todos sus discípulos a seguir este camino en su seguimiento, un camino que implica hacer el “necio” humanamente (perder el mundo, perder la vida), pero que realmente es hacer el “sabio”, pues se consigue la verdadera vida. Y para confirmar su mensaje añade que algunos de los presentes tendrán una experiencia de su gloria futura. Efectivamente seis días más tarde, algunos de ellos, en concreto, Pedro, Santiago y Juan, tienen una experiencia de Cristo resucitado, que les satisfizo plenamente (¡Qué bien se está aquí!) completada con las palabras del Padre en que declara que Jesús es su Hijo amado, que va a realizar su tarea como su Siervo y hay que escuchar su mensaje. Es interesante el final del relato: acabada la visión, solo vieron a Jesús. Es que se trataba solo de una luz especial que ayuda a caminar en el camino, pero lo normal no es vivir entre apariciones sino caminar en la oscuridad de la fe. La segunda lectura confirma el mensaje, invitando a asumir las dificultades de la vida de fe, secundando la llamada de Dios, que nos llamó gratuitamente a una vida santa en pos de Jesús caminando para compartir su resurrección.

         En el segundo domingo de Cuaresma la Iglesia nos invita a agradecer nuestra condición de creyentes (la fe es una gracia de Dios) y revisar nuestra vivencia concreta que implica conocer la fe y vivirla. En la Vigilia Pascual se nos preguntará si creemos en Dios Padre, en Jesucristo, en el Espíritu Santo, en la Iglesia. Ahora es el tiempo de preparar la respuesta.

         La celebración de la Eucaristía es un momento fuerte en nuestra vida de fe. En ella Los “peregrinos” reunidos en la “parroquia”, tenemos una experiencia especial de Cristo muerto y resucitado que tiene que alimentar nuestro caminar de cada día.

Antonio Rodríguez Carmona

Sacerdote de la diócesis de Almería

sábado, 8 de marzo de 2014

LA CUARESMA.Entrevista a Mons. Santiago Agrelo es franciscano y Arzobispo de Tánger

¿Cómo vive usted la Cuaresma y cómo invita a vivirla, así como la Semana Santa?.

La Cuaresma, como los cuarenta días de Jesús en el desierto, representa la totalidad de nuestra vida y el conflicto que cada uno de nosotros vive en su relación con Dios. Para quienes encierran a Dios en palabras de ideología, la única Cuaresma posible es la que se identifica con determinadas prácticas externas. Para quienes Dios es misterio, la Cuaresma –la vida- es  tiempo de búsqueda humilde, de renuncia a todo poder –retirada al desierto, ayuno-, de reconocimiento de la soberanía absoluta de Dios sobre nuestra vida, de aceptación de nuestra condición humana; la Cuaresma es escuela de confianza, una confianza que en el misterio de la cruz se hará puro abandono en Dios. Entramos con Jesús en el desierto, en los cuarenta días, para aprender a escuchar como Jesús, a obedecer como Jesús, a amar como Jesús, a ser hijos en el Hijo de Dios.

¿Qué significa el ayuno y la abstinencia que nos propone la Iglesia en este tiempo de Cuaresma?.

Significa reconocer el señorío de Dios sobre nosotros y ponernos en situación de confiar en él, pues somos para Dios mucho más que los lirios del campo o las aves del cielo. Significa también sentar a la mesa de nuestra vida a los pobres, pues no ayunamos para pasarlo mal, sino para dar de comer; no oramos para satisfacer nuestro egoísmo, sino para que venga el Reino de Dios a los pobres; no damos limosna para satisfacer nuestra vanidad, sino para restituir lo que debemos a los hijos de Dios que sufren.

¿Qué hacer para que la Iglesia no sea una ONG, sino capaz de comunicar la fe, una vida que sólo Cristo llena?

Me cuesta muchísimo trabajo creer que alguien pueda confundir a la comunidad cristiana con una ONG. La comunidad cristiana es el cuerpo de Cristo: se mueve, lo dije ya, a impulsos del mismo Espíritu y obedece al mismo Padre. En la comunidad cristiana, por la fe, la esperanza y la caridad, los latidos de cada corazón se acompasan al latido del corazón de Cristo. En la
comunidad cristiana, Cristo continúa bajando hasta los caminos de los pobres, a lo hondo de la existencia humana, a la cruz de cada crucificado; y lo hace, también en nosotros, como Hijo, con la confianza del Hijo predilecto de Dios, con su amor de Hijo.
A nosotros se nos ha de encontrar siempre entre los pobres, también cuando nada tengamos que llevarles para remediar su necesidad: nos quedará siempre, para compartir con ellos, la esperanza que ahonda sus raíces en el amor del Padre. Si alguien confundiese eso con una ONG, creo que se trataría de una confusión interesada.

¿Cómo distinguir entre caridad y filantropía para que nuestro obrar sea un testimonio de vida cristiana?

No veo ninguna razón para que se haya de hacer distinciones
entre caridad y filantropía. El Casares define así la filantropía: “Amor al género humano. Altruismo”.Y ambas entradas, amor y altruismo, me parece que sirven para describir lo que Dios nos ha revelado de sí mismo en Cristo Jesús. Dicho de otro modo, me parece que amor y altruismo sirven para describir, con la pobreza de nuestras palabras, la caridad que es Dios. Cuando alguien te pregunte por qué lo amas de esa manera, entonces necesariamente le hablarás de tu Señor, de Cristo Jesús, del amor que es Dios y que se te ha manifestado en Cristo Jesús.

jueves, 6 de marzo de 2014

LA CUARESMA: ESPACIO PARA LAS COSAS SENCILLAS.

CUARESMA: TIEMPO PARA ESCUCHAR.

MEDITAR EN CUARESMA

 

La belleza de la familia y el matrimonio.Consistorio de cardenales

Para hacer frente a un reto pastoral tan importante como el de la familia, tanto en este consistorio como más tarde en el próximo Sínodo, los Pastores de la Iglesia quieren asegurar al Papa que no le faltará esa ayuda que ya Pablo VI después del Concilio Vaticano II decía que se esperaba de los obispos, esperando
que no careciera nunca de “la tranquilidad de su presencia, la ayuda de su prudencia y experiencia, la seguridad de su consejo y el apoyo de su autoridad”.

“Santo Padre ciertamente no le faltará el apoyo de los padres cardenales que quieren afrontar con una visión de fe y de esperanza esta compleja estación de la historia humana”.

Por su parte, el Papa recordó que “en estos días reflexionaremos
de modo particular sobre la familia, que es la célula básica de la sociedad humana. El Creador ha bendecido desde el principio al hombre y a la mujer para que fueran fecundos y se multiplicaran
sobre la tierra; así, la familia representa en el mundo como un reflejo de Dios, Uno y Trino”. “Nuestra reflexión tendrá siempre presente la belleza de la familia y del matrimonio, la grandeza de esta realidad humana, tan sencilla y a la vez tan rica, llena de
alegrías y esperanzas, de fatigas y sufrimientos, como toda la vida. Trataremos de profundizar en la teología de la familia, y en la pastoral que debemos emprender
en las condiciones actuales. Hagámoslo con profundidad y sin caer en la casuística, porque esto haría reducir inevitablemente el nivel de nuestro trabajo. Hoy, la familia es despreciada, es maltratada, y lo que se nos pide es reconocer lo bello, auténtico y bueno que es formar una familia, ser familia hoy; lo indispensable que es esto para la vida del mundo, para el futuro de la humanidad. Se nos pide que realcemos el plan luminoso de Dios sobre la familia, y ayudemos a los cónyuges a vivirlo con alegría en su vida, acompañándoles
en sus muchas dificultades con una pastoral inteligente, valiente y llena de amor”.

Iglesia doméstica

Uno de los puntos centrales tratados en este Consistorio ha sido el de familia como iglesia doméstica y el concepto de que en la familia la Iglesia encuentra la realidad y para ella constituye un camino hacia el futuro; la familia puede ser un camino privilegiado de evangelización para las personas. El cardenal Kasper habló de esa “iglesia doméstica”, en sentido amplio, refiriéndose no sólo a la familia nuclear, sino ensanchada, haciéndola extensiva a las comunidades de base, a
los grupos parroquiales, etc... Desde el punto de vista formal, el documento
del cardenal Kasper consta de una introducción
dedicada al redescubrimiento del evangelio de la familia, partiendo de la familia en el orden de la creación, de la visión de la familia en el Génesis y en el plan de Dios, informó la Santa Sede. El segundo apartado está dedicado a las estructuras de pecado en la familia: problemas, tensiones entre hombre y mujer, entre cuerpo y espíritu, de la alienación, de los sufrimientos de las mujeres y las madres, etc. Por último, se habla de la familia en el orden cristiano de la redención, recurriendo a los textos del evangelio y del Nuevo Testamento
relativos a la familia, como la Carta a los
Efesios. Se trata también del matrimonio como sacramento, de su gracia santificadora. El cardenal se refiere también a la cuestión de los
divorciados que se han vuelto a casar y trata el tema con amplitud y de forma diferenciada, reiterando que en este ámbito se trata de conjugar, de cara a la pastoral, el binomio inseparable de la fidelidad a las palabras de Jesús y la comprensión de la misericordia divina.

lunes, 3 de marzo de 2014

I DOMINGO DE CUARESMA

 

Conocernos a la luz de Cristo solidario

Cuaresma no tiene razón de ser por sí misma, es tiempo de preparación para la Pascua, la gran celebración del amor de Dios revelado en Cristo que muere y resucita. Esto de la da sentido, define su finalidad y le da carácter de alegría. Hay que afrontar la cuaresma con alegría. Hay distintos tipos de alegría, ahora se trata de la alegría del que ama su salud y se somete a un chequeo total para ver cómo anda y remediar lo negativo. Es importante, pues al final seremos examinados de amor.

La palabra de Dios ofrece pistas para ello. La primera nos recuerda que Dios nos creó y destinó a compartir su vida como hijos de una manera especial, pero por culpa del pecado original la humanidad perdió esta posibilidad. La segunda nos recuerda de nuevo este hecho, pero afirma que « Si por la desobediencia de uno todos se convirtieron en pecadores, así por la obediencia de uno todos se convertirán en justos.». Esta es nuestra situación, gracias al bautismo hemos recibido los frutos de la obediencia de Cristo y somos hijos de Dios. En Pascua vamos a agradecer esta situación, lo que también implica el esfuerzo por conocer cada vez más a Cristo y a su amor por nosotros.

Finalmente el evangelio nos invita a examinar nuestra situación de hijos de Dios, no sea que estemos caminando en vano. El relato de las tentaciones en Mateo sigue a la unción mesiánica de Jesús, en que el Padre lo unge como Siervo solidario que debe llevar la salvación a todos los hombres. Para ello recibe en su humanidad una gracia especial del Espíritu Santo. Lo primero que hace el Espíritu es llevarle al desierto para que examine, en contexto de oración y ayuno, de qué forma concreta va a realizar su ministerio solidario, llegando a la conclusión que será por un camino de total fidelidad a la voluntad del Padre, actuando siempre en sus manos providentes, excluyendo formas triunfalistas y diabólicas, como son apoyarse en el dinero, la opresión o el poder. Así comenzó un camino de servicio solidario que culminó en su muerte y resurrección.

Cuaresma es una invitación a conocer mejor el don recibido y nuestra situación de hijos de Dios. El papa Francisco en su mensaje de Cuaresma concreta esta invitación a examinar cómo anda nuestra solidaridad, característica propia de todo hijo de Dios, como lo fue de Jesús, que se hizo pobre para enriquecernos. Se trata de solidaridad ante un mundo donde abunda la miseria material por falta de los bienes necesarios para vivir, miseria moral por falta de valores morales (drogas, alcohol...), y miseria espiritual por desconocimiento de Dios. Un examen no solo individual sino eclesial, puesto que Cuaresma es preparación del pueblo de Dios en cuanto tal. Este examen no será posible si no se hace en contexto de oración y penitencia, como lo hizo Jesús.

La celebración de la Eucaristía invita a dar gracias al Padre por todo lo recibido: por la muerte y resurrección de Jesús, por el bautismo, por toda la vida como hijos de Dios, y, por otra parte, petición de luz para conocer nuestra situación y de ayuda para superarla. En ella nos unimos a Cristo, el que supo discernir en cada momento cuál era la voluntad del Padre sobre él.

Antonio Rodríguez Carmona

Sacerdote de la diócesis de Almería