LA NAVIDAD TIEMPO HERMOSO PARA CONTEMPLAR EL MISTERIO DEL DIOS HECHO CARNE

Este espacio quiere ser un ventana abierta al infinito que es Dios o una puerta abierta al finito, que somos cada uno de nosotros. Todos podemos comunicarnos con Él, porque la oración es el medio que tenemos para expresar lo que sentimos en cada momento. Dios que es amor, ha derramado, gracias a la muerte en la cruz y resurrección de su Hijo, la fuerza y la grandeza de su Espíritu Santo. Santa Teresa de Jesús define la oración: "tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos que nos ama" (V 8,5). No podemos olvidar que Dios nos ha regalado un año nuevo para que lo aprovechemos en bien de los demás y seamos cada uno de nosotros lo que Dios quiere y espera de nosotros. ¡Disfrutemos de esta nueva oportunidad!
DIOS ES AMOR Y NOSOTROS TENEMOS QUE SER REFLEJO DE SU AMOR ALLÁ DONDE ESTEMOS.


viernes, 28 de febrero de 2014

¿DONDE ESTAN LOS ORGANISMOS DEFENSORES DE LOS DERECHOS HUMANOS?

Cristianos quemados vivos en Nigeria: un holocausto monstruoso, ante la indiferencia internacional.

DENUNCIA DEL PADRE Juan Carlos Martos cmf
Segretariato di PV
Missionari Clarettiani

 

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Al publicar este impresionante documento gráfico en Facebook, he pretendido denunciar ante la opinión pública internacional unos hechos monstruosos, absolutamente silenciados por los medios de comunicación de masas; un auténtico genocidio tan monstruoso y bestial como los episodios más abyectos de los campos de exterminio nazis.

Para mi sorpresa, facebook me ha recriminado por publicar este documento gráfico, como denuncia del holocausto que sufren los cristianos en Nigeria desde hace más de 10 años. Conforme a la política de seguridad de esta red "social", la fotografía se ha clasificado como material "pornográfico", "violento" o "inapropiado" y, por ello, me castiga prohibiéndome subir durante una semana cualquier otra fotografía. Y me amenaza con actuaciones "drásticas" si prosigo en mi intento de denunciar documentalmente la terrorífica conculcación de los derechos humanos en Nigeria.

Este proceder de los responsables, (facebook-España) supongo, es un atentado a la libertad de expresión y un insulto desvergonzado a las 500 víctimas (sólo en este episodio brutal) masacradas por el terror islámico por el simple hecho de ser cristianos.

Yo creía que esta red social, nacida en USA, no hincaba la rodilla ante el terror. Sobre todo tras sufrir en sus propias carnes el espeluznante atentado del 11-S, como nosotros el 11-M, víctimas de la furia enloquecida y salvaje del terror islámico.

Me parece increíble que en España, un estado democrático y de derecho -donde constitucionalmente se garantiza la libertad de culto, expresión y pensamiento (Art.16 y 20 CE)- se intente amordazar a los ciudadanos mediante amenazas y coacciones, vulnerando su libertad de expresión, por considerar "inapropiado" un documento gráfico (no un montaje fotográfico) que refleja en toda su crudeza una realidad bestial.

Por el contrario, los directivos de facebook España, deberían felicitarse de esta denuncia pública -hecha con el ánimo de que esta barbarie jamás se repita, y que se castigue a los culpables- pues es un derecho y un deber ciudadano: un servicio a la sociedad, último objetivo, supongo, de toda red "social" que se precie.

De hecho, si las matanzas continúan, es en buena medida porque se sigue ocultando la verdad al pueblo soberano, no vaya a ser que la sepa y "se indigne": el silencio cómplice de la mayoría de los medios de comunicación propicia la indiferencia de la comunidad política internacional ante este holocausto monstruoso.

Eso sin olvidar la cobardía instalada en el mundo occidental frente al terrorismo islamista. Entre nosotros, una consecuencia más de la estúpida "Alianza de civilizaciones". ¿Se imaginan la reacción del terrorismo islámico en el caso de una matanza de musulmanes a manos de cristianos en una mezquita? ¿Cómo -y cuánto- de beligerantes serían las portadas de nuestros medios de comunicación condenando los hechos?

Por todo ello, desde este humilde blog, pido a quienes me lean un favor: que difundan por todos los medios a su alcance esta fotografía. Al menos para que sirva de homenaje a estos mártires, ya que, desgraciadamente, facebook parece que ha tomado partido por los verdugos, queriendo ocultar la difusión de tan trágicos acontecimientos.

Juan Carlos Martos cmf Segretariato di PV Missionari Clarettiani Via Sacro Cuore de Maria-5 00197-Roma

lunes, 24 de febrero de 2014

VIII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Fidelidad al evangelio

La comunidad cristiana de Corinto andaba dividida a causa de los distintos apóstoles que han pasado por ella con diversas formas de predicar y diversos contenidos en su predicación. En el fondo, les dice Pablo, están juzgando la situación con criterios humanos y no según criterios evangélicos. Los criterios humanos que emplean son la elegancia retórica mayor o menor del predicador o lo agradable o desagradable de su mensaje. Para Pablo estos criterios no tienen valor, él personalmente no habla bien desde un punto de vista retórico, pero ofrece un contenido que es oro puro con el que construye sólidamente la comunidad cristiana. Solo se gloría en la cruz de Cristo. Y todo esto porque lo importante para el enviado del Señor es ser fiel al que lo envía, dando a conocer su mensaje sin rebajas. Esta es la obligación de todos los enviados, papa, obispos, sacerdotes, diáconos, fieles cristianos, especialmente los catequistas. Nuestra obligación es conocer el mensaje de Jesús, vivirlo y darlo a conocer fielmente, sin rebajas ni concesiones al gusto de los oyentes. En estos días se están dando a conocer los resultados del cuestionario preparatorio del próximo sínodo sobre la familia, incluso algunos hacen fuerza para influir en el resultado final. Los pastores tienen obligación de estudiarlos detenidamente, pero lo decisivo a la hora de decir una palabra es la fidelidad a la palabra de Cristo que envía. Aquí no se trata de ser juzgados por la gente como “abierto o cerrado”, “progresista o conservador”, sino de ser fiel a la propia conciencia y someterse al juicio del Señor que envía. Y más de una vez esta fidelidad al juicio del Señor será causa especial de compartir su cruz.

         Hoy se nos recuerda en concreto que construir con oro y fidelidad al Señor es predicar el evangelio de la austeridad y de la confianza en la Providencia del Padre que nos ama. Los bienes son necesarios para vivir cada día, pero Dios los ha creado como medios y destinados a todos, con una hipoteca social. El cristiano no puede vivir para tener y acumular como si los bienes salvaran, ha de ganarse honradamente el pan de cada día, viviendo austeramente sin crearse necesidades artificiales, y compartiendo con los necesitados lo que no es necesario. Esto implica cultivar la confianza en la Providencia, propia del que cree en Dios Padre. Lo típico del cristiano no es creer en Dios, también lo creen los gentiles, lo típico del cristiano es creer que Dios es Padre, que conoce a cada uno, lo ama y cuida (1ª lectura y Evangelio). Por eso el cristiano ha de evitar ser gente de poca fe, que, por una parte, cree en Dios Padre y, por otra, no se fía de él. Esto no significa que no tengamos que trabajar y afrontar nuestros problemas con la solicitud necesaria, ni tampoco que no vamos a tener problemas ni dolores, sino evitar que estas tareas se conviertan en el centro agobiante de nuestra existencia, sabiendo que estamos en manos de Dios Padre que vela por nosotros y siempre tiene la última palabra. Lo fundamental para el discípulo es el Reino de Dios y la forma de colaborar en él y ha de vivir sus tareas cotidianas en este contexto. Esto a veces puede llevar a la cruz –cruz que lleva a la resurrección-, pero siempre al descanso, como dice el salmo responsorial: Sólo en Dios descansa mi alma, porque de él viene mi salvación. La contemplación de la vida de Jesús es la mejor explicación de su enseñanza sobre la Providencia.

Éste es el Jesús, cuya inquietud por hacer la voluntad del Padre, celebramos en la Eucaristía y al que nos unimos aceptando seguir su camino.

Participar la Eucaristía exige renovar la confianza en el Padre que tuvo Jesús, por un lado, y hacer un uso social de los bienes, pues es celebración de la fraternidad cristiana.

Antonio Rodríguez Carmona

Sacerdote de la diócesis de Almería

MEDITA

 

“Dicen que el dinero es una tentación. No lo es. Dicen que la propiedad de las tierras es una tentación. No lo es. La tentación real es el insaciable apetito de la mente y del corazón”.

(Hinduismo)

sábado, 22 de febrero de 2014

… Cambiamos la medicina. Una asociación de profesionales sanitarios responde a la OMC

 

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Respuesta de la Asociación Medicina y Persona a la Declaración de la Organización Médico Colegial (OMC) sobre el Anteproyecto de Ley Orgánica para la protección de la vida del concebido y los derechos de la mujer embarazada.
Hemos leído con sorpresa la Declaración de la Organización
Médico Colegial (de la que, obligatoriamente, los médicos en activo formamos parte) en relación al Anteproyecto de Ley Orgánica para la protección de la vida del concebido y de los derechos de la mujer embarazada. Nuestra sorpresa es causada por varios motivos:

1. Se parte del hecho de que “El ser humano es un fin en sí mismo en todas las fases del ciclo biológico, desde la concepción hasta la muerte. El médico está obligado, en cualquiera de sus actuaciones, a salvaguardar la dignidad e integridad de las personas bajo sus cuidados”, para después, a lo largo de todo el
texto, no volver a hablar del embrión o el feto como nuestro paciente merecedor de cuidados. El embrión o feto sería un hipotético paciente cuyo requisito para convertirse en paciente verdadero es que sea querido por su madre. ¿En qué otra situación de la vida esto es un requisito para ser cuidado o curado, o ser considerado paciente? ¿Es que esa pregunta forma
parte de nuestra historia clínica habitual? No, sólo de la del feto. “¿Lo quiere o no?”, le preguntamos a la mujer embarazada que se acaba de enterar de la noticia.
Y desde luego lo catalogamos en nuestro sistema informático: “Embarazo confirmado deseado” o “Embarazo confirmado no deseado”, sabiendo que una situación u otra conllevará el uso de medidas de prevención en un caso (o sea, lo tratamos como nuestro paciente) y el casi desprecio por la otra (la madre decide...)

2. En el punto 4 de la Declaración se dice: “Es necesaria la despenalización de la I.V.E. en el supuesto de malformación grave o enfermedad incompatible con la vida del feto en equilibrio con lo dispuesto en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, ratificado por España en 2008”. Pues bien, nos gustaría que se indicara en qué parte de la
Declaración se dice que un discapacitado tiene derecho a que se le aborte, porque no la hemos encontrado.
Lo que hemos encontrado tras leerla es, primero, que se les reconoce el derecho a la no discriminación en varios puntos, y nos preguntamos ¿Hay mayor discriminación que no permitir nacer? Y segundo, en el artículo 10 de la convención se habla expresamente del derecho a la vida que tienen todos los discapacitados.
No se entiende pues por qué se pide la despenalización en este supuesto, ni mucho menos que se sustente en dicha convención, que afirma todo lo contrario.

3. En cuanto a reclamar que la objeción de conciencia sea posible sólo para las “acciones directas” y que se habla explícitamente de que no debería ser posible para el médico de familia, nos sentimos indignados y defraudados por el Colegio de Médicos. En la Declaración que la OMC hizo en 2009, dice claramente que “El Médico puede y debe negarse a realizar prácticas médicas que vayan contra las directrices de su conciencia”, y en el documento se hace referencia a que la objeción de conciencia abarca cualquier acto médico (la información y el consejo lo son también). Por tanto, nos sorprende la contradicción de este punto con un documento elaborado por la propia OMC, y a la vez nos entristece que el Colegio, que debería defender el derecho de los médicos a la objeción de conciencia, inste al Gobierno a que promulgue una
ley que lo limite. Estamos en desacuerdo con el contenido de la Declaración y nos entristece profundamente que la Organización
Médica Colegial parezca estar más definida por la ideología que por el verdadero servicio al médico y al paciente, y al menos nos gustaría que se aclarara que la Declaración no recoge la opinión de todos los médicos. Nuestra opinión coincide con la de Jerome Lejeune, médico y genetista descubridor de la causa del Síndrome de Down: “La medicina ha luchado durante milenios a favor de la vida y la salud contra la enfermedad y la muerte. Si cambiamos estos objetivos, cambiamos la medicina. Nuestro objetivo no es infligir una sentencia, sino aliviar el dolor”.

Medicina y Persona
www.medicinaypersona.org

miércoles, 19 de febrero de 2014

LA VID Y LOS SARMIENTOS


Seamos cual auténtico y fructífero sarmiento de la vida que es Cristo, aceptándolo en nuestras vidas como él se nos da.
Como verdad, que se ha de decir.
Como vida que se ha de vivir.
Como luz, que ha de iluminar.
Como amor, que se ha de amar.
Como camino, que se ha de recorrer.
Como alegría que se ha de comunicar.
Como paz, que se ha de irradiar.
Como sacrificio,  que se ha de ofrecer en nuestras familias y tanto con nuestros vecinos más cercanos como los que viven lejos de nosotros.

Teresa de Calcuta

martes, 18 de febrero de 2014

“Nadie tiene derecho a quitar la vida a un ser humano inocente”

 

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Los obispos han reflexionado sobre el nuevo Anteproyecto de Ley de Protección de la Vida del Concebido y los Derechos de la mujer embarazada. Con este motivo, y como siempre han hecho
en cualquier coyuntura social y política, quieren recordar de nuevo el valor sagrado de la vida humana, desde la concepción hasta su fin natural.

La posición de la Iglesia católica sobre este asunto es bien conocida, y compartida con muchos hombres y mujeres de buena voluntad, que desde otras confesiones religiosas y aun sin ser creyentes, defienden el derecho a la vida de todo ser humano inocente como patrimonio común de la razón humana. Recientemente, el Papa Francisco recordaba esta posición, cuando delante de los embajadores acreditados ante la Santa
Sede, afirmó que “la paz se ve herida por cualquier negación de la dignidad humana” y mencionó entre otros “horrores” de la “cultura del descarte” el hecho de que muchos niños no lleguen nunca a ver la luz, víctimas del aborto. También en su primera Exhortación Apostólica, Evangelii Gaudium (La alegría
del Evangelio), el Papa señaló, de manera coherente con todo el mensaje cristiano, que “el aborto no es un asunto sujeto a supuestas reformas o ‘modernizaciones’”, porque “no es progresista pretender resolver los problemas eliminando una vida humana” (n.213-214).

Los obispos saludan siempre las iniciativas a favor de la vida humana, vengan de donde vengan, especialmente aquellas dirigidas a proteger la vida de los más débiles, entre los que se encuentran los seres humanos que van a nacer. Por eso, reconocen en el texto del Anteproyecto presentado por el actual Gobierno un avance positivo con respecto a la legislación vigente,
que considera el aborto como un “derecho”.

En todo caso, recuerdan que una ley del aborto, por muy restrictiva que fuera, seguiría siendo una ley injusta. Nadie tiene derecho, en ninguna circunstancia, a quitarle la vida a un ser humano inocente. El aborto no es la solución, de la misma manera que el niño que va a nacer no es el problema.

Por último, han querido aprovechar la ocasión para agradecer y potenciar la dedicación de muchas personas que, tanto en instituciones eclesiales como civiles, trabajan incansablemente, apoyando y acompañando a las personas en dificultades, y en particular a las madres gestantes. Sin embargo, como también señala el Papa Francisco, es preciso caer en la cuenta de que todavía “hemos hecho poco para acompañar adecuadamente a las mujeres que se encuentran en situaciones muy duras, donde el aborto se les presenta como una rápida solución a sus profundas angustias, particularmente cuando la vida que crece en ellas ha surgido como producto de una violación o en un contexto de extrema pobreza. ¿Quién puede dejar de comprender esas situaciones de tanto dolor?” (n. 214). A todos incumbe, según los obispos, responder adecuadamente a estas situaciones por el camino de la solidaridad y la vida, y no por el de la muerte de un ser inocente.

VII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Sed perfectos como el padre celestial

        La 1ª lectura manda ser santos como Dios y como consecuencia se prohíbe odiar, vengarse y guardar rencor al hermano, el Evangelio, por su parte, ser perfectos como el Padre y como consecuencia se da un paso más ordenando amar incluso al enemigo. Dios es amor y santo y ambas realidades son intercambiables, por eso el AT deduce una conclusión lógica: si el israelita participa de la santidad de Dios, que es lo mismo que decir del amor de Dios, tiene que amar a sus hermanos y amigos. Jesús deduce la última consecuencia, hay que amar a todos, incluso a los enemigos. En el Evangelio de hoy san Mateo emplea el término perfecto: sed perfectos como el Padre. En nuestra cultura este término se refiere a una realidad exactamente igual a otra, como la copia de un cuadro que se considera perfecta si reproduce exactamente el original. Desde este punto de vista la criatura limitada nunca será igual a Dios infinito. Pero san Mateo emplea perfecto con el sentido que tiene en la cultura semita donde significa “ser lo que se debe ser”, “actuar como se debe actuar” de acuerdo con la propia naturaleza. Por eso como Dios es Padre y siempre actúa como padre con todos sus hijos, aunque se porten mal, pues por eso no dejan de ser hijos (lo muestra al llover y al hacer salir el sol), igualmente el discípulo, que ha recibido un corazón de hermano, debe comportarse bien con todos sus hermanos, aunque se porten mal. Por eso está obligado a amar a sus enemigos. (En el AT no se manda nunca aborrecer al enemigo. Lo deja libre, se puede amar o no. Aborrecer es un semitismo que equivale a decir: No estás obligado.)

         En otro lugar del Evangelio se usa otra palabra como equivalente a perfecto, misericordioso (Lc 6,36), es decir, la naturaleza íntima de Dios es ser amor misericordioso y siempre actúa como tal. Amor misericordioso es un amor que se caracteriza por sintonizar con la persona y actuar con ella de acuerdo con su necesidad objetiva. Dios Padre nos conoce perfectamente, sintoniza plenamente con nuestra situación, y siempre actúa con nosotros de acuerdo con nuestra necesidad.   Pues si Dios es así, sus hijos tienen que obrar así. En esto se conocerá que son sus hijos y “comparten la misma sangre”.

         Jesús nos da esta norma como criterio que debe mover al discípulo en el cumplimiento de todas las leyes, cuya finalidad última es prestar un servicio de amor al hermano en las diversas circunstancias de la vida. El salmo responsorial invita a agradecer y a imitar a Dios que siempre actúa como padre, pues perdona, cura, colma de gracia y de ternura, siente ternura por sus hijos...

         En la 2ª lectura san Pablo invita a ejercer una faceta concreta del amor al hermano, que es el apostolado. Recuerda primero que se puede actuar de tres maneras, construyendo con buenos materiales, como es invitando a compartir la cruz de Jesús, construyendo con paja, como es presentar una vida cristiana sin la cruz del Señor, y una tercera abominable que es destruir la comunidad. Todo será sometido al juicio del Señor, que aprobará y premiará al primero, declarará inútil el trabajo del segundo y condenará al tercero (la lectura seleccionada solo recoge el último caso). Ante esta realidad el apóstol tiene que proceder sabiamente, consciente que lo suyo es edificar la comunidad y evitar servirse de ella como pedestal para su fama y provecho personal. El apóstol es para la comunidad y no la comunidad para el apóstol. Esto vale hoy día para todos los que están en el apostolado activo: sacerdotes, diáconos, catequistas... Lo dice Pablo a propósito de las divisiones en la comunidad de Corinto donde el culto a la personalidad de los diversos apóstoles que habían trabajado entre ellos, los tenía divididos. Todo es vuestro, vosotros de Cristo, y Cristo de Dios,este es el orden correcto.

         En la Eucaristía damos gracias por Cristo al amor misericordioso del Padre, que nos conoce y ayuda, nos ha hecho miembros de su pueblo y nos dice cómo tenemos que crecer como tales. Participar la Eucaristía es unirse al que vivió toda su existencia al servicio del amor.

Antonio Rodríguez Carmona

Sacerdote de la diócesis de Almería

viernes, 14 de febrero de 2014

Por encima de todo está la vida humana. Don sagrado

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La vida humana es un don y es sagrada, desde su concepción hasta su muerte natural. En el drama del aborto, estamos ante una cuestión de conciencia sobre la vida y no de lo que la mentalidad dominante llama “derechos de la mujer”. Madre Teresa de Calcuta decía que si una madre es capaz de abortar al hijo que lleva en su vientre, cómo podrá defender la vida de otra persona. El drama del aborto deja heridas de por vida en la mujer, la pérdida irreparable de un hijo que no ve la luz y el negocio que a su alrededor se mueve. La vida está por encima de todo. Nosotros no nos la damos y no nos hacemos a nosotros mismos. El Señor nos ama desde la eternidad y nuestra concepción y nacimiento es un signo de su predilección por cada uno de nosotros.

Ofrecemos las palabras que sobre este drama y con motivo del Anteproyecto de Ley de Protección de la Vida del Concebido y los Derechos de la mujer embarazada ha expresado la presidenta de la Federación Española de Asociaciones Provida, Alicia Latorre. Asimismo, recuperamos un extracto de la Nota de prensa de la Conferencia Episcopal Española en la que se señala el pronunciamiento de los Obispos españoles referida al don
sagrado de la vida, tras su última Comisión Permanente, el pasado 30 de enero.

“Cada árbol da sus frutos. Y la sociedad española puede ver quién es cada quién y qué motivos los mueven. Algunos quieren cerrar el debate cuando la verdad aflora y poner punto final, amenazando y vociferando cuando se levanta la voz ante una injusticia que ya dura demasiado. Pero el debate está más vivo
que nunca y no se puede mirar hacia otro lado. Hay cuestiones innegociables y una de ellas es la vida humana y su dignidad. No están al mismo nivel el embarazo y el aborto. No son opciones igualmente válidas, ante las que una mujer puede decidir: acabemos con esa falacia. No es que ahora sí y en según qué casos, depende. El aborto es quitar la vida a un inocente y la realidad no cambia porque lo hagan ricas o pobres, de derechas
o de izquierdas, porque se haga en España o se cruce la frontera. Es urgente devolver cuanto antes los derechos robados a tantas criaturas inocentes y ayudar a sus madres cuando lo necesitan. Es hora de enfrentar a la cultura de la vida y la de la muerte, descubrir sus entrañas y comprobar los resultados. Y es hora de comprometerse a dar soluciones positivas a los problemas de las mujeres embarazadas, tanto en el ámbito social y económico, como en el médico. Hay tratamientos, soluciones y recursos que pueden aplicarse en cada caso y descubren que el ‘conflicto’ entre la vida de la madre y el hijo, raras veces existe y si existe, nunca se soluciona con el aborto provocado.

No tengamos miedo a profundizar en estos puntos. Nos sorprenderemos de cómo la cultura de la vida da respuestas coherentes, civilizadas y humanas absolutamente en cada circunstancia. El fruto de defender la vida son caras felices, esperanzas recuperadas, dolor a veces por las vidas no salvadas y fotos de niños y madres de todo color y condición que alegran no sólo las paredes y corazones de las asociaciones provida, sino las vidas de miles de mujeres y de hombres. Pero, ¿pueden los abortistas mostrar las fotos del resultado de un día de ‘trabajo’? ¿Por qué se revuelven furiosos cuando se toca este tema? ¿Por qué desvían el debate hacia derroteros subjetivos que tapan con amenazas y con viejas estrategias que ya no engañan a nadie? ¿Qué beneficios trae el aborto para el hijo o para la madre, para los médicos o la sociedad? ¿Quién gana algo que no sea el negro dinero y el poder para los que se lucran con el negocio? ¿Dónde quedan la ciencia y la conciencia?”.

Alicia Latorre

jueves, 13 de febrero de 2014

CUANDO LA VIDA SE DESTRUYE…

 

Creo que el grito de los niños asesinados antes de venir al mundo tiene que ser escuchado por Dios. Jesús ha dicho que nosotros somos más importantes a los ojos de su Padre que la hierba, los pájaros o las flores del campo…

Y ha dicho también que si Él cuida de todas estas cosas, mucho más lo hará de su misma vida en nosotros.

Él no puede engañarnos, porque la vida es el mayor don de Dios a los seres humanos, y el hombre ha sido creado a imagen  de Dios

La vida pertenece a Dios y nosotros no tenemos derecho a destruirla.

Beata Teresa de Calcuta

lunes, 10 de febrero de 2014

VI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

La sabiduría cristiana y la ley

         En la segunda lectura san Pablo invita a pensar, discernir y actuar con la sabiduría de Dios, no con la humana; el Evangelio, por su parte, propone un ejemplo concreto de sabiduría divina, la praxis de Jesús ante la ley, finalmente la primera lectura recuerda, como complemento del Evangelio, que el hombre es libre y está llamado a cumplir responsablemente las leyes.

         Dios ha creado al hombre con la capacidad de razonar. Como consecuencia a lo largo de la historia la humanidad ha creado una sabiduría humana, fruto de muchos siglos de experiencia. Esta sabiduría enseña una moral natural, con muchos contenidos positivos, con los que muchas personas intentan iluminar su vida buscando conseguir una sociedad justa. Pero esta sabiduría tiene sus limitaciones y, lo que es peor, sus deformaciones, frutos del pecado original. En esta situación Dios ofrece otra sabiduría, la suya, una sabiduría superior, que purifica y supera la humana. Es una sabiduría que asume todo lo que tiene de positivo y lo integra en una síntesis superior. Como dice Pablo: Por lo demás, hermanos, todo cuanto hay de verdadero, de noble, de justo, de puro, de amable, de honorable, todo cuanto sea virtud y cosa digna de elogio, todo eso tenedlo en cuenta (Flp 4,8). Es una sabiduría no caprichosa, sino que responde a nuestra naturaleza de hijos de Dios y que integra en sí todos los valores evangélicos. Jesús es la encarnación concreta de esta sabiduría y por ello la imitación de Cristo es la norma del cristiano.

         Dios ofrece esta sabiduría a sus hijos con el don de la fe, pero la va dando poco a poco, en la medida en que la persona va cooperando con ella, llevándola a su vida. San Pablo llama “espiritual” al que va cooperando y profundizando, y “carnal” al que no lo hace y sigue pensando con criterios ajenos al Evangelio. Se profundiza en la medida en que se vive. Esto implica una tarea constante de renovación y purificación de la forma de pensar, como dice Pablo, No os acomodéis al mundo presente, antes bien transformaos mediante la renovación de vuestra mente, de forma que podáis distinguir cuál es la voluntad de Dios: lo bueno, lo agradable, lo perfecto (Rom 12,2). Esto hará entrar al cristiano en conflicto con deformaciones éticas que desgraciadamente se dan en nuestros ambientes y se propagan en los medios de comunicación social. Lo “políticamente correcto” no siempre pertenece a la sabiduría divina. Esta debe ser la forma de pensar de todo cristiano, pero desgraciadamente hay personas que se reconocen cristianas, que tienen una forma de pensar y actuar pagana, no inspirada en el Evangelio

         Un aspecto de la sabiduría divina es la forma de afrontar las leyes. El Evangelio de hoy recuerda el modo concreto cómo lo afrontó Jesús y cómo debemos hacerlo sus discípulos. Las normas son necesarias para el desarrollo normal de una sociedad, pero existe el peligro de olvidar que las leyes no son un fin en sí mismas sino que están al servicio de otra realidad mayor que se quiere conseguir y que las justifican. Jesús afirma que él ha cumplido todas las leyes y que quiere ser modelo de cómo hay que cumplir. Lo hizo en cuanto que en su cumplimiento buscó la finalidad para la que se dio la ley, sin quedarse en la literalidad material. Ha cumplido todo el AT en cuanto que era expresión de la voluntad de Dios y de sus promesas. Igualmente el discípulo tiene que cumplir “hasta una coma” de una norma en cuanto que es expresión de la voluntad de Dios. Los ejemplos que expone lo aclara: en el quinto precepto alguien podría pensar que se trata de prohibir matar a una persona con un arma, quedándose en el tenor de la letra, pero Jesús aclara que esto es lo mínimo y que se trata de un respeto total a la vida propia y a la ajena, que se puede matar incluso con una palabra, condenando así todo lo que sea atentado contra la vida propia y ajena, como el aborto o la eutanasia. Igualmente sobre el adulterio se podría pensar que se prohíbe el hecho de mantener relaciones sexuales con una persona casada, quedándose en la materialidad de la letra, pero Jesús afirma que se adultera con el simple deseo, es decir, que se pide un respeto total a toda persona en cuanto sexuada sin convertirla en objeto de deseo... Al final nos da Jesús el criterio sabio que debe iluminar el obrar del discípulo: igual que el Padre es perfecto, es decir, es padre y actúa siempre como padre y por ello los ve a todos como hijos, dando sus dones a todos por igual, sin distinguir entre los hijos que se portan bien y los que se portan mal, de forma semejante nosotros hemos de ser perfectos, en cuanto que somos hermanos y hemos de actuar siempre como tales con los hermanos, con los que se portan bien y con los que se portan mal. Por eso es obligatorio amar a todos, incluso a los que se portan mal con nosotros. La norma es comportarnos siempre fraternalmente con todos. Esto es la sabiduría divina.

         En la Eucaristía celebramos la sabiduría del Padre, que nos entrega a Jesús como hermano mayor y como modelo que hemos de seguir, y le pedimos la gracia de crecer en la sabiduría divina y comportarnos en todo momento de acuerdo con ella.

Antonio Rodríguez Carmona

Sacerdote de la diócesis de Almería

viernes, 7 de febrero de 2014

PADRENUESTRO DE SAN FRANCISCO DE ASIS

[Estampa antigua de San Francisco de Asís]

Oh santísimo Padre nuestro: creador, redentor, consolador y salvador nuestro.

Que estás en el cielo: en los ángeles y en los santos; iluminándolos para el conocimiento, porque tú, Señor, eres luz; inflamándolos para el amor, porque tú, Señor, eres amor; habitando en ellos y colmándolos para la bienaventuranza, porque tú, Señor, eres sumo bien, eterno bien, del cual viene todo bien, sin el cual no hay ningún bien.

Santificado sea tu nombre: clarificada sea en nosotros tu noticia, para que conozcamos cuál es la anchura de tus beneficios, la largura de tus promesas, la sublimidad de la majestad y la profundidad de los juicios.

Venga a nosotros tu reino: para que tú reines en nosotros por la gracia y nos hagas llegar a tu reino, donde la visión de ti es manifiesta, la dilección de ti perfecta, la compañía de ti bienaventurada, la fruición de ti sempiterna.

Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo: para que te amemos con todo el corazón, pensando siempre en ti; con toda el alma, deseándote siempre a ti; con toda la mente, dirigiendo todas nuestras intenciones a ti, buscando en todo tu honor; y con todas nuestras fuerzas, gastando todas nuestras fuerzas y los sentidos del alma y del cuerpo en servicio de tu amor y no en otra cosa; y para que amemos a nuestro prójimo como a nosotros mismos, atrayéndolos a todos a tu amor según nuestras fuerzas, alegrándonos del bien de los otros como del nuestro y compadeciéndolos en sus males y no dando a nadie ocasión alguna de tropiezo.

Danos hoy nuestro pan de cada día: tu amado Hijo, nuestro Señor Jesucristo: para memoria e inteligencia y reverencia del amor que tuvo por nosotros, y de lo que por nosotros dijo, hizo y padeció.

Perdona nuestras ofensas: por tu misericordia inefable, por la virtud de la pasión de tu amado Hijo y por los méritos e intercesión de la beatísima Virgen y de todos tus elegidos.

Como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden: y lo que no perdonamos plenamente, haz tú, Señor, que lo perdonemos plenamente, para que, por ti, amemos verdaderamente a los enemigos, y ante ti por ellos devotamente intercedamos, no devolviendo a nadie mal por mal , y nos apliquemos a ser provechosos para todos en ti.

No nos dejes caer en la tentación: oculta o manifiesta, súbita o importuna.

Y líbranos del mal: pasado, presente y futuro.

Gloria al Padre...

martes, 4 de febrero de 2014

EXAMINEMOS NUESTRA VIDA: ¿VOY POR EL CAMINO CORRECTO?

planesdeDios

V DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Testigos del evangelio en la debilidad

         El que ha recibido el don del discipulado, debe necesariamente ser testigo del amor de Dios (Evangelio). Los ejemplos empleados por Jesús muestran el carácter de esta necesidad natural. La luz, si es luz, alumbra necesariamente; si no lo hace, es que no es luz; la sal, cuando es sal, sazona; si no lo hace, es que ha dejado de ser sal; igualmente una ciudad en el monte está en un lugar alto, que le permite ser vista por los que están abajo; si no lo hace, es que no está en una altura. Así, el cristiano, si lo es verdaderamente, debe tener un modo de vivir y de hablar que manifiesta y da testimonio de su fe. Por ello la calidad del testimonio vital del cristiano muestra la calidad de su vida en Cristo. La 1ª lectura subraya que la ayuda concreta al hermano es una forma eficaz de ser luz: «Parte tu pan con el hambriento... Entonces romperá tu luz como la aurora». Hay mucha necesidad física y espiritual en nuestro mundo, que el cristiano está llamado a iluminar, como dice el salmo responsorial: El justo brilla en las tinieblas como una luz.

No se trata de presumir de cristiano, sino de buscar la gloria de Dios. Si los demás ven que yo, a pesar de ser débil y frágil como ellos, puedo vivir de acuerdo con el Evangelio, es señal de que Dios Padre ofrece su gracia a todos los hombres y los capacita para vivir como hijos suyos. Los santos han tenido dificultades y pruebas como los demás mortales, pero han correspondido a la gracia que Dios les ofrecía. Por eso la Iglesia propone estas vidas como exégesis viviente de la palabra de Dios (Exhortación apostólica postsinodal Verbum Domini). Todo es un motivo para dar gracias al Padre que que quiere la salvación de todos y a todos ofrece su ayuda.

         Todo cristiano está llamado a ser testigo del Evangelio y para no caer en engaño y desilusiones debe tener en cuenta que la forma normal de hacerlo es la debilidad. Así nos lo recuerda san Pablo en la 2ª lectura, evocando cómo llegó y predicó en Corinto: Me presenté a vosotros débil y temblando de miedo; mi palabra y mi predicación no fue con persuasiva sabiduría humana, sino en la manifestación y el poder del Espíritu, para que vuestra fe no se apoye en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios. Así nos salvó Cristo en la cruz. Se trata de algo connatural con la naturaleza del Evangelio, que es fuerza de Dios en la debilidad. Para Isaías, el primero que habla de evangelizar en el sentido técnico en que lo empleamos, evangelizar es proclamar la alegre noticia de que Dios va a reinar como Dios oculto, que se oculta en un mensaje eficaz y transformador para el que lo acoge, pero que no se impone y puede ser rechazado. El amor de Dios no se impone y respeta la libertad humana. Así ha sido a lo largo de toda la historia de la Iglesia y así continuará siéndolo.

         La Eucaristía es celebración y presencia sacramental del que es luz del mundo y nos ha dado la luz de la vida (Jn 8,12) con su palabra, vida y sacrificio existencial. En ella experimentamos de nuevo el perdón, nos unimos a su sacrificio, que nos capacita para vivir una existencia con sentido, como la suya, y nos alimenta para realizar la tarea de ser luz y sal para los hermanos.

Antonio Rodríguez Carmona

Sacerdote de la diócesis de Almería