DAME FE, SEÑOR
¡DAME FE, SEÑOR!
Sales a mi encuentro, tiempo de gracia y de cuaresma,
para hacerme comprender que, mi vida sin Dios,
es paja que lleva el viento.
Vienes a mi encuentro, días de gracia y de perdón,
en este Año Santo de la Fe
para hacerme sentir que, no estoy sólo,
que Dios me acompaña en mi caminar
que, cuando vuelvo los ojos hacia El,
no hay reproche alguno sino indulgencia plena.
¡DAME FE, SEÑOR!
Que no desperdicie tantos dones que me traes
Que, si se dan en mí, también los desee para los demás
Que, donde estén presentes mis gestos y mis detalles
mi servicio y me delicadeza,
que, entonces Señor, sienta que no te estoy perdiendo.
¡DAME FE, SEÑOR!
Porque son muchos los lodos que intentan engullirte
Porque, a veces, la ceniza deja más rastro en nosotros
que la misma luminosidad de la Santa Pascua
Porque, a veces Señor, decimos tenerte y no te conocemos
Decimos quererte, y nos resistimos acompañarte con tu cruz
Decimos ser de los tuyos, y volvemos la cara
Danos valor y testimonio en este Año de la Fe
¡DAME FE, SEÑOR!
Para que, cuando llegue junto contigo
al final del Gólgota,
sepa valorar el esfuerzo de mi CONVERSION
El alimento de mi ORACIÓN
El rédito del silencio de la CARIDAD
La hermandad del PERDON dado y recibido
Que te descubra, te conozca
y te sienta
y, luego Señor, de razón de
lo que creo y vivo
en esta Cuaresma del Año de
la Fe. Amén.
Javier Leoz