LA NAVIDAD TIEMPO HERMOSO PARA CONTEMPLAR EL MISTERIO DEL DIOS HECHO CARNE

Este espacio quiere ser un ventana abierta al infinito que es Dios o una puerta abierta al finito, que somos cada uno de nosotros. Todos podemos comunicarnos con Él, porque la oración es el medio que tenemos para expresar lo que sentimos en cada momento. Dios que es amor, ha derramado, gracias a la muerte en la cruz y resurrección de su Hijo, la fuerza y la grandeza de su Espíritu Santo. Santa Teresa de Jesús define la oración: "tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos que nos ama" (V 8,5). No podemos olvidar que Dios nos ha regalado un año nuevo para que lo aprovechemos en bien de los demás y seamos cada uno de nosotros lo que Dios quiere y espera de nosotros. ¡Disfrutemos de esta nueva oportunidad!
DIOS ES AMOR Y NOSOTROS TENEMOS QUE SER REFLEJO DE SU AMOR ALLÁ DONDE ESTEMOS.


miércoles, 30 de noviembre de 2011

LEMOS Y MEDITAMOS A S. JUAN DE LA CRUZ


64. Mira que no te entristezcas de repente de los casos adversos del siglo, pues que no sabes el bien que traen consigo ordenado en los juicios de Dios para el gozo sempiterno de los escogidos.

65. No te goces en las prosperidades temporales, pues no sabes de cierto que te aseguran la vida eterna.

66. En la tribulación acude luego a Dios confiadamente, y serás esforzado, y alumbrado y enseñado.

El triple filtro: verdad, bondad y utilidad



EN LA ANTIGUA GRECIA, SÓCRATES (470-399 a.C.) , FUE FAMOSO POR SU SABIDURÍA Y  POR EL GRAN RESPETO QUE PROFESABA A TODOS.

UN DÍA, UN CONOCIDO SE ENCONTRÓ CON EL GRAN FILÓSOFO, Y LE DIJO:
- Sabes lo que escuché acerca de tu amigo ?
- Espera un minuto, replicó Sócrates.
Antes de decirme nada, quisiera que pasaras un pequeño exámen.
Yo lo llamo el exámen del triple filtro.
- ¿Triple filtro ? , preguntó el otro .
- Correcto, continúo Sócrates.
Antes de que me hables sobre mi amigo, puede ser una buena idea filtrar tres veces lo que vas a decir.
Es por eso que lo llamo el  Exámen del triple filtro”.
 
El primer filtro es la VERDAD.
¿estás absolutamente seguro de que lo que vas a decirme es cierto ?
_ No, dijo el hombre, realmente sólo escuche sobre eso y ...
_ Bien, dijo Sócrates, entonces realmente no sabes si es cierto ó no.


Ahora permiteme aplicar  el  segundo filtro, el  filtro de la BONDAD.
¿Es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo ?
_ No, por el contrario …
_ Entonces, deseas decirme algo malo de él, pero no estás seguro que sea cierto.

Pero aún podría querer escucharlo porque queda un filtro, el filtro de la UTILIDAD.
¿Me servirá de algo saber lo que vas a decirme de mi amigo ?
_ No, la verdad que no.
_ Bien, concluyó Sócrates.
Si lo que deseas decirme no es cierto, ni bueno e incluso no me es útil, ... ¿para que querría yo saberlo  ?


Usa este triple filtro  cada vez que oigas comentarios sobre alguno de tus amigos cercanos y queridos. La amistad es algo invaluable, nunca pierdas a un amigo por algún malentendido o comentario sin fundamento.

PREGÓN DE ADVIENTO


Os anuncio que comienza el Adviento.

Alzad la vista, restregaos los ojos, otead el horizonte.

Daos cuenta del momento. Aguzad el oído.

Captad los gritos y susurros, el viento, la vida...

Empezamos el Adviento,

y una vez más renace la esperanza en el horizonte.

Al fondo, clareando ya, la Navidad.

Una Navidad sosegada, íntima, pacífica,

fraternal, solidaria, encarnada,

también superficial, desgarrada, violenta...;

mas siempre esposada con la esperanza.

 Es Adviento esa niña esperanza

que todos llevamos, sin saber cómo, en las entrañas;

una llama temblorosa, imposible de apagar,

que atraviesa el espesor de los tiempos;

un camino de solidaridad bien recorrido;

la alegría contenida en cada trayecto;

unas huellas que no engañan;

una gestación llena de vida;

anuncio contenido de buena nueva;

una ternura que se desborda...

Estad alerta y escuchad.

Lleno de esperanza grita Isaías:

«Caminemos a la luz del Señor» .

Con esperanza pregona Juan Bautista:

«Convertíos, porque ya llega el reino de Dios».

Con la esperanza de todos los pobres de Israel,

de todos los pobres del mundo,

susurra María su palabra de acogida:

«Hágase en mí según tu palabra» .

Alegraos, saltad de júbilo

Poneos vuestro mejor traje.

Perfumaos con perfumes caros. ¡Que se note!

Viene Dios. Avivad alegría, paz y esperanza.

Preparad el camino. Ya llega nuestro Salvador.

Viene Dios... y está a la puerta.

¡Despertad a la vida! 

martes, 29 de noviembre de 2011

HOGARES NUEVOS


CARTILLA 310
¿Por qué me amas? ¿Por qué te amo?
“El amor no busca su propio interés” (Cfr. 1Cor 13,5)

P. Ricardo Facci
La pregunta, ¿qué encontré en ti, que hizo que te amara y te eligiera como esposo, esposa?, que el domingo por la mañana, durante el desarrollo del encuentro, se hizo cada matrimonio, ayuda a purificar intenciones en el amor. Pero hace un tiempo me encontré con esta otra pregunta, que si se la medita profundamente puede dar a luz sentimientos guardados en lo más íntimo del corazón: “¿Me amas porque me necesitas o me necesitas porque me amas? ¿Te amo porque te necesito o te necesito porque te amo?” Esto hay que hilarlo muy finito, no creo que se pueda responder de modo inmediato, para que podamos sacar a la luz todo lo que tiene nuestro interior. “¿Me amas porque me necesitas o
me necesitas porque me amas? ¿Te amo porque te necesito o te necesito porque te amo?”, les dejo el espacio para que lo mediten y dialoguen; luego seguimos

……….…………………………………………………………...................................................
………………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………
………………………………………………………………………………………………………………
El amor no busca su propio interés, sino por sobre todo el bien del otro. Está claro que el que se enamora genera un sentimiento de “necesidad” en cuanto espera que el otro lo haga feliz. La madurez de la relación va a lograr que el enamoramiento, etapa naturalmente egocéntrica, sea suplantado por el amor: “tengo necesidad de hacerte feliz”. El amor se lo cultiva de muchas maneras, por ejemplo, comprendiendo, perdonando, sabiendo ponerse en lugar del otro, admirándose de los dones puestos en el cónyuge, tolerando sus defectos, pero por sobre todo, deseando permanentemente hacer feliz a la persona amada, hasta tal punto, que su felicidad genera la propia felicidad. “Viéndote feliz, soy feliz”.
Si alguien quiere destruir el matrimonio no tiene más que comenzar a exigir y exigir y exigir… Especialmente, si día a día critica de modo permanente al otro en todo lo que hace, dice y piensa. Si a cada rato le recuerda sus fallas, sus limitaciones, sus debilidades y, además, lo trata con asperezas de carácter, va a hacer que el otro busque otros ámbitos, en los que se sienta tranquilo, aliviado, sin
tener que soportar comentarios y críticas negativas.
Hacer feliz, comienza por la aceptación de cómo es el otro, especialmente de aquello que está marcado por la propia personalidad, sin eximir de la aceptación de lo que la persona puede cambiar. El amor y el afecto todo lo pueden. Ama, y verás qué grandes resultados se obtienen. “¿Me amas porque me necesitas o me necesitas porque me amas? ¿Te amo porque te necesito o te necesito porque te amo?” ¡Qué pregunta! Muy movilizadora y clarificadora de intenciones.
Si amas porque algo necesitas, cuando se termine la necesidad, ¿qué? Necesitar al otro porque es objeto del amor, ¡qué diferente! Cuando se ama de verdad se va poniendo parte del propio ser en el otro, es uno mismo, por eso ya no puede vivir sin el ‘yo’ proyectado en el ‘tú’.
El amor se hace grande, sólido y auténtico, con verdadera proyección y esperanza de futuro, si la “necesidad” de vivir y compartir la vida con la persona, que se dice que se ama, brota, surge del mismo amor; cuando todo lo que se hace es para que el otro sea feliz, entonces para los esposos amar y vivir se transforma en una misma cosa. Cada minuto de la vida está en función de hacer feliz al otro.
Una vida no es plena y hermosa porque dure muchos años, sino por la intensidad como se vive en el amor y se haya trabajado por hacer feliz a los demás. La felicidad no transita desde los demás hacia uno, sino de uno hacia los demás. En cuántas oportunidades se reclama que se lo haga feliz, olvidando que es uno quien debe hacer feliz al otro. Siempre digo en nuestras comunidades de consagrados, que la cocina tiene el privilegio de ser un lugar en el que se puede pensar en los demás, complacerles, hacerles experimentar que se los ama. Alguien me decía refiriéndose a una de las consagradas, “siempre piensa en los demás”, ¡qué bueno escuchar eso! Tuve la gracia de experimentar en mi familia, que mamá y papá, de modos diferentes, buscaron agradar y hacer feliz a sus hijos. Esa vivencia de la infancia me ha conducido a experimentar un impulso interior de querer y buscar ayudar a que los demás sean felices.
El que busca a través del amor la felicidad del otro, no puede dejar de amar. Es un hábito que actúa por sí mismo, no tiene que pensar ni proponérselo. Donde hay amor hay felicidad, donde hay felicidad es porque hay amor. El amor genera una fragancia que todo lo envuelve, penetra y trasciende en el tiempo, dejando una marca que nada podrá borrar. Este espíritu debe hacer palpitar todas las realidades que se viven en el matrimonio. Mencionemos el diálogo, como ejemplo de esto que acabamos de afirmar. Si sólo busca los propios intereses, sin capacidad de concentrarse en las necesidades y sentimientos del otro, conduce irremediablemente al fracaso.
El amor humaniza. Hace a la persona más persona, porque la hace más humana. El egocentrismo animaliza, el amor humaniza. Las grandes personas no son, necesariamente, los que están en los monumentos o escritos sus nombres en bronce, lo que muchas veces responde a ideologías que hoy ensalzan y mañana destruyen. Un gran hombre y una gran mujer se miden por su capacidad de amar, de buscar que los demás sean felices.
Te necesito porque te amo, pero jamás te amo porque te necesito. Lo primero es un amor profundo, que brota desde la misma entrañas del corazón; lo segundo, es el amor caricatura, barniz, que se coloca mientras exista la conveniencia y después… si te he visto no me acuerdo. Alguien de más de
cuarenta años de casado decía “ya podemos divorciarnos, total ¿para qué?” Jamás se jubila en la vida matrimonial la alegría, el entusiasmo, el amor apasionado por hacerle feliz al otro. Mientras dure el peregrinar terreno, el corazón late al ritmo de la vida que no pierde la capacidad de buscar ser feliz. La mayor sabiduría del ser humano es la de convertir la vida en amor y el amor en felicidad donada a quien se ama. “¿Me amas porque me necesitas o me necesitas porque me amas? ¿Te amo porque te necesito o te necesito porque te amo?” Hay mucho por escarbar, escarben… Hay mucho por decir, díganlo…Permítanme finalizar con una frase que parece descolgada, pero siento que tiene mucho que ver: Dios es amor y nos creó para que seamos felices.
Oración

Señor Jesús,
que nos amaste sin interés alguno,
buscando que llegue la salvación y la felicidad eterna
a cada uno de nosotros,
te pedimos que sepamos amar del mismo modo,
sin condición alguna,
sino dándonos enteramente a quien amamos de verdad.
Es nuestro deseo trabajar constantemente por el bien del amado,
nos pusiste juntos para construir la felicidad en los años que recorramos juntos,
proyectada hacia la eternidad,
ayúdanos para que se haga realidad. Amén
Trabajo Alianza (para dialogar en pareja)
1.- ¿Qué encontré en ti, que hizo que te amara y te eligiera como esposo, esposa?
2.- ¿Te amo porque te necesito o te necesito porque te amo? ¿Me amas porque me necesitas o me necesitas porque me amas?
3.- ¿Por qué me amas? ¿Por qué te amo?
4.- ¿Qué siento al compartir contigo este tema?
Trabajo Bastón (para dialogar en el grupo)
1.- En general, quienes dicen que aman, ¿buscan la felicidad del amado o su propia felicidad?
2.- Se distingue claramente entre etapa de enamoramiento y etapa de amor.
3.- Y… ¿qué pasa con la comunidad: la amamos porque la necesitamos o la necesitamos porque la amamos?