Dichos de luz y amor
34. Múdese todo muy enhorabuena, Señor Dios, porque hagamos asiento en ti.
35. Un solo pensamiento del hombre vale más que todo el mundo; por tanto, sólo Dios es digno de él.
36. Para lo insensible, lo que no sientes; para lo sensible, el sentido; y para el espíritu de Dios, el pensamiento.
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