LA NAVIDAD TIEMPO HERMOSO PARA CONTEMPLAR EL MISTERIO DEL DIOS HECHO CARNE

Este espacio quiere ser un ventana abierta al infinito que es Dios o una puerta abierta al finito, que somos cada uno de nosotros. Todos podemos comunicarnos con Él, porque la oración es el medio que tenemos para expresar lo que sentimos en cada momento. Dios que es amor, ha derramado, gracias a la muerte en la cruz y resurrección de su Hijo, la fuerza y la grandeza de su Espíritu Santo. Santa Teresa de Jesús define la oración: "tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos que nos ama" (V 8,5). No podemos olvidar que Dios nos ha regalado un año nuevo para que lo aprovechemos en bien de los demás y seamos cada uno de nosotros lo que Dios quiere y espera de nosotros. ¡Disfrutemos de esta nueva oportunidad!
DIOS ES AMOR Y NOSOTROS TENEMOS QUE SER REFLEJO DE SU AMOR ALLÁ DONDE ESTEMOS.


jueves, 17 de noviembre de 2011

COMENTARIO A LAS LECTURAS DEL DOMINGO 34º: CRISTO REY DEL UNIVERSO


Último domingo del año litúrgico, solemnidad de Cristo Rey del universo. El largo camino de la Iglesia desde que lo comenzamos el primer domingo de Adviento, ha sido como una gran peregrinación a través de los misterios de Cristo. Pasan al reino los que reinaron por el amor en esta tierra y dieron de comer al hambriento, de beber al sediento, posada al peregrino, vestido al desnudo, visitaron al enfermo y al encarcelado. Lección esencial. La verdadera nobleza que da derecho al reino es el amor servicial en esta tierra. Los padres de la Iglesia han hecho de este evangelio un motivo constante de renovación en la caridad. Para que la vida de la tierra tenga una continuidad, plenitud en el Reino, vivamos ya el reinoen esta tierra en el servicio de la caridad a los más pobres. La utopía es precisamente hacer de la tierra un cielo, viviendo ya anticipadamente la comunión de los santos y su caridad.

Hoy los males de la humanidad y las posibles resonancias de las palabras de Jesús tienen otras dimensiones que nos exigen un amor organizado y creativo, para que la tierra no se convierta en un infierno, Y los discípulos de Jesús manifiesten la fuerza del Evangelio.

Mateo escribe a una comunidad que constataba que la segunda venida del Señor, que creían inminente, se retrasaba. Entre los mismos cristianos había signos de dejadez, rutina y abandono de la radicalidad del mensaje de Jesús. El evangelista recuerda que en el mensaje del Señor hay palabras de esperanza: Cristo volverá con gloria y la historia tendrá un final feliz. Ahora bien, esta segunda venida no sucederá enseguida. Mientras llega el momento, es necesario vigilar y comprometerse porque el futuro se construye en el presente.

La palabra de Dios es una invitación a salir de  nuestros letargos mirando al futuro, en el horizonte del juicio, y viviendo el presente, comprometidos con los hermanos más pequeños de Jesús. Dios nos regala la vida eterna, que acogemos o rechazamos en nuestra experiencia diaria del mandamiento del amor. Le pedimos al Señor de nuestras vidas que grabe en nosotros su imagen para que seamos capaces de verle y amarle en cada hermano que pasa a nuestro lado.






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