LA NAVIDAD TIEMPO HERMOSO PARA CONTEMPLAR EL MISTERIO DEL DIOS HECHO CARNE

Este espacio quiere ser un ventana abierta al infinito que es Dios o una puerta abierta al finito, que somos cada uno de nosotros. Todos podemos comunicarnos con Él, porque la oración es el medio que tenemos para expresar lo que sentimos en cada momento. Dios que es amor, ha derramado, gracias a la muerte en la cruz y resurrección de su Hijo, la fuerza y la grandeza de su Espíritu Santo. Santa Teresa de Jesús define la oración: "tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos que nos ama" (V 8,5). No podemos olvidar que Dios nos ha regalado un año nuevo para que lo aprovechemos en bien de los demás y seamos cada uno de nosotros lo que Dios quiere y espera de nosotros. ¡Disfrutemos de esta nueva oportunidad!
DIOS ES AMOR Y NOSOTROS TENEMOS QUE SER REFLEJO DE SU AMOR ALLÁ DONDE ESTEMOS.


jueves, 3 de noviembre de 2011

Oración breve de s. Teresa del Niño Jesús a la Virgen María



"Querida Virgen Santísima, haz que tu Teresita ya nunca más se atormente".

¿Qué sufrimiento «atormentaba» en esas fechas a la niña Teresa que justificase este grito dirigido a María? El primer Manuscrito puede ofrecernos la respuesta: «... la Santísima Virgen permitió este tormento para bien de mi alma» (Ms A 31rº).

Recordemos los hechos: el 13 de mayo de 1883, Teresa se cura de una enfermedad nerviosa gracias a la sonrisa de la Santísima Virgen. En un primer momento quiere guardar el secreto.

Pero María, su hermana mayor, lo descubre y se lo cuenta a las carmelitas. La niña empieza a dudar y cree «haber mentido». Le han robado su «felicidad». Ya no siente más que «humillación» y un «profundo horror» (ibid.). Su sufrimiento dura, pues, desde hace un año cuando Teresa conjura aquí a la Virgen que la libre de él. Y, en efecto, disfrutará de un período de calma «durante casi un año», 1884-1885 (cf Ms A 32vº).

Pero la liberación definitiva no tendrá lugar hasta el 4 de noviembre de 1887, en Nuestra Señora de las Victorias; ese día, «la Santísima Virgen me hizo sentir que había sido realmente ella quien me había sonreído» (Ms A 56vº). «Querida Virgen Santísima»: Teresa volverá a lanzar esa misma exclamación en su lecho de muerte (CA 30.9.6).

Comentario personal. A veces pensamos que la oración es decir muchas cosas, diálogos largos con Dios o con la madre de Dios, la Virgen. Los santos nos van demostrando con su vida de oración, que a veces, son oraciones muy breves, pero que responden a una situación personal en un momento determinado de su propia historia. Lo vemos muy claro en esta breve oración de santa Teresita del Niño Jesús, donde ella pide a la Virgen que la libre de ese problema que la atormenta. Nosotros también podríamos empezar a rezar más y con oraciones cortas, para ir poco a poco ensanchando nuestro corazón a Dios y a la Virgen.

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