LA NAVIDAD TIEMPO HERMOSO PARA CONTEMPLAR EL MISTERIO DEL DIOS HECHO CARNE

Este espacio quiere ser un ventana abierta al infinito que es Dios o una puerta abierta al finito, que somos cada uno de nosotros. Todos podemos comunicarnos con Él, porque la oración es el medio que tenemos para expresar lo que sentimos en cada momento. Dios que es amor, ha derramado, gracias a la muerte en la cruz y resurrección de su Hijo, la fuerza y la grandeza de su Espíritu Santo. Santa Teresa de Jesús define la oración: "tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos que nos ama" (V 8,5). No podemos olvidar que Dios nos ha regalado un año nuevo para que lo aprovechemos en bien de los demás y seamos cada uno de nosotros lo que Dios quiere y espera de nosotros. ¡Disfrutemos de esta nueva oportunidad!
DIOS ES AMOR Y NOSOTROS TENEMOS QUE SER REFLEJO DE SU AMOR ALLÁ DONDE ESTEMOS.


sábado, 28 de abril de 2012

PENSAMIENTO DE PABLO VI PARA ESTE TIEMPO PASCUAL


Pablo VI decía: «¿Cómo se hace presente Jesús en las almas? Mediante la comunicación de la Palabra se transmite el pensamiento divino el Verbo, el Hijo de Dios hecho hombre. Se podría afirmar que el Señor se encarna en nosotros  cuando aceptamos que la Palabra venga a vivir dentro de nosotros» 

SON MIS SEÑORES

"Tienes que arreglar mi casa". Una razón fundamental: lo único que veo en la tierra del Hijo de Dios es precisamente su cuerpo y su sangre, y los sacerdotes son quienes me lo ofrecen en la Eucaristía. Por tanto, de ninguna de las maneras quiero predicar contra la voluntad del párroco, del rector de la iglesia, aunque yo tuviera más sabiduría que tuvo Salomón, como escribe en el Testamento. Y amar y honrar a los sacerdotes porque son mis señores. Y aunque tengan pecados, no quiero echar cuenta de ellos, porque soy su siervo. Y son los que me amparan, y cuando me persiguen quiero acogerme en su casa.


Por su parte, el hermano sacerdote ha de tener en cuenta la gran responsabilidad que asume. Ved vuestra dignidad, hermanos sacerdotes, y sed santos, porque Él es santo. Es decir, el sacerdote debe poner a disposición de la Iglesia los dones que de Dios ha recibido, porque aquello que se le ha dado es para el bien de la Iglesia. 


Con su ejemplo y en sus escritos, Francisco manifestaba una profunda y devota veneración por el sacerdote. Pero ninguna más importante que la de reconocer que el sacerdote es el que hace que descienda sobre el altar, gracias a las palabras y a las manos del ministro, el mismo Hijo de Dios.


Nunca debe olvidarse el sacerdote de la dignidad con la que el Señor le ha regalado. Pero esta vida y honor ha de estar por completo al servicio del altar y de la caridad entre los hombres. Y tener en cuenta que esto es lo primero: servir y honrar a Dios y a sus hijos más pobres


Se ha escrito mucho acerca de la razón por la que Francisco no fue sacerdote. Ni sentimientos de humildad ni deseo frustrado. Simplemente, Dios no lo había llamado por el camino del ministerio sacerdotal. Quería a Francisco para que fuera nada más que un pobre que hablara de Dios Padre a los pobres.


De entre todos los escritos de san Francisco se puede entresacar un pequeño directorio de espiritualidad sacerdotal. En el primer capítulo había de figura la santidad del sacerdotal, que tiene su manantial en la celebración de la Eucaristía. Para realizar ministerio tan admirable, debe dejarse acompañar de una oración continua y de suplica permanentemente para que le sea  concedido el Espíritu del Señor. Capítulos imprescindibles han de ser el de la humildad y el del servicio, porque todo lo ha recibido el sacerdote es favor de Dios, pero no para guardarlo para sí mismo, sino para que sirva de beneficio de los demás.


Las virtudes de alabanza, generosidad, desprendimiento y gratitud ha  de ser expresión permanente de aquel que ha sido elegido por Dios para que sea lo más visible que los hombres puedan apreciar de la misma presencia del Hijo de Dios en el mundo.


15 días con Francisco de Asís. Card. Carlos Amigo Vallejo.
Resumen del quinto día.

jueves, 26 de abril de 2012

ESPÍRITU Y VIDA


"Y a todos los teólogos y a, los que nos administran  las santísimas Palabras divinas, debemos honrar y venerar como a quienes nos administran espíritu y vida". (Testamento 13)


Los dones de Dios no son solo simplemente una luz para contemplar el misterio, la grandeza, lo inconmensurable. Todo aquello que se recibe es gracia y favor benevolente, y se hace experiencia en la vida. Por eso hay que respetar y venerar a todos aquellos que ejercen el admirable ministerio de ayudar a los demás a encontrarse con Dios, a indicar y discernir el camino de la fidelidad a lo que se ha recibido. Son nuestros maestros y servidores de la fe.


Esos teólogos y ministros son maestros de la fe, no porque sea suya la verdad, sino porque ayudan a que los dones del Espíritu se conviertan en vida


La fe es un precioso regalo que generosamente el Padre, por el Espíritu, ofrece a todos aquellos que han de seguir la forma de vida de Hijo bendito de Dios. El único merecimiento para recibir este regalo no es otro que la sangre redentora de Jesucristo


Lee el Evangelio, lo medita, lo pone en práctica, pero no como una regla mágica, sino como la manifestación de la voluntad salvadora de Dios en su Hijo Jesucristo.


La oración continua, el acercamiento a la Eucaristía y la meditación de la pasión de Cristo serán la mejor garantía para mantener viva esa llama que Dios había puesto en su corazón y que se hacía comportamiento existencial de cada día.


Como san Pablo, Francisco solamente quiere oír hablar de Cristo, y Cristo crucificado.  Su vivir es Cristo. Su vida está escondida con Cristo en Dios. Si en todas las criaturas se encontraba y veneraba la presencia de Jesucristo, Francisco sabía muy bien que la Iglesia era el campo en el que el Padre había dejado caer los méritos redentores del Hijo.


Si el hermano quiere que descanse sobre el Espíritu del Señor, se ha de guardar de toda soberbia, vanagloria, envidia, avaricia, detracción y murmuración... Solamente abrasados por el fuego del Espíritu se puede seguir a Cristo y elevarse hasta los mismos cielos para llegar al Altísimo, que es Trinidad perfecta y simple unidad.


15 días con  Francisco de Asís. Card.    Carlos  Amigo Vallejo.
Resumen  del  cuarto día.

CUARTO DOMINGO DE PASCUA: EL PASTOR QUE DA LA VIDA POR LA UNIDAD DE SU REBAÑO


"Yo soy el Buen Pastor". Descubrimos el rostro y el corazón de Cristo desde esta imagen bella , poética, pero sobre todo teológica, del  Buen Pastor o del Pastor bello, adjetivo que Juan usa para adentrarnos en la belleza interior de la bondad de Cristo. El Buen Pastor da la vida por sus ovejas. Palabra bella que recuerda el sacrificio para rescatar a todos los suyos del dominio del pecado y de la muerte. Y la da libremente, por amor

La unidad de todos es palabra clave del Evangelio de Juan la que caracteriza la misión de Jesús, su oración al Padre, el significado de su sacrificio, reunir a todos los hijos de Dios dispersos. Misión de Jesús es atraer a todos, para que se escuche su voz y se forme un solo rebaño bajo un solo Pastor. Jesús se está comparando a sí mismo con los fariseos, que en vez de servir al pueblo se han servido de él, lo han abandonado a su propia suerte y han mirado sólo su propio interés. Esto es lo que caracteriza al Buen Pastor, su entrega voluntaria y total, hasta dar la vida por los demás.

La unidad es la palabra divina, es proyecto divino, el proyecto divino. La brújula de nuestra vida tiene que orientarse constantemente hacia ese ideal, como Jesús nos recuerda. Por eso Dios llama, porque es su plan de salvación, y para ello debemos trabajar, para que no en vano Cristo hay dado la vida para reunir todos los hombres y mujeres en la unidad bajo un solo Pastor. Y es que la unidad es lo perfecto que Dios quiere, la comunión de los corazones.

De nuevo el misterio del Buen Pastor, que es a la vez el único Mediador entre Dios y los hombres. Porque es el único que ha dado la vida por todos, la única piedra angular. Cristo es la piedra que los constructores (las autoridades judías) rechazaron al crucificarle y que Dios, resucitándole de entre los muertos colocó como piedra angular de todo el edificio.  El pasaje contiene una dimensión universal según la cual la muerte de Jesús servirá para convocar una comunidad en la que no tendrán vigencia las fronteras y discriminaciones marcadas por la religiosidad judía.

Si la misión de Jesús es el fundamento de la vocación y de la misión de todos, que nadie se excuse: somos llamados para dar la vida, somos llamados para trabajar por la unidad de todos en Cristo.

Este domingo puede ser también una buena ocasión para agradecer el ministerio pastoral del Papa, los obispos, los sacerdotes, los diáconos, los catequistas... llamados a reproducir en medio de la comunidad la imagen de Cristo Buen Pastor.



miércoles, 25 de abril de 2012

EL SEÑOR JESUCRISTO


"Y la voluntad del Padre fue que su Hijo bendito y glorioso, que él nos dio y que nació por nosotros, se ofreciera a sí mismo por su propia sangre como sacrificio y hostia en el ara de la cruz; no por sí mismo, por quien fueron hechas todas las cosas, sino por nuestros pecados, dejándonos ejemplo,  para que sigamos sus huellas. Y quiere  que todos nos salvemos por él y que lo recibamos con nuestro corazón puro y con nuestro cuerpo casto" (2 Carta a todos los Fieles, 11-14).

No quiere tener otro deseo sino el de identificarse lo más posible a Jesucristo. Vivir en este mundo como pobre y seguir las huellas de aquel que, siendo tan rico, eligió el camino de la humildad y de la pobreza. Solamente siguiendo las huellas del Señor Jesucristo se podría encontrar la auténtica felicidad.

La vida del hermano menor no será otra que la del mismo Jesucristo, la que nos dejó bien escrita en el Evangelio. Con Jesucristo todo se comprende; sin Jesucristo no hay explicación convincente posible. Jesucristo es el gran regalo del Padre a la humanidad

El que siendo rico se hizo pobre, el que acompaña siempre en la debilidad, el que se revistió de la enfermedad y de la  pobreza. Si todo lo han puesto en manos de Dios, seguirán el ejemplo de Jesucristo. 

Cristo es el Señor crucificado. Pobre y desnudo en la cruz, padeció y murió por nosotros, crucificado por exceso de amor, visto como hombre de dolores que se ofreció por sus hijos. Era el Hijo del Dios vivo que se puso en nuestro camino y eligió una forma pobre de vida. Solamente por el camino de la pobreza el hermano menor se puede identificar con Cristo pobre. 

15 días con Francisco de Asís. Card. Carlos Amigo Vallejo.
Resumen del  tercer día.

martes, 24 de abril de 2012

Pensamientos del Jesuita.Teilhard Di Chardin

“No te inquietes por las dificultades de la vida, por sus altibajos, por sus decepciones, por su porvenir más o menos sombrío. ¡Quiere… lo que Dios quiere para ti!. Ofrecele, en medio de inquietudes y dificultades, el sacrificio de tu alma sencilla que, pese a todo, acepta los designios de su Providencia… Poco importa que te consideres un frustrado, si Dios te considera plenamente realizado a su gusto… Su Plan Divino para Ti, es perfecto… Despreocúpate, confiando ciegamente en ese Dios que te quiere para Sí, y que está en ti aunque jamás lo veas. Piensa que estás en sus manos, tanto más firmemente agarrado, cuanto más decaído y triste te encuentres. ¡Vive feliz!
¡Te lo suplico! Que nada sea capaz de quitarte tu paz, ni la fatiga psíquica, ni tus fallas morales...  Conserva siempre sobre tu rostro, una dulce sonrisa, reflejo de la que el Señor continuamente te dirige. Y en el fondo de tu alma, coloca, antes que nada, como fuente de energía y criterio de verdad, todo aquello que te llene de la Paz de Dios
Recuerda: Cuanto te reprime o inquieta es FALSO y desaparecerá... Es PASAJERO… Te lo aseguro en nombre de las Leyes de la Vida y de las Promesas de Dios. Por eso, cuando te sientas apesadumbrado y triste … ¡Sólo Adora y Confía! Dios nos pone pruebas, éstas son para purificarnos y probarnos a nosotros mismos de todo lo que somos capaces… como Hijos Benditos de Dios. ¡Así que amemos lo que Dios ha querido hoy para nosotros!

domingo, 22 de abril de 2012

EL ALTÍSIMO DIOS


"Tú eres el bien, todo el bien, el sumo bien, Señor Dios vivo y verdadero. Tú eres el amor...Tú eres belleza...grande y admirable Señor, Dios omnipotente, misericordioso Salvador"

Francisco de Asís manifiesta todo lo que sentía sobre la grandeza de y la compañía del Señor. No tenía que buscar más: Dios había encontrado a Francisco y  el pobre de Asís lloraba de alegría al pensar en la bondad del Padre Dios. Francisco estaba convencido de que había sido llamado para ayudar a que los hombres se encontraran con Dios.

Para ver al invisible presente, hace falta unos ojos nuevos, los que deja limpios el paño de la misericordia. Un pecado de blasfemia sería negar la bondad de Dios. Ésta es la grandeza y la causa de la alegría: Dios es sumo bien, todo bien, único bien. Dios siempre va delante y es el primero. A Dios hay que contemplarlo con los ojos espirituales, como María.

La existencia de Dios llena por completo la vida y las aspiraciones de Francisco.  "Ninguna otra cosa deseemos, ninguna otra cosa queramos, ninguna otra cosa  y nos agrade y deleite sino nuestro Creador y Redentor y Salvador, el sólo verdadero Dios, que es bien pleno, todo bien, bien total, verdadero y sumo bien; que es el solo bueno, piadoso, manso, suave y dulce; que es el solo santo, justo, veraz, santo y recto...". Quien guarda y retiene algo para sí está robando a Dios lo que es de Dios. Debemos ser siervos suyos y estar sujetos a todo humana criatura por Él. Deseando agradarle en todo, como conviene al siervo de Dios y a los seguidores de su altísima pobreza.

15 días con Francisco de Asís.  Card.  Carlos  AmigoVallejo.
Resumen del segundo día.

REFLEXIONEMOS SOBRE LOS PROVERBIOS Y APRENDAMOS ALGUNA LECCIÓN


Todos los hombres estamos hechos del mismo barro
pero no del mismo molde. Proverbio Mexicano.

Mientras el tímido reflexiona, el valiente va, triunfa y vuelve.   Proverbio griego.


Con la mentira suele irse muy lejos, pero sin esperanzas de volver. proverbio judío.

La gente se arregla todos los días el cabello. 
¿Por qué no el corazón?.Proverbio chino.

El corazón en paz ve una fiesta en todas las aldeas. Proverbio hindú.

El que busca un amigo sin defectos se queda sin amigos. Proverbio turco. 

Lo que se aprende en la cuna, siempre dura. Proverbio español.


La violencia es el refugio de las mentes pequeñas.   Proverbio chino.  

Largo es el camino de la enseñanza por medio de teorías. Breve y eficaz por medio de ejemplos.    Anónimo.

Cuando hables, procura que tus palabras sean mejores que el silencio.  Proverbio Hindú.


Sonríe y sé cortés. A todos nos gustan las personas positivas.  Anónimo.   

viernes, 20 de abril de 2012

DE LO AMARGO DEL PECADO Y LA DULZURA DE LA MISERICORDIA.



Dios  que se vale de caminos insospechados para que lleguemos al deseado encuentro: Dios buscaba a Francisco y Francisco se vio encontrado por Aquel que ponía en su corazón unos ardores tan santos. ¿De dónde venía esa repugnancia hacia los leprosos? El mismo Francisco lo dice: porque estaba en pecados. Es así: el pecado es como un cáncer que va creando esa tenebrosa ceguera que incapacita para ver la luz, que carcome de tal manera las entrañas que las deja atrofiadas e insensibles ante cualquier motivación para la bondad.


El Señor lo lleva hasta los leprosos y los trata con misericordia. El amor ha cambiado lo amargo en dulzura porque en la herida del hermano desvalido se ha puesto el bálsamo de la misericordia. Francisco pondrá incondicionalmente su voluntad en manos del Altísimo. La vida entera quedará empapada por el querer de Dios.


"El Señor me llevó en medio de los leprosos" dice Francisco. Así es, porque en su corazón se vivía ya el apasionamiento por Aquel que quiso hacerse leproso. Su itinerario de conversión era gracia que Dios Padre le había dado: reconocer el rostro del Hijo en la cara desfigurada del leproso.


Había pasado por la experiencia de sentir lo amargo del pecado y la dulzura de la misericordia. Vivencia tan profunda no quería guardársela para sí mismo.  Por eso, Francisco procuraba, en cuanto la ocasión se lo permitía, hablar del mal que conducía al pecado y de la satisfacción incluso corporal que había sentido en el encuentro de la misericordia. Con el pecado se ha crucificado al mismo Cristo. Nadie debe alterarse por el pecado del otro. "Nada debe disgustar al siervo de Dios fuera del pecado".


Por otra, si uno peca no debe ser ligero para  excusarse, sino humildemente soportar la vergüenza de la reprensión. El pecado es tan sutil y maligno que puede causar la ceguera y el engaño, haciendo ver al cuerpo que es algo dulce y, en cambio, considera amargo el servir a Dios. El pecado es un mal muy grande, y la misericordia, un regalo de Dios para el corazón de los hermanos.


Así como el pecado acarrea tanto mal y tanta amargura, la misericordia es bálsamo que devuelve la alegría de la salvación y mete dulzuras de paz en el alma.

15  días  con Francisco de Asís. Cad. Carlos Amigo Vallejo.
Resumen del primer día.

LA VOZ DEL AMADO, JESÚS RESUCITADO




Cuatro momentos de disponibilidad para acoger la Palabra:

1. Momento de atención amorosaEspera en silencio la llegada de la Palabra de  tu Amado. Ten la puerta abierta
y la lámpara encendida.

2. Momento de fertilidadLa Palabra de Jesús te recrea en cada instante. Acoge,  guarda y amasa en tu interior esta Palabra de Luz y de Vida.

3. Momento de responsabilidadComparte con los demás la semilla del Reino. Anuncia con gestos y palabras el amor samaritano.

4. Momento de futuroSueña un mundo más humano 
donde todos puedan sentarse en la mesa de la fraternidad universal, donde la cultura de la paz  impregne a todos los pueblos de la tierra. 

Pistas de luz para el camino pascual:

1. Hágase tu voluntad: vivamos en todas las circunstancias de la vida como vivió el Hijo de Dios.


2. Vive alerta: la vida sigue siendo lucha y riesgo.

3. Cultiva el lenguaje de la ternura.

4. El amor es el lenguaje  que todo el mundo entiende.

5. A pesar de todos los momentos de cruz que puedas vivir, recuerda que Jesús ha vencido a la muerte y nos ha abierto un camino nuevo de vida y esperanza.

6. Seamos siempre optimistas y estemos llenos de ilusión, porque Jesús vive y Él es la fuente de nuestra existencia, sólo Él.



jueves, 19 de abril de 2012

DIOS NOS MANDA EMPUJAR LA ROCA, PERO NO MOVERLA


Un hombre dormía en su cabaña cuando de repente una luz iluminó la habitación y apareció  Dios. El Señor le dijo que tenía un trabajo para él
y le enseñó una gran roca frente a la cabaña.
Le explicó que debía empujar la piedra con todas sus fuerzas.
El hombre hizo lo que el Señor le pidió.
Por muchos años, día a día, desde que salía el sol hasta el ocaso,
el hombre empujaba la fría piedra con todas sus fuerzas...
y ésta no se movía.
Todas las noches el hombre regresaba a su cabaña muy cansado y sintiendo que todos sus esfuerzos eran en vano.
Como el hombre empezó a sentirse frustrado,
Satanás decidió entrar en el juego trayendo
pensamientos a su mente:
"Has estado empujando esa roca por mucho tiempo,
y no se ha movido". 
Le dio al hombre la impresión que la tarea
que le había sido encomendada era imposible de realizar
y que él era un fracaso.
Estos pensamientos incrementaron su sentimiento
de frustración y desilusión. 
Satanás le dijo:
"¿Por qué esforzarte todo el día en esta tarea imposible?
Sólo haz un mínimo esfuerzo y será suficiente".
El hombre pensó en poner en práctica esto
pero antes decidió elevar una oración al Señor
y confesarle sus sentimientos: 
"Señor, he trabajado duro por mucho tiempo a tu servicio.
He empleado toda mi fuerza para conseguir lo que me pediste, pero aún así, no he podido mover la roca ni un milímetro ¿Qué pasa? ¿Por qué he fracasado? " 
El Señor le respondió con compasión y ternura:
"Querido amigo, cuando te pedí que me sirvieras y tú aceptaste, te dije que tu tarea era empujar contra la roca
con todas tus fuerzas, y lo has hecho.
Nunca dije que esperaba que la movieras.
Tu tarea era empujar.
 Ahora vienes a mí sin fuerzas
a decirme que has fracasado,  pero,
¿en realidad fracasaste?
Mírate ahora, tus brazos están fuertes y musculosos,
tu espalda fuerte y bronceada,
tus manos callosas por la constante presión,
tus piernas se han vuelto duras.
A pesar de la adversidad has crecido mucho y tus habilidades ahora son mayores que las que tuviste alguna vez.
Cierto, no has movido la roca, pero tu misión era empujar y confiar en mí.
Eso lo has conseguido.
Ahora, querido amigo, yo moveré la roca".
Algunas veces, cuando escuchamos la palabra del Señor, tratamos de utilizar nuestro intelecto para descifrar su voluntad, cuando en realidad Dios sólo nos pide confianza  en Él.
Debemos ejercitar nuestra fe que mueve montañas, pero conscientes que es Dios quien al final logra moverlas.
Cuando todo parezca ir mal ...
¡ SÓLO  EMPUJA !
 Cuando estés agotado por el trabajo ...
 ¡ SÓLO EMPUJA !
Cuando la gente no se comporte de la manera
que te parece que debería ...
¡ SÓLO EMPUJA !
 Cuando no tienes más dinero para pagar tus cuentas ...
¡ SÓLO  EMPUJA !
Cuando la gente simplemente no te 
comprende ...
¡ SÓLO EMPUJA !
Cuando te sientas agotado y sin fuerzas ...
 ¡ SÓLO EMPUJA !
 En los momentos difíciles pide ayuda al Señor
y eleva una oración a Jesús
para que ilumine tu mente y guíe tus pasos.
Entrega tus miedos al Señor y pídele con una oración
que Jesús te ayude a encontrar el camino que te conduzca a Él.
P.D.Dios nos manda empujar la roca, es decir, amar y hacer las cosas bien. No nos pide que convirtamos a las personas, eso depende de Dios y de cada uno.





TERCER DOMINGO DE PASCUA. JESÚS RESUCITADO, REEVANGELIZADOR DE SUS DISCÍPULOS.


El tercer domingo de Pascua la Iglesia nos hace saborear las certezas del misterio con la proclamación de otro de los evangelios de apariciones del Resucitado. De nuevo Jesús se hace presente, porque ésa es su condición, la de ser una persona viva y activa, vuelta hacia nosotros. Jesús mismo ha tenido que decir que no es un fantasma, ha anticipado la comprensión de sus temores, de sus dudas. Su presencia no ha de entenderse en un sentido físico, el evangelio quiere resaltar que se trata del mismo Jesús que ellos conocieron y trataron. Su presencia es nueva y diferente, por eso no lo reconocieron al principio, pero es real.

Se establece un vínculo  entre la experiencia pascual y la necesidad de dar testimonio. La primera carta de Juan, por su parte, nos recuerda que ese testimonio es fruto del verdadero conocimiento de Dios y ha de traducirse en el cumplimiento de sus mandamientos, el primero de los cuales es el amor. Conocer a Cristo, no se reduce a un conocimiento intelectual ni conceptual, sino que se trata de una relación concreta con Cristo, de una relación de persona a persona. 

Jesús volvió a ser aquella tarde de Pascua, desde su nueva vida, el compañero de camino, el comensal, sí compañero y comensal significan compartir el pan y la mesa. Y volvió a ser el afable conversador  que evangeliza, reevangeliza a sus discípulos. La muerte del Mesías y sobre todo su resurrección son acontecimientos previstos misteriosamente en el proyecto de Dios. Y ésa es la buena noticia que ellos, sus testigos, tendrán que anunciar a todos. 

Hay que leer la historia de la salvación a la luz de Cristo, Maestro perenne de su Iglesia; hay que desvelar los misterios con la antorcha luminosa de la Resurrección. Es la Resurrección de Cristo la clave hermenéutica del pasado, del presente y del futuro. Cristo está siempre con nosotros para que releamos, con Él y bajo la guía del Espíritu, los misterios de la vida y de la historia. El nuevo Israel que no renuncia a sus raíces, que lee con estupor y amor las páginas del Antiguo Testamento. 

Si Jesús quiere ofrecer señales de su resurrección, éstas no bastan por sí solas; para entenderlas se necesita además la fe, pues este reconocimiento de Cristo resucitado no puede terminar en su humanidad, sino que ha de ir más allá.

Una palabra conmovedora de Pedro, el pastor pescador y perdonado, que empieza a aprender a tener un corazón comprensivo para ser pastor de todos y a poner en el centro del anuncio la ley del perdón, la oferta de paz del Resucitado: "Sé que lo hicisteis por ignorancia, vuestras autoridades lo mismo". Una interpretación de la historia en la que Dios es siempre amor. Y una regla para evangelizar  y reevangelizar siempre ofreciendo la clave del diálogo de la salvación: anunciar el misterio de Cristo Resucitado, una presencia salvadora que para todos y en todo momento es fuente de esperanza y de perdón.

En la misión nunca estamos solos. No somos francotiradores. El Espíritu de Dios nos fortalece y trabaja con nosotros. Creer en el Resucitado implica saber reconocer los signos de su presencia hoy, aquí, entre nosotros. En su nombre se anunciará... la conversión y el perdón de los pecados.

sábado, 14 de abril de 2012

SEGUNDO DOMINGO DE PASCUA. PRESENCIA DE CRISTO, CERTEZAS Y COMPROMISOS DEL CRISTIANO.



Hay que tener la mirada puesta constantemente en Cristo Resucitado, si queremos que esta expresión no sea retórica, sino experiencia cotidiana. Del misterio de la Pascua, de la victoria de Jesús nos quedan las tres certezas entre las que los exégetas debaten para apurar las consecuencias del misterio: el sepulcro que quedó vacío, el anuncio que recibieron las discípulas y discípulos del Señor, las apariciones del Resucitado.

Jesús no se quedó en el pasado. Está presente, nos acompaña. Nuestra relación con Él, aunque velada por el misterio, tiene la evidencia de la fe, para que la que Jesús pronuncia la más bella de las bienaventuranzas en el evangelio de hoy: "Dichosos los que crean sin haber visto".

Desafía la incredulidad de Tomás, el discípulo que a su vez había desafiado a que Cristo se dejara ver y tocar. Discípulo incrédulo, pero inteligente, intérprete de nuestras dudas y nuestros deseos.

Para afirmar la resurrección de Cristo hay que ser testigos. Y a Tomás, el discípulo que confiesa la divinidad y el señorío de Jesús, le agradecemos que haya forzado al principio la evidencia de la Resurrección. El relato insiste en que "no estaba con ellos cuando se apareció Jesús". De este modo el evangelista indica la importancia de la comunidad como lugar privilegiado para vivir e interpretar la experiencia pascual. Para Tomás, esta se produce cuando se reintegra a la misma y desemboca en una confesión de fe.

Y la fe produce frutos de vida nueva. Al límite de la utopía, como nos recuerda la lectura de los Hechos de los Apóstoles, la comunidad cristiana vive en la unidad de un mismo pensar y un mismo sentir, los bienes se ponen en común como una exigencia de caridad, una lógica conclusión del valor supremo de los bienes de la fe y de la caridad, por encima de los egoísmos de las posesiones.

Necesitamos, como hizo con sus primeros discípulos, que él nos libere de nuestros miedos y nos comunique su Espíritu para poder ser sus testigos. En Tomás vemos reflejadas las disficultades que tenemos para creer. La incredulidad de Tomás deja paso a la adoración "Señor mío y Dios mío".


sábado, 7 de abril de 2012

DESDE QUE CRISTO RESUCITÓ NO HAY LUGAR PARA LA TRISTEZA Y LA DESESPERANZA EN LA VIDA DEL CRISTIANO



La resurrección

Cristo resucitó en un determinado momento de la historia, pero aún espera resucitar en la historia de innumerables hombres, en la historia de los individuos y en la de los pueblos. Esta es una resurrección que supone la cooperación del hombre, de todos los hombres. Pero es una resurrección en la cual se manifiesta siempre una oleada de esa vida que surgió del sepulcro una mañana de Pascua hace ya tantos siglos.

Dondequiera que un corazón, superando el egoísmo, la violencia y el odio, se inclina con un gesto de amor hacia el necesitado, allí Cristo resucita hoy de nuevo.

Dondequiera que en empeño operante por la justicia emerja una verdadera voluntad de paz, allí retrocede la muerte y se consolida la vida de Cristo.

Dondequiera que muera quien ha vivido creyendo, amando y sufriendo, allí la resurrección de Cristo celebra su victoria definitiva.

La última palabra de Dios sobre las vicisitudes humanas no es la muerte, sino la vida; no es la desesperación, sino la esperanza.

Juan Pablo II

MI FELICITACIÓN PASCUAL

DOMINGO DE PASCUA: ¡HA RESUCITADO! ¡ALELUYA, ALELUYA!



Después de haber celebrado en estos días la pasión, muerte y sepultura del Hijo de Dios. Cuando todo parecía que la muerte tendría la última palabra y que todo quedaría oculto para siempre en el sepulcro, la verdad es otra muy distinta. ¡El amor no puede quedar enterrado para siempre! ¡La vida es más fuerte que la muerte! Surge un grito esperanzador: "No os asustéis. Buscáis a Jesús de Nazaret, el crucificado. Ha resucitado; no está aquí. Mirad el lugar donde lo puesieron. Ahora id a decir a sus discípulos y a Pedro. Él va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis, tal como lo dijo". La pasión de Jesús desemboca en el triunfo de la Pascua. La Pascua de Jesús ilumina la comprensión de todo su misterio; las predicciones de la pasión se cerraban siempre con un anuncio de la resurrección.

Los protagonistas de este relato, situado temporalmente en la madrugada del domingo, son un grupo de mujeres que Marcos ha mencionado ya antes en el relato de la pasión. Estas mujeres son las únicas que han permanecido junto a la cruz de Jesús después de que sus discípulos le abandonasen.

El momento central del episodio está constituido por el encuentro de las mujeres con el joven vestido de blanco. El mensaje tranquilizador y sorprendente que escuchan, anunciándoles la resurrección de Jesús, aclara definitivamente el sentido de lo que están viendo y suena como una verdadera confesión de fe. A este anuncio pascual sigue un encargo que revela que la tumba de Jesús no es el final del camino del discipulado, sino el punto de partida donde todo puede comenzar de nuevo.

Sorprende especialmente el silencio de las mujeres que huyen atemorizadas del sepulcro y no cumplen el encargo recibido. Ni siquiera la resurrección del Señor puede dar lugar a falsos triunfalismos que les hagan olvidar la necesidad de seguir al crucificado. El silencio final de las mujeres en la mañana de Pascua nos invita a llenarlo con palabras y gestos de testimonio.

Se nos invita a "volver a Galilea", es decir, al lugar donde Jesús empezó su camino seguido por sus discípulos. Se trata de comenzar de nuevo, más allá de todo fracaso, de ponerse una vez más tras las huellas del Maestro para volver a escuchar su palabra y ser testigos de lo que hizo, de releer la propia experiencia de seguimiento sabiendo, eso sí, que el itinerario hacia la cruz termina siempre en la resurrección. Este "volver a Galilea" significa estar dispuesto a no dejar que las experiencias de dolor, de incoherencia, de negatividad... frusten nuestro camino de discipulado.

Desde antiguo los cristianos celebraron la Pascua de Cristo como una victoria. Ya el grito de Pablo: "Cristo nuestra Pascua ha sido inmolado" evidencia el sentido de la victoria pascual que los discípulos festejan como un triunfo. El triunfo de Cristo ilumina la existencia del cristiano para convertirla también en una Pascua gloriosa.

Si la luz de la Resurrección, simbolizada en la llama que cada cristiano recibe del cirio pascual, en la vigilia de la noche santa, ilumina constantemente la existencia, el cristiano podrá repetir y vivir la frase de Basilio de Seleucia: "Cristo con su Resurrección ha hecho de la vida de los hombres una fiesta continua". Podrá pues afrontar la vida y la muerte como un testigo del resucitado. Con la luz de la fe en los ojos, la alegría en el corazón, la fortaleza en las adversidades, el amor en todas sus manifestaciones. La Pascua de Jesús convierte en Pascua gloriosa la vida y muerte de los cristianos.