LA NAVIDAD TIEMPO HERMOSO PARA CONTEMPLAR EL MISTERIO DEL DIOS HECHO CARNE
Este espacio quiere ser un ventana abierta al infinito que es Dios o una puerta abierta al finito, que somos cada uno de nosotros. Todos podemos comunicarnos con Él, porque la oración es el medio que tenemos para expresar lo que sentimos en cada momento. Dios que es amor, ha derramado, gracias a la muerte en la cruz y resurrección de su Hijo, la fuerza y la grandeza de su Espíritu Santo. Santa Teresa de Jesús define la oración: "tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos que nos ama" (V 8,5). No podemos olvidar que Dios nos ha regalado un año nuevo para que lo aprovechemos en bien de los demás y seamos cada uno de nosotros lo que Dios quiere y espera de nosotros. ¡Disfrutemos de esta nueva oportunidad!
DIOS ES AMOR Y NOSOTROS TENEMOS QUE SER REFLEJO DE SU AMOR ALLÁ DONDE ESTEMOS.
DIOS ES AMOR Y NOSOTROS TENEMOS QUE SER REFLEJO DE SU AMOR ALLÁ DONDE ESTEMOS.
martes, 30 de octubre de 2012
lunes, 29 de octubre de 2012
domingo, 28 de octubre de 2012
sábado, 27 de octubre de 2012
viernes, 26 de octubre de 2012
jueves, 25 de octubre de 2012
¿DONDE ESTAN LOS ORGANISMOS DEFENSORES DE LOS DERECHOS HUMANOS?
UNA TRAGEDIA QUE NECESITA SER DIVULGADA.
SI ERES SENSIBLE NO LO VEAS...Facebook censurado. Cristianos quemados vivos en Nigeria: un holocausto monstruoso, ante la indiferencia internacional.Los mártires existen HOY. ¿DONDE ESTAN LOS ORGANISMOS DEFENSORES
DE LOS DERECHOS HUMANOS?.
DENUNCIA DEL PADRE Juan Carlos Martos
cmf Segretariato di PV Missionari Clarettiani.
Comentario personal. La verdad, que se pone
hoy mucho el grito en el cielo cuando
vemos algunas imágenes que nos hacen ver
la realidad del ser humano cuando se
trata el tema de la violencia.
Muchas personas son muy sensibles
ante la violencia contra los animales
o ciertas plantas que están protegidas.
Pero son poco sensibles cuando se trata
del ser humano, ya sea cuando todavía
no ha nacido, aborto, o cuando son
cristianos a los que matan.
Porque parece ser que los cristianos
son ciudadanos de segunda clase.
Señores, que todos los hombres somos
iguales en dignidad, porque todos
hemos sido creados a imagen y
semejanza de Dios Amor.
Respetemos la vida en todas
sus manifestaciones y defendamos
la vida de todo ser humano, sea de
la religión que sea e independiente
de clases sociales diferentes
y signo político adverso.
miércoles, 24 de octubre de 2012
martes, 23 de octubre de 2012
DOMINGO XXX DEL TIEMPO ORDINARIO
Reconocer la ceguera para seguir a Jesús por el camino
El Evangelio de hoy recuerda la curación de un ciego realizada
por Jesús y que san Marcos presenta en sentido simbólico, como reconocen la
mayor parte de comentaristas. En todo el contexto el evangelista está mostrando
lo que favorece conocer a Jesús y seguirle de forma auténtica a Jerusalén, y lo
que lo impide. Al final, la figura del ciego, que reconoce su ceguera y pide la
curación a Jesús, es una invitación al creyente para que reconozca su ceguera y
pida a Jesús que le haga ver su verdadero rostro para que le siga con ánimo a
Jerusalén para compartir su muerte y resurrección.
El corazón tiene tendencias a inducirnos a un autoengaño que
justifique el tipo de vida que estamos llevando y la visión que tenemos de
nosotros y de las cosas. Busca con ello una falsa paz, que en el campo religioso
se traduce en un cristianismo amorfo y sin vida o en la negación de toda
religiosidad.
El que ama el engaño, en él perecerá. A los que no aman la verdad “Dios
les envía un poder seductor que les hace creer en la mentira para
que sean condenados todos cuantos no creyeron en la verdad y prefirieron la
iniquidad” (2 Tes 2,11-12). Al contrario, al que busca sinceramente la luz de
la verdad, Dios no se la niega. S Agustín fue un amante de la verdad y después
de un largo peregrinaje la encontró; John Henry Newman, otro amante de la
verdad, después de una larga búsqueda, encontró la fe católica, y así otros
muchos.
Jesús es luz y se entra en su mundo por medio de la luz: « Yo soy la luz
del mundo; el que me siga no caminará en la oscuridad, sino que tendrá la luz
de la vida. » (Jn 8,12); es “la luz que brilla en las tinieblas, y las
tinieblas no la recibieron” (Jn 1,5). La palabra de Dios nos invita hoy a
acoger la verdad y no rechazarla para alcanzar un verdadero conocimiento de
Jesús. Para ello es básico que todos reconozcamos nuestras cegueras mayores o
menores como primer paso para poder ver, reconocer a Jesús como Salvador y ser
salvados por él: « Para un juicio he venido a este mundo: para que los que no
ven, vean; y los que ven, se vuelvan ciegos. » Algunos fariseos que
estaban con él oyeron esto y le dijeron: « Es que también nosotros somos
ciegos? » Jesús les respondió: Si fuerais ciegos, no tendríais pecado; pero,
como decís: "Vemos" vuestro pecado permanece. » (Jn 9,39-41). El que
reconoce su ceguera, acude a Jesús, pide ver, recibe la salvación y con ello la
capacidad de seguir a Jesús por el camino con alegría.
Conocer la verdad sobre uno mismo es reconocer que somos mortales, con un
principio y un fin. Esto es necesario, pero no basta, pues puede inducir a caer
en un relativismo hedonista: Comamos y bebamos que mañana moriremos. Nuestra
verdad completa incluye además reconocer que Dios ha puesto en nuestro corazón
un hambre de felicidad infinita que nos capacita para reconocerlo como nuestro
Creador y Salvador: “Nos has
hecho, Señor, para ti y nuestro corazón está inquieto mientras no descansa en
ti. [San Agustín]. Esto implica
reconocer que somos criaturas de Dios Padre que nos ha llamado a la existencia
para que compartamos su gloria, siendo hijos en su Hijo (Ef 1,5) y que cuenta
con cada uno de nosotros para crear un mundo mejor, viviendo una vida de
servicio solidario. Reconocer mi verdad es aceptar que soy débil y pecador,
necesitado de salvación de Dios.
Conocer la verdad sobre los demás es reconocer que todos somos criaturas de
Dios, iguales y llamados a vivir solidariamente, lo que excluye mirar al otro
como competidor o enemigo. “Por tanto, desechando la mentira, hablad con verdad
cada cual con su prójimo, pues somos miembros los unos de los otros”
(Ef 4,25).
Conocer la verdad sobre la creación es reconocer que Dios ha creado los
bienes como medio para que todos se realicen como personas, lo que excluye la
adoración de los bienes como si dieran la salvación. Conocer la verdad es
reconocer el primado del amor sobre todos los demás valores, pues al final
seremos examinados de amor.
Conocer la verdad es una tarea constante que hemos de afrontar, evitando
las interferencias del orgullo, la avaricia, la ambición, el hedonismo... que
impiden reconocer a Jesús como salvador. Como dice san Pablo: “En otro
tiempo fuisteis tinieblas; mas ahora sois luz en el Señor. Vivid como hijos de
la luz; pues el fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad.
Examinad qué es lo que agrada al Señor, y no participéis en las
obras infructuosas de las tinieblas, antes bien, denunciadlas. Cierto que ya
sólo el mencionar las cosas que hacen ocultamente da vergüenza; pero, al ser
denunciadas, se manifiestan a la luz. Pues todo lo que queda manifiesto es luz.
Por eso se dice: Despierta tú que duermes, y levántate de entre los muertos, y
te iluminará Cristo (Ef 5,8-14).
En la tarea de conocer la verdad ayuda el examen de conciencia frecuente,
la aceptación humilde de la corrección fraterna, la propia experiencia de las
pruebas que nos hacen sentir nuestra debilidad...
Además de buscar la verdad para cada uno, tenemos que ayudar a ver a muchos
hermanos que yacen tumbados a la vera del camino, aparentemente ajenos a la
Verdad. Ciertamente que Cristo resucitado trabaja en el corazón de todos los
hombres, pues Dios quiere la salvación de todos. Nuestra tarea consiste,
primero, en no poner obstáculos a su búsqueda de la Verdad con nuestra falta de
testimonio y, después, favorecer todo lo que sea búsqueda sincera, respetando
su proceso personal.
En cada Eucaristía pasa ante
nosotros Jesús, que nos invita a salir a su encuentro reconociendo nuestras
cegueras y pidiéndole ver y seguirle por su camino.
Antonio Rodríguez Carmona
Sacerdote de la diócesis de Almería
lunes, 22 de octubre de 2012
REFLEXIONA EN EL AÑO DE LA FE
Hablar de Dios
«Estas palabras de Pablo, “insiste a
tiempo y a destiempo” (cf. 2Tm,4,1–2), significan que hay que hablar
siempre y en todas partes de Dios, dar testimonio de él, ante los hombres y
ante el mundo, no sólo porque tal es la misión y la vocación del discípulo,
sino porque tal es la necesidad más profunda del hombre y del mundo: el
mundo y sobre todo el hombre en el mundo no tienen sentido fuera
de Dios.»
Juan
Pablo II dialoga con André Frossard. “¡No tegáis miedo!”. El mundo I.
domingo, 21 de octubre de 2012
sábado, 20 de octubre de 2012
ACCIÓN DE GRACIAS CON MOTIVO DE MIS XXV AÑOS DE SACERDOCIO
ACCIÓN DE GRACIAS
¡TODO ME HABLA DE TI… TODO SE LLENA DE TI!
Cuando recorro mi vida
y pienso en todos los trechos
que he caminado contigo
mi vida es cual un misterio.
Comencé en la Contraviesa
pueblos de vides y almendros…
entre la Sierra y el Mar
plenos de tu amor inmenso
¡TODO ME HABLA DE TI,
MI CORAZÓN SE LLENA DE ESPERANZA!
Entre aromas de azahares
-en el Valle naranjero-
la voz divina
cantaba
en trinos dulces y bellos
¡TODO ME HABLA DE TI,
MI CORAZÓN SE LLENA DE HERMOSURA!
Cumbres de nievas eternas;
veranos suaves y frescos
tras los inviernos helados
de ríos cantarines cual espejos
¡TODO ME HABLA DE TI,
MI CORAZÓN SE LLENA DE BONDAD!
Entre olivos los pueblos de los Montes
y un atronador silencio
por el trinar de
pájaros vencido
alegran los campos en bellos sueños.
¡TODO ME HABLA DE TI,
MI CORAZÓN SE LLENA DE HUMILDAD!
En Roma, ciudad eterna,
con fuentes monumentales,
anduve calles y plazas,
basílicas eclesiales
y ruinas patrimoniales.
¡TODO ME HABLA DE TI,
MI CORAZÓN SE LLENA DE ILUSIÓN!
Puertas del cielo en el mar,
entre plantas tropicales
con nísporos, chirimoyos,
con amplios
invernaderos
y pueblos blancos,
leales.
¡TODO ME HABLA DE TI,
MI CORAZÓN SE LLENA DE ALEGRÍA!
Entre el asfalto y el tráfico,
en plazas de bello encaje,
con ajetreo de sus gentes,
la prisa al tiempo deshace.
¡TODO ME HABLA DE TI,
MI CORAZÓN SE LLENA DE PAZ!
Con la gente de los pueblos,
con su ternura constante,
en sus cruces y sus glorias
de Jesús son estandartes.
¡TODO ME HABLA DE TI,
MI CORAZÓN SE LENA DE TERNURA!
La música y los cantos
-en acordes celestiales-
son melodías que expresan
las divinas realidades.
¡TODO ME HABLA DE TI,
MI CORAZÓN SE LLENA DE SONORA QUIETUD!
Esta Acción de gracias fue escrita por mí, con motivo de mis 25 años de sacerdocio. Es fruto de mi oración y dedicación al Señor en su Iglesia, con cariño a todas esas personas que Dios puso en mi camino y por las cuales yo doy gracias a Dios, por el don maravilloso que me ofreció. Y doy gracias a las personas por su sencillez, belleza y caridad. Yo hice la oración que surgió de un corazón enamorado y un amigo mio que es poeta, puso el resto, transformó la oración en poesía con su inteligencia y su delicadeza con la pluma. Él se llama José Antonio Casasola. Gracias.
viernes, 19 de octubre de 2012
jueves, 18 de octubre de 2012
miércoles, 17 de octubre de 2012
DOMINGO XXIX DEL TIEMPO ORDINARIO
Los
cargos como servicio
El
relato del Evangelio continúa la temática de san Marcos sobre el conocimiento
de Jesús: puesto que el corazón condiciona e interfiere muchísimo la capacidad
de comprender del entendimiento, hay que examinar los valores y antivalores que
anidan en él. Hoy en concreto el Evangelio afirma que la ambición impide
conocer al verdadero Jesús, mientras que, al contrario, la actitud de servicio
la facilita, pues Jesús ha venido a servir y dar su vida en rescate por todos
(cf. también 1ª lectura).
La
Iglesia es el Cuerpo de Cristo, cuerpo orgánico, en que Cristo es la cabeza y
cada uno tiene una tarea o carisma al servicio de los demás. Cristo es la
cabeza, el miembro que preside y del que viene toda la vida, los demás acogemos
esta vida que él nos ha conseguido con su muerte y resurrección y nos servimos
de ella para nuestro crecimiento y el de los demás. Todos absolutamente tienen
su tarea, que reparte libremente el Espíritu según sus criterios siempre al
servicio de la mayor vida del cuerpo. Unos han recibido un ministerio ordenado,
otros una capacidad para enseñar en la catequesis o para ayudar en las diversas
tareas de Caritas o para servir al bien común en la vida pública con criterios
cristianos... Son muchos los frentes de servicio que tiene el Cuerpo de Cristo.
Todos nos integramos en este cuerpo por medio del bautismo y en él
permaneceremos siempre como hogar estable, ahora en forma de peregrinos,
después en forma gloriosa, compartiendo la gloria de Cristo resucitado.
Ahora
es fundamental que sepamos vivir bien integrados, creciendo en el amor, que es
el alma de todos los carismas, sin el cual no nos aprovechan los servicios que
realizamos (cf. 1 Cor 13). Pero
se interfiere en nuestra tarea el orgullo y la ambición, causa de división,
como aparece en el relato del Evangelio. Se confunde así el Cuerpo de Cristo
con una sociedad humana, en la que los miembros luchan por motivos económicos,
de poder y de honor. El resultado es la división, envidias, celos y reticencias
en la vida comunitaria, que desgraciadamente se pueden dar en nuestras
comunidades cristianas.
La
postura evangélica es discernir el carisma que ha recibido cada uno, sea
vistoso o sin relieve social, dar gracias a Dios y ponerlo al servicio de los
demás, y , por otra parte, reconocer los carismas que Dios ha dado a los demás,
dar gracias por ello, y recibir con humildad sus servicios. Cuando todos los
miembros dan y reciben armónicamente crece el Cuerpo de Cristo en la alegría y
eficacia.
En
la Eucaristía, por una parte, todos los miembros del Cuerpo, gloriosos y
peregrinos, celebramos y agradecemos el servicio redentor de Jesús, nuestra
Cabeza. Por otra, nos acercamos al trono de la gracia para pedir ayuda en
nuestra vida de servicio. La Eucaristía debe ser fuente de solidaridad fraterna.
Antonio Rodríguez
Carmona
Sacerdote de la
diócesis de Almería
martes, 16 de octubre de 2012
lunes, 15 de octubre de 2012
domingo, 14 de octubre de 2012
sábado, 13 de octubre de 2012
viernes, 12 de octubre de 2012
jueves, 11 de octubre de 2012
miércoles, 10 de octubre de 2012
martes, 9 de octubre de 2012
DOMINGO XXVIII DEL TIEMPO ORDINARIO
Los bienes a la luz de los valores del Reino
El texto del evangelio, centrado en el uso de los bienes, forma parte del
bloque que dedica san Marcos a desarrollar el tema de los valores que facilitan
el conocimiento de Jesús (negarse a sí mismo, tomar la cruz, humildad, espíritu
de servicio, austeridad) y de los antivalores que lo dificultan (egoísmo,
orgullo, apego a las riquezas). Conocemos con la cabeza, pero ésta está muy
condicionada por los valores o antivalores que hay en el corazón.
En tiempo de Jesús dominaba en el ambiente religioso la idea de que los
bienes eran señal de la bendición de Dios, y consiguientemente los ricos eran
los primeros en el futuro Reino de Dios. Jesús lo niega rotundamente a la luz
de la llegada del Reino de Dios, que ha trastocado todos los valores, por lo
que muchos primeros serán últimos y muchos últimos serán primeros. Los
pobres no son los últimos sino bienaventurados ante la llegada del Reino.
Los bienes han sido creados por Dios y son buenos, pero como medios para
vivir y para uso de todos. En el AT se condena el uso
antisocial, como robar bienes, acumular bienes en detrimento de los necesitados
y en algunos libros, como Eclesiastés, se relativiza su uso, pues realmente no
dan la felicidad. Jesús reitera estos juicios y condena el
absolutizar los bienes, pues ni dan la felicidad y, por otra parte, dificultan
e imposibilitan moralmente la adquisición de los verdaderos bienes, como es la
vida filial y fraternal que ofrece el Reino de Dios (1ª lectura). Por ello pide
a sus discípulos la austeridad y el compartir. Austeridad consistente en
emplear tanto cuanto sea necesario para el propio desarrollo, sin crearse
necesidades falsas, y compartir el resto.
El relato del evangelio presenta un caso concreto. Una persona pregunta qué
tiene que hacer para heredar la vida eterna. La pregunta
está formulada correctamente, pues la vida eterna es un don de Dios que se hereda,
lo que implica regalo pero, por otra parte, hay que actuar para hacer efectiva
la herencia. Hoy día, el que recibe una herencia tiene que moverse en notarios y
burocracia para hacerla efectiva. Jesús responde con los mandamientos
relacionados con el prójimo, lo que equivale a decir, no hagas daño a nadie.
Esto es necesario para todos. Cuando la persona le dice que ha cumplido los
mandamientos desde pequeño, tiene lugar algo importante: Jesús se le
quedó mirando con cariño y como consecuencia de esta mirada le ofrece
una vocación especial: vivir los mandamientos en el seguimiento físico de Jesús
lo que implica que deje sus bienes y los comparta con los pobres.
El invitado frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico. Los bienes le han impedido aceptar la vocación de Jesús. Jesús comenta el hecho: los bienes crean fácilmente tal apego a ellos que impiden la entrada en el Reino, es decir, en la vida filial y fraternal propia del Reino, pero con la gracia de Dios se puede superar, porque Dios lo puede todo. Finalmente comenta el hecho de dejar los bienes y familia por el seguimiento físico de Jesús: ahora recibirán una nueva familia en la comunidad cristiana, aunque con persecuciones, pues el hecho de seguir a Jesús no libera de las dificultades que sufrió el mismo Jesús, al que se sigue, y después vida eterna, que era lo que quería la persona que preguntaba. El seguimiento de Jesús es un medio privilegiado para heredar la vida eterna.
El invitado frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico. Los bienes le han impedido aceptar la vocación de Jesús. Jesús comenta el hecho: los bienes crean fácilmente tal apego a ellos que impiden la entrada en el Reino, es decir, en la vida filial y fraternal propia del Reino, pero con la gracia de Dios se puede superar, porque Dios lo puede todo. Finalmente comenta el hecho de dejar los bienes y familia por el seguimiento físico de Jesús: ahora recibirán una nueva familia en la comunidad cristiana, aunque con persecuciones, pues el hecho de seguir a Jesús no libera de las dificultades que sufrió el mismo Jesús, al que se sigue, y después vida eterna, que era lo que quería la persona que preguntaba. El seguimiento de Jesús es un medio privilegiado para heredar la vida eterna.
Vivimos una crisis económica enraizada en una crisis moral, causada por
personas e instituciones sin escrúpulos que absolutizan las riquezas y pisotean
los derechos de millones de personas. La solución a esta crisis implica también
cuestionar todos los antivalores que la han provocado para que no se repita. Si
no se hace, volverá a aparecer. La palabra de Dios, que ilumina
nuestra vida (2ª lectura), invita hoy a la comunidad cristiana a
revisar su postura ante los bienes y ante la actual crisis que vivimos.
La celebración de la Eucaristía es presencia del Reino de Dios, que
alimenta la vida filial y fraternal y capacita para heredarla plenamente.
Antonio Rodríguez Carmona
Sacerdote de la diócesis de Almería
lunes, 8 de octubre de 2012
sábado, 6 de octubre de 2012
miércoles, 3 de octubre de 2012
martes, 2 de octubre de 2012
XXVII Domingo del Tiempo Ordinario
El matrimonio cristiano indisoluble como
vivencia de la fraternidad del Reino
El Evangelio nos recuerda que Jesús enseña que el matrimonio es indisoluble. Es interesante constatar que los fariseos preguntan a Jesús para ponerlo a prueba, ¿de qué? En aquel contexto todos los judíos admitían el hecho del divorcio, solo discutían los diversos grupos las motivaciones para llevarlo a cabo. Por eso esta pregunta hace suponer que Jesús se había opuesto a este consenso en virtud de la doctrina del Reino de Dios.
Realmente, cuando Dios reina en una persona, le
transforma el corazón de piedra en un corazón de carne, filial y fraternal.
Todos los que pertenecen al Reino, han de vivir fraternalmente en todas las
situaciones y estados de la vida. Y como el matrimonio es el estado concreto de
vida de la mayor parte de personas, los cristianos han de vivirlo como una
modalidad de la fraternidad del Reino, lo que implica que esposo y esposa son
esencialmente hermanos e hijos de Dios, iguales y llamados a la misma vocación.
Esto excluye de por sí que un cónyuge vea al otro como un instrumento de que se
sirve para satisfacer sus necesidades sexuales y materiales, y cuando no sirve,
se deshace de él, como el que tira un bolígrafo cuando no sirve.
Es
también interesante cómo responde Jesús: “¿Qué os ha mandado
Moisés”? Dice os, no nos, es
decir, no se incluye en la pregunta. Moisés escribió para todos los judíos, ¿es
que Jesús no se considera judío? Sí, y por eso afirmó que “No he venido a
destruir la Ley y los Profetas, no he venido a destruir sino a darles plenitud”
(Mt 5,17) y dentro de esta plenitud entraba abrogar los mandatos que realmente
no responden al plan de Dios. Por eso, cuando le responden que Moisés permitió
divorciarse, Jesús les comenta: “Por vuestra terquedad dejó Moisés escrito este
precepto. Al principio de la creación Dios los creó hombre y mujer...”. Es
decir, esta concesión de Moisés no se debe al plan de Dios sino a la dureza del
corazón humano. Jesús purifica y perfecciona las enseñanzas del Antiguo
Testamento y este es un caso concreto, en que además lo purifica a la luz del
plan de Dios creador, como aparece en los dos primeros capítulos del Génesis.
La
primera lectura remite a estos textos con afirmaciones importantes: Dios ha
creado al hombre a su imagen y semejanza, como ser capaz de conocer y amar libremente;
lo ha creado varón y hembra, ambos iguales pero incompletos, llamados a
completarse para formar una sola carne. Génesis 2 primero
afirma que no es bueno que el hombre esté solo y Dios va a crearle
la compañera adecuada. Sigue el desfile de animales, en los cuales el hombre no
encuentra la compañera adecuada; se trata de una escena polémica para afirmar
que la mujer no es un animal de carga; finalmente Dios crea la compañera
tomando parte del costado del varón (costilla, ¿corazón?) y termina con la
exclamación gozosa del hombre, que reconoce la igualdad entre ambos y la
atracción mutua que tiende a restablecer la unidad primitiva. En el
plan primitivo de Dios, inscrito en la misma naturaleza, el matrimonio tiene
como finalidad completar como personas a varón y mujer, plenitud que se traduce
en fecundidad.
La
llegada del Reino de Dios implica que con la muerte y resurrección de Jesús es
posible realizar este plan divino, llevando a plenitud la vivencia de la
fraternidad matrimonial. Por ello afirma Pablo que la donación mutua
matrimonial es signo del amor de Cristo a la Iglesia y de la Iglesia a Cristo,
amores totales y definitivos, que excluyen todo tipo de divorcio (Ef 4,21-33).
La tarea del esposo es “completar” y hacer feliz a la esposa y la tarea de la
esposa es “completar” y hacer feliz al varón. Es la lógica natural del amor
auténtico que no admite medida ni plazos.
La
gracia del sacramento del matrimonio da la gracia para realizar esta tarea,
pero es necesario colaborar con ella. Realmente el matrimonio cristiano no es
un juego, sino una decisión seria y consciente, que sabe lo que busca y a lo
que se compromete. Por otra parte, implica colaborar con la gracia del
sacramento alimentando cada día el amor y haciendo que vaya creciendo en
gratuidad y acomodándose a las circunstancias cambiantes de la vida
matrimonial.
Hoy
día nos invade la ideología de género que niega radicalmente la visión
cristiana y como consecuencia decrece el número de parejas que optan por el
matrimonio cristiano. Urge por ello dar a conocer los valores del matrimonio
cristiano que solo se comprende en la óptica de los valores del Reino. El
reciente documento de la Conferencia Episcopal “Orientaciones sobre el amor
conyugal” es un excelente medio para ello.
La
celebración de la Eucaristía es celebración de la fraternidad cristiana. Como
Cristo se entrega a cada uno, hemos de entregarnos unos a otros en nuestra
situación y estado concreto.
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