Los bienes a la luz de los valores del Reino
El texto del evangelio, centrado en el uso de los bienes, forma parte del
bloque que dedica san Marcos a desarrollar el tema de los valores que facilitan
el conocimiento de Jesús (negarse a sí mismo, tomar la cruz, humildad, espíritu
de servicio, austeridad) y de los antivalores que lo dificultan (egoísmo,
orgullo, apego a las riquezas). Conocemos con la cabeza, pero ésta está muy
condicionada por los valores o antivalores que hay en el corazón.
En tiempo de Jesús dominaba en el ambiente religioso la idea de que los
bienes eran señal de la bendición de Dios, y consiguientemente los ricos eran
los primeros en el futuro Reino de Dios. Jesús lo niega rotundamente a la luz
de la llegada del Reino de Dios, que ha trastocado todos los valores, por lo
que muchos primeros serán últimos y muchos últimos serán primeros. Los
pobres no son los últimos sino bienaventurados ante la llegada del Reino.
Los bienes han sido creados por Dios y son buenos, pero como medios para
vivir y para uso de todos. En el AT se condena el uso
antisocial, como robar bienes, acumular bienes en detrimento de los necesitados
y en algunos libros, como Eclesiastés, se relativiza su uso, pues realmente no
dan la felicidad. Jesús reitera estos juicios y condena el
absolutizar los bienes, pues ni dan la felicidad y, por otra parte, dificultan
e imposibilitan moralmente la adquisición de los verdaderos bienes, como es la
vida filial y fraternal que ofrece el Reino de Dios (1ª lectura). Por ello pide
a sus discípulos la austeridad y el compartir. Austeridad consistente en
emplear tanto cuanto sea necesario para el propio desarrollo, sin crearse
necesidades falsas, y compartir el resto.
El relato del evangelio presenta un caso concreto. Una persona pregunta qué
tiene que hacer para heredar la vida eterna. La pregunta
está formulada correctamente, pues la vida eterna es un don de Dios que se hereda,
lo que implica regalo pero, por otra parte, hay que actuar para hacer efectiva
la herencia. Hoy día, el que recibe una herencia tiene que moverse en notarios y
burocracia para hacerla efectiva. Jesús responde con los mandamientos
relacionados con el prójimo, lo que equivale a decir, no hagas daño a nadie.
Esto es necesario para todos. Cuando la persona le dice que ha cumplido los
mandamientos desde pequeño, tiene lugar algo importante: Jesús se le
quedó mirando con cariño y como consecuencia de esta mirada le ofrece
una vocación especial: vivir los mandamientos en el seguimiento físico de Jesús
lo que implica que deje sus bienes y los comparta con los pobres.
El invitado frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico. Los bienes le han impedido aceptar la vocación de Jesús. Jesús comenta el hecho: los bienes crean fácilmente tal apego a ellos que impiden la entrada en el Reino, es decir, en la vida filial y fraternal propia del Reino, pero con la gracia de Dios se puede superar, porque Dios lo puede todo. Finalmente comenta el hecho de dejar los bienes y familia por el seguimiento físico de Jesús: ahora recibirán una nueva familia en la comunidad cristiana, aunque con persecuciones, pues el hecho de seguir a Jesús no libera de las dificultades que sufrió el mismo Jesús, al que se sigue, y después vida eterna, que era lo que quería la persona que preguntaba. El seguimiento de Jesús es un medio privilegiado para heredar la vida eterna.
El invitado frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico. Los bienes le han impedido aceptar la vocación de Jesús. Jesús comenta el hecho: los bienes crean fácilmente tal apego a ellos que impiden la entrada en el Reino, es decir, en la vida filial y fraternal propia del Reino, pero con la gracia de Dios se puede superar, porque Dios lo puede todo. Finalmente comenta el hecho de dejar los bienes y familia por el seguimiento físico de Jesús: ahora recibirán una nueva familia en la comunidad cristiana, aunque con persecuciones, pues el hecho de seguir a Jesús no libera de las dificultades que sufrió el mismo Jesús, al que se sigue, y después vida eterna, que era lo que quería la persona que preguntaba. El seguimiento de Jesús es un medio privilegiado para heredar la vida eterna.
Vivimos una crisis económica enraizada en una crisis moral, causada por
personas e instituciones sin escrúpulos que absolutizan las riquezas y pisotean
los derechos de millones de personas. La solución a esta crisis implica también
cuestionar todos los antivalores que la han provocado para que no se repita. Si
no se hace, volverá a aparecer. La palabra de Dios, que ilumina
nuestra vida (2ª lectura), invita hoy a la comunidad cristiana a
revisar su postura ante los bienes y ante la actual crisis que vivimos.
La celebración de la Eucaristía es presencia del Reino de Dios, que
alimenta la vida filial y fraternal y capacita para heredarla plenamente.
Antonio Rodríguez Carmona
Sacerdote de la diócesis de Almería
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