Veamos el significado de cada una de las velas de los cuatro domingos y de la Navidad:
Primer Domingo: La vela nos invita a despertar, a iniciar el camino por el lugar correcto, a abandonar lo que nos impide prepararnos para la venida de Jesús.
Segundo Domingo: La vela nos lanza a ponernos en camino, como Juan el Bautista, limpiando y arreglando tantos obstáculos e impedimentos que nos posibilitan la legada a Belén.
Tercer Domingo: La vela nos hace buscadores de la LUZ verdadera. Para ello hemos de orientarnos con la brújula de la Palabra de Dios.
Cuarto Domingo: La vela nos introduce en el Corazón de María, que es un corazón que acoge y que es propiedad absoluta de Jesús.
La vela de Navidad: La LUZ nace en nuestros corazones, en nuestras vidas y nos inunda con su Amor.
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