Cada día, uno al levantarse se pregunta: ¿Qué pasará hoy? ¿Qué nos espera? No tenemos respuesta. Los medios de comunicación nos atosigan con muchas noticias, más desagradables que agradables. La verdad que son pocas las noticias que te alegran. A nivel mundial, guerras, catástrofes, hambre. A nivel más cercano la muerte de personas que conocemos o al menos están cerca de nosotros. Hoy ha muerto un joven de 18 años. Ante la muerte no tenemos nunca palabras para expresar dicha experiencia, nos deja sin aliento y cuando llega la hora de visitar en el tanatorio a los familiares, la verdad que uno no encuentra palabras para consolar. La experiencia más cercana y humana es la de abrazar o besar, callar, rezar en lo profundo del corazón pidiendo a Dios por los familiares que lo estarán pasando muy mal y pedir fortaleza para poder vivir afrontando esta situación no esperada, ni deseada. Lo mejor es no decir mucho, porque en estos momentos los nervios nos traicionan y las palabras que salen de nuestra boca no son las acertadas. Un comentario de alguna persona a los familiares fue: " esto no es justo". La verdad que la muerte nunca es justa, ya sea de un anciano o de un joven, de un padre de familia o madre que dejan hijos pequeños o de un pobre hombre que estaba muy enfermo así vivido muchos años. Y cuando iba para el tanatorio, alguna persona iba comentando la muerte de un joven cristiano por llevar un crucifijo, lo mataba un un musulman en Egipto. Y me pregunto: ¿es que no es posible hoy en el mundo vivir la religión que uno quiera? ¿La religión no debería ser cauce de unión entre los pueblos? ¿No es maravilloso vivir en armonía respetando los credos de los demás? Las religiones son caminos para el hombre que nos conducen a Dios. A ese Dios que es amor y lo único que pide es que nos queramos. Su santa voluntad debería ser aceptada como camino de encuentro, libertad, justicia, paz y bien para todos los pueblos de la tierra. Quiero traer al recuerdo de todos estas citas para que nos ayuden a entender y a valorar lo que es importante en la vida y no detenernos ante lo accidental.
Salmo 22: " El Señor es mi pastor nada me falta..." o también Marcos 12,21: "...Dios será tu riqueza...". Santa Teresa de Jesús tiene una poesia que aunque es breve recoge los sentimientos de cualquier persona que quiere tener a Dios en el corazón, dice: " Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se munda. La paciencia todo lo alcanza. Quien a Dios tiene nada le falta. SOLO DIOS BASTA".
Espero que esta breve reflexión nos haga qué pensar sobre la muerte, para vivir la vida mejor y con más coherencia. No preocuparnos por tantas cosas que a veces nos quitan la paz y tiempo para estar con los demás y hacerle de una vez por todas un gran hueco en nuestro corazón, al que cada vez le damos más de lado, A DIOS. Sin Él la vida la hacemos más injusta, más insolidaria, menos humana. Queremos quitar de nuestro corazón a Dios, para poner otras cosas u otras personas que no llenan ni dan felicidad.
Yo sigo creyendo, esperando y amando a Dios, con mis torpezas y caídas. Vivamos la vida con más optimismo y naturalidad, pero confiando en el Dios amor, que es el Dios de la vida y de la felicidad.
¡SEAMOS FELICES!
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