ADVIENTO /ciclo B |
![]() Preparemos la Corona de Adviento: cuatro domingos, cuatro etapas que trazan el camino espiritual hacia el Misterio de la natividad del Señor. Los evangelios de los cuatro domingos (lo mismo en el ciclo A, que en el ciclo B, que en el ciclo C) son nuestra guía espiritual, y han sido seleccionados de esta manera: Primer domingo, la Venida del Señor al final de la historia. Vigilancia. Segundo domingo, la figura de Juan Bautista. Conversión y preparación activa para la Venida del Señor; Tercer domingo, también Juan Bautista, que nos orienta a la persona de Aquél que viene y nos trae la Salvación. Alegría, inexhausta alegría. Gaudete in Domino; alegraos en el Señor. Cuarto domingo, el misterio de la Encarnación en el vientre de una mujer. María. Expectación, ternura. Color de Adviento, el morado, pero el Adviento no es una segunda Cuaresma. “El tiempo del Adviento tiene dos características: es a la vez un tiempo de preparación a las solemnidades de Navidad en que se conmemora la primera Venida de Hijo de Dios entre los hombres, y un tiempo en el cual, mediante esta celebración, la fe se dirige a esperar la segunda Venida de Cristo al fin de los tiempos. Por estos dos motivos, el Adviento se presenta como un tiempo de piadosa alegre esperanza” (Calendario Romano n.39). El tercer domingo puede sustituirse el color morado por el “rosado”, por el mensaje de intensa alegría. El mantel de la celebración eucarística siempre es blanco para poner en evidencia que es la celebración del banquete pascual. Color de las velas de la Corona. No hay nada fijado, y, por otra parte, no se trata de un rito litúrgico. Todo depende del simbolismo que se quiera sugerir. Acaso, con lo que se acaba de explicar, puede convenir: Primer y segundo domingo, cirio morado; tercer domingo, cirio rosado (alegría); cuarto domingo, cirio blanco (Virgen María). Apertura 1. Corona de Adviento, verdor de esperanza, al Verbo Encarnado la Iglesia proclama. Con ramas fragantes, con fúlgidas lámparas con la poesía nacida en las almas. 2. Corona de Dios que Él mismo regala: el Hijo del Rey su Boda prepara. Corona de triunfo que espera en la patria, el fin del Adviento será nuestra Pascua. Lámpara del primer domingo de Adviento Evangelio: Mc 13,33-37. 3. Con lámparas vivas salid a su encuentro; es Cristo que viene con gloria en su reino. Señor de la historia y juez de los tiempos; vendrá con sus santos, la cruz por trofeo. 4. De todos los hombres el Hijo más bello, Esposo divino, la gloria del cielo. De Dios Trinidad, Jesús Heredero, Hermano entre hermanos, Jesús primogénito. Lámpara del segundo domingo de Adviento Evangelio: Mc 1,1-8. 5. Haced penitencia clamaba el Bautista, con firmes propósitos que cambien la vida. Dejad los pecados, rencores y envidias; matad viejos odios y toda injusticia. 6. Quien tenga dos túnicas comparta y divida; y al pobre y hambriento le lleve comida. Yo soy mensajero, yo soy voz que grita: quien viene detrás él es el Mesías. Lámpara del tercer domingo de Adviento Evangelio: Jn 1,6-8. 19-28. 7. Marchad y anunciad a todos los vientos, las misericordias que en Él estáis viendo: los ciegos y cojos ya danzan contentos; y de los sepulcros se yerguen los muertos. 8. Es Cristo Mesías en su Advenimiento: llegó la alegría en el sufrimiento; Jesús Redentor cambió el universo; :Adán ha llorado: ¡termine el lamento! Lámpara del cuarto domingo de Adviento Evangelios: Lc 1,26-38. 9. La Virgen María se siente a la espera, y adora en silencio a Dios a quien lleva. A ella cantaron los santos profetas; los pobres y humildes marcaban la huella. 10. Oh Madre purísima, de suma belleza, tu seno es la cuna del Verbo que llega. Y tú eres, oh Madre, la llave y la Puerta: por santa María Dios es carne nuestra. |
LA NAVIDAD TIEMPO HERMOSO PARA CONTEMPLAR EL MISTERIO DEL DIOS HECHO CARNE
Este espacio quiere ser un ventana abierta al infinito que es Dios o una puerta abierta al finito, que somos cada uno de nosotros. Todos podemos comunicarnos con Él, porque la oración es el medio que tenemos para expresar lo que sentimos en cada momento. Dios que es amor, ha derramado, gracias a la muerte en la cruz y resurrección de su Hijo, la fuerza y la grandeza de su Espíritu Santo. Santa Teresa de Jesús define la oración: "tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos que nos ama" (V 8,5). No podemos olvidar que Dios nos ha regalado un año nuevo para que lo aprovechemos en bien de los demás y seamos cada uno de nosotros lo que Dios quiere y espera de nosotros. ¡Disfrutemos de esta nueva oportunidad!
DIOS ES AMOR Y NOSOTROS TENEMOS QUE SER REFLEJO DE SU AMOR ALLÁ DONDE ESTEMOS.
DIOS ES AMOR Y NOSOTROS TENEMOS QUE SER REFLEJO DE SU AMOR ALLÁ DONDE ESTEMOS.
sábado, 26 de noviembre de 2011
Poema de la Corona de Adviento
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