LA NAVIDAD TIEMPO HERMOSO PARA CONTEMPLAR EL MISTERIO DEL DIOS HECHO CARNE

Este espacio quiere ser un ventana abierta al infinito que es Dios o una puerta abierta al finito, que somos cada uno de nosotros. Todos podemos comunicarnos con Él, porque la oración es el medio que tenemos para expresar lo que sentimos en cada momento. Dios que es amor, ha derramado, gracias a la muerte en la cruz y resurrección de su Hijo, la fuerza y la grandeza de su Espíritu Santo. Santa Teresa de Jesús define la oración: "tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos que nos ama" (V 8,5). No podemos olvidar que Dios nos ha regalado un año nuevo para que lo aprovechemos en bien de los demás y seamos cada uno de nosotros lo que Dios quiere y espera de nosotros. ¡Disfrutemos de esta nueva oportunidad!
DIOS ES AMOR Y NOSOTROS TENEMOS QUE SER REFLEJO DE SU AMOR ALLÁ DONDE ESTEMOS.


jueves, 24 de noviembre de 2011

Adviento: ¡¡Ven, ven, Señor, no tardes!!



SIGNIFICADO Y CONTENIDO

Adviento significa venida. Este tiempo nos prepara para la venida del Señor. El Adviento es tiempo de preparación y esperanza  donde nos preparamos para la venida de Jesucristo. Es el momento para ver cuáles son las cosas que nos separan del Señor y quitarnos todo aquello que nos aleja de Él.
La venida de Cristo al mundo se realiza en un triple plan:

PASADO: venida histórica a Palestina. Cristo vino en la carne y en la debilidad, cuando el Verbo Divino se hizo hombre en el seno purísimo de María en un pobre pesebre.
PRESENTE: venida sacramental, hoy. Viene constantemente en Espíritu y  Amor  a la vida íntima de aquellos que humildemente le ofrecen el pesebre de sus almas.
FUTURO: venida gloriosa al fin del mundo. Y vendrá con la Gloria y el Poder para hacer  reinar la verdad y la justicia, para que prevalezca la santidad, se establezca la paz y reine el amor. Con el corazón limpio preparémonos interiormente  para recibir a Nuestro Rey, que está por venir.
Cristo está viniendo hoy y aquí, a nosotros, dentro de nosotros. Nos está haciendo concorpóreos suyos,  solidarios de su persona y de su misterio redentor.
Mediante el don de su palabra y de la eucaristía, Cristo se graba en nosotros. Nos hace su cuerpo. Su venida gloriosa al final de los tiempos no será otra cosa que la revelación de las venidas que ahora realiza en nosotros. Hay continuidad real entre su venida actual y su venida gloriosa. Exactamente igual como la semilla se prolonga en el fruto.  
Esta es la verdad de fe más grandiosa. Quien quiera encontrarse con el Cristo viviente, debe penetrar en el misterio de su presencia,  a través de la liturgia.  Es   necesario que el cristiano tenga mirada interior. El adviento es radicalmente cercanía y presencia del Señor. 
  LOS GRANDES TESTIGOS DEL ADVIENTO SON:
ü  El profeta Isaías  anuncia cómo será el Mesías que vendrá. Sacude la conciencia del pueblo para crear en él actitud de espera. Exige pureza de corazón.

ü  Juan el Bautista señala quién es el Mesías, que ya ha venido. Él mismo es modelo de austeridad y de ardiente espera.
ü  La Virgen María es la figura clave del adviento.  En ella culmina la espera de Israel. Es la fiel acogedora de la palabra hecha carne. La recibe en su seno y en su corazón. Ella le prestó su vida y su sangre. Ella hizo posible la primera navidad y es modelo y  cauce para todas las venidas de Dios a los hombres. María, por su fidelidad, es Madre de la Iglesia.

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