Cada día tiene sus propias dificultades,
sus problemas, sus preocupaciones.
Va a ser difícil que una mañana sientas
que todo está resuelto en tu vida. Pero si
esas situaciones te encierran, no te dejan
ver lo que sucede a tu alrededor y la
cara que presentas a los que te saludan
es tristeza y enfado, ¡despierta de este
letargo y no permitas que estas situaciones
te destruyan!
Sé consciente de todo lo que te preocupa
y presenta a Dios todo lo que rodea a
tu vida. Valora todo lo que eres, y mira a
las personas que tienes a tu alrededor
con los ojos de la fraternidad. ¡Que Dios
te ayude a ver todo
No hay comentarios:
Publicar un comentario