"¿No os habéis fijado nunca con qué ansias los niños se apoderan del seno de su madre y con qué avidez aplican a él sus labios? Acerquémonos nosotros con el mismo ardor a esta mesa santa, a esta fuente de donde brota una bebida espiritual, con más fuerza todavía que los niños, atraigamos la gracia del Espíritu. Que nuestra única pena sea vernos privados de este alimento divino".
s. Juan Crisóstomo
s. Juan Crisóstomo
No hay comentarios:
Publicar un comentario