S. Teresa de Jesús dedicaba mucho tiempo a la oración. Ella es maestra en cómo tenemos que orar sin desanimarnos y debemos de hacerlo de manera constante. Uno de sus métodos de oración era ponerse delante de un Cristo llagado, a ella le producía mucho
dolor, el saber que Él estaba así debido a nuestros pecados y también le producía mucha ternura, sabiendo que lo hacía por amor a ella y a todos.
Hoy, en este comienzo de Cuaresma, os invito y me invito también a mí, a llevar grabado en el corazón esta imagen, para tenerla presente durante estos 40 días que dura este tiempo cuaresmal y llevarla delante cuando recemos.
Pensemos que la Iglesia nos presenta un camino de conversión para poder llegar a la PASCUA -muerte y resurrección de Jesús- y poder vivirla con un corazón convertido, renovado y purificado.
¡FELIZ CUARESMA QUE NOS PREPARA PARA LA PASCUA!
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