LA DIGNIDAD DEL HOMBRE NO ESTÁ EN:
RODEARSE DE PODER Y GRANDEZA.
EN ACUMULAR RIQUEZAS.
EN CULTIVAR LA CIENCIA Y LA SABIDURÍA.
EN LA BELLEZA, EN EL ÉXITO, EN EL APLAUZO.
NO ESTÁ NI SIQUIERA EN LA "SANTIDAD".
Para esto vino Dios, para enseñarnos que lo que realmente define y eleva al hombre es el AMOR, porque el hombre está hecho a imagen de Dios. Vino a decirnos con su ejemplo que el hombre se realiza mejor cuando se relaciona con los otros, que se hace más grande cuando acepta su verdad, que es más auténtico cuando sirve, que es más feliz cuando comparte, que es más sabio cuando se abre a la transcendencia, que es más señor cuando valora al otro más que a sí mismo, que es más santo cuando ama al otro más que a su propia vida, COMO HIZO JESÚS.
EL CAMINO DE LA FELICIDAD PASA POR LA AUSTERIDAD.
EL CAMINO DE LA PAZ PASA POR LA JUSTICIA.
EL CAMINO DE LA ABUNDANCIA PASA POR LA SOLIDARIDAD.
EL CAMINO DE LA LIBERACIÓN PASA POR EL ESFUERZO Y LA CREATIVIDAD.
EL CAMINO DE LA SALVACIÓN PASA POR EL AMOR.
La Navidad es la fiesta de la creación renovada. Estamos alegres porque lo alto y lo bajo, el cielo y la tierra, se encuentran nuevamente unidos; porque el hombre se ha unido nuevamente a Dios. En el establo de Belén el cielo y la tierra se tocan. El cielo vino a la tierra. Por eso, de allí se difunde una luz para todos los tiempos y para todos los hombres; por eso, de allí brota la alegría y nace el canto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario