LA NAVIDAD TIEMPO HERMOSO PARA CONTEMPLAR EL MISTERIO DEL DIOS HECHO CARNE

Este espacio quiere ser un ventana abierta al infinito que es Dios o una puerta abierta al finito, que somos cada uno de nosotros. Todos podemos comunicarnos con Él, porque la oración es el medio que tenemos para expresar lo que sentimos en cada momento. Dios que es amor, ha derramado, gracias a la muerte en la cruz y resurrección de su Hijo, la fuerza y la grandeza de su Espíritu Santo. Santa Teresa de Jesús define la oración: "tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos que nos ama" (V 8,5). No podemos olvidar que Dios nos ha regalado un año nuevo para que lo aprovechemos en bien de los demás y seamos cada uno de nosotros lo que Dios quiere y espera de nosotros. ¡Disfrutemos de esta nueva oportunidad!
DIOS ES AMOR Y NOSOTROS TENEMOS QUE SER REFLEJO DE SU AMOR ALLÁ DONDE ESTEMOS.


jueves, 22 de diciembre de 2011

NAVIDAD: "HOY OS HA NACIDO UN SALVADOR"


Todas las lecturas de este día nos introducen en el misterio de la Navidad. Es una fiesta muy importante para los cristianos porque en ella recordamos y hacemos presente el nacimiento de Jesús, nuestro Señor y Salvador. El Evangelio según s. Lucas relata como se celebró la primera Navidad, pero sobre todo este relato expresa el profundo significado que tiene el nacimiento de Jesús para toda la humanidad.

El niño que ha nacido es el Verbo de Dios, la Palabra del Señor encarnada. El niño que acaba de nacer es el "mensajero que anuncia la paz, que trae la buena noticia que anuncia la salvación". Dios nos habla por medio de su Hijo y nos revela el plan de salvación. La humanidad salvada es una humanidad transformada en Cristo. La alegría de esta fiesta tiene raices profundas: el Señor ha venido a destruir el pecado y la muerte, no he encontrado entre los hombres que estuviera libre de falta, ha venido a liberar a todos. Nuestro encuentro con la persona de Cristo es transformante, nos cambia por dentro si lo dejamos, y eso se deja ver en el exterior, a través de las obras y de la nueva vida.

En estos relatos encontramos sobre todo la fe de las comunidades cristianas, que veían en el niño nacido en Belén al Señor resucitado a quien ellos adoraban. Nosotros, más que tomarlos al pie de la letra, buscamos la fe que en ellos nos dejaron reflejada los primeros cristianos y que se ha mantenido viva en la Iglesia. Dios se hizo hombre por amor a ti y a toda la humanidad; se encarnó en nuestra historia, para acompañarnos en lo cotidiano y lo extaordinario de nuestra vida.

Además, con Jesús se inagura el tiempo del Reinado de Dios. Su venida al mundo es un acontecimiento que también afecta a todo el imperio. El emperador cree manejar la historia con un edicto, pero es Dios quien la dirige a través de un niño; en la oscuridad de la noche brilla la luz; la gloria de Dios se manifesta en un recien nacido; los marginados, los pastores, son los primeros invitados.

Este mensaje puede ayudarnos a celebrar la Navidad con la misma actitud de los pastores y a entenderla como una realidad que se repite cada día si tenemos los ojos abiertos y el corazón atento. Es un acontecimiento que no puede dejarnos indiferentes. Es preciso que le prestemos nuestra vida para que en las circunstancias históricas actuales se manifeste como el Salvador, el Mesías y el Señor del mundo. Debemos todos contemplar el misterio de Dios hecho hombre. De esta manera, asombrados, podremos tomar la decisión de ir a Belén tambien nosotros como los pastores.



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