2. La oración de Teresa es una relación o historia de amistad.
Para muchos la oración se reduce a unos momentos de obligación y casi siempre rezan cuando hay algo en su vida o en su entorno alguna imperiosa necesidad; han reducido la oración a espacios puramente de necesidad, es decir, se acuerdan de Dios cuando tienen necesidad de El; es una oración interesada y egoísta. Para otros la oración se reduce a buscar la tranquilidad para el cuerpo, relajación total, liberación de todo aquello que les oprime –conflictos, dudas, temores-, pero falta toda referencia a Dios; definitiva, no hay encuentro de personas, solamente, la búsqueda de un bien, en el primer caso un bien material o de cualquier otra índole y en el segundo, una mayor tranquilidad, serenidad, y relajación del cuerpo. ¿Pero eso es oración? La Madre Teresa nos define el concepto de oración, dirá en el libro de su Vida: “...tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos que nos ama”[1]. Y esta definición de oración, se verá expresada a lo largo del libro Camino de Perfección: “No os curéis, hijas de estas humildades, sino tratad con El como padre y como con hermano y como con señor y como con esposo; a veces de una manera, a veces de otra, que El os enseñará lo que habéis de hacer para contentarle”[2]. Está claro, para S. Teresa la oración es encuentro amoroso y el verdadero amor excluye todo tipo de búsquedas egoístas en la relación.
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