5. Las enseñanzas de Jesús durante su pasión
1. Obediencia al Padre: “Habría querido evitarlos si tal hubiera sido la voluntad del Padre. Si es posible -dice- pase de mí este cáliz” (Lc 22,42), pero dado que no era posible, advierte serena y decididamente al Apóstol que buscaba librarle del dolor: ¿Acaso no he de beber el cáliz que mi Padre me ha preparado? (Jn 18,11).
Esta misma actitud de obediencia al Padre está también recogida en la cita bíblica de la carta a los Hebreos: “Dijo: He aquí que vengo, oh Dios, a cumplir tu voluntad; no has querido sacrificios ni ofrendas, sino que me has preparado un cuerpo” (Hb 10,9). Asumió un cuerpo para poder sufrir. Se hizo hombre para sufrir como hombre, y cuando llegó su hora, la hora de las tinieblas en la que el pecado pudo descargar sobre El su entera malignidad, se entregó a Sí mismo por completo, como un holocausto”.
2. Acto de libertad:”Murió por un acto de su voluntad, pues inclinó en señal de mandato y de resignación al mismo tiempo, y exclamó; Padre, e tus manos encomiendo mi espíritu (Lc 23,46). Jesús entregó su vida, no la perdió”.
3. Humildad: “Pero la más gran verdadera pérdida, si podemos atrevernos de hablar, fue su primordial acto de humillación en dejar la gloria del cielo y venir sobre la tierra, “ Antes se anonadó , tomando la forma de siervo y haciéndose semejante a los hombres; y en la condición de hombre se humilló, hecho obediente hasta la muerte y muerte de cruz ( Fil 2,7-8); así que podemos considerarlo con humildad y veneración cómoda una inefable y misteriosa privación que él quiere padecer, volviéndose por cierto tiempo disederato, y parecido a la carne de pecado”.
4. Amor. En el comienzo del Via Crucis, el corto, en la introducción que hace Newman, destaca la frase del evangelio: “Nadie tiene amor tan grande, que el que da la vida por sus amigos” (Jn 15,13). Otros textos donde se destaca el amor que ha tenido Dios para con la humanidad, Newman lo expresa de esta manera: “Lo hizo descender del cielo su gran amor por las almas y su compasión para los pecadores”. “Toca su corazón y dona a ellos fe y arrepentimiento. Jesús, tiene piedad de tus hermanos...”.
“Recordados, oh Señor, de los dolores atroces que sufriste en el alma y en el cuerpo, en el día de la traición, de la pasión y de la crucifixión y usa misericordia por su alma”.
5. La paciencia de Jesús: Newman ante la pasión de Jesús le surge estas palabras que son una profunda y sencilla plegaria: “Te adoro, o mi Dios, en tu maravillosa paciencia, en tu compasión tierna y condescendiente”. Otro texto: “...declaro de modo absoluto que tú no has tenido por mí mas que paciencia y misericordia”.
6. Sagrado corazón: El corazón es el centro de nuestros sentimientos, por eso Newman destaca el corazón de Jesús y le da ese sentido de ser un elemento muy importante en la vida de la persona: “Mi Dios y mi Salvador, yo adoro tu sagrado corazón, porque este corazón es la sede y el manantial de todos tus cariños más tiernos por nosotros pecadores. Es el instrumento de tu amor; ha palpitado por nosotros; has suspirado por el deseo de nuestro amor; has sufrido por nosotros y por nuestra salvación. Ello es el canal del que manan tus afecciones humanas, y de cuyo se derrama sobre de nosotros tu divina caridad”.
Newman expresa la idea del corazón sagrado de Jesús, con otro termino, la palabra santo: “El sentimiento profundo es la consecuencia natural y necesaria de un corazón santo”.
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