LA NAVIDAD TIEMPO HERMOSO PARA CONTEMPLAR EL MISTERIO DEL DIOS HECHO CARNE

Este espacio quiere ser un ventana abierta al infinito que es Dios o una puerta abierta al finito, que somos cada uno de nosotros. Todos podemos comunicarnos con Él, porque la oración es el medio que tenemos para expresar lo que sentimos en cada momento. Dios que es amor, ha derramado, gracias a la muerte en la cruz y resurrección de su Hijo, la fuerza y la grandeza de su Espíritu Santo. Santa Teresa de Jesús define la oración: "tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos que nos ama" (V 8,5). No podemos olvidar que Dios nos ha regalado un año nuevo para que lo aprovechemos en bien de los demás y seamos cada uno de nosotros lo que Dios quiere y espera de nosotros. ¡Disfrutemos de esta nueva oportunidad!
DIOS ES AMOR Y NOSOTROS TENEMOS QUE SER REFLEJO DE SU AMOR ALLÁ DONDE ESTEMOS.


viernes, 9 de marzo de 2012

TERCER DOMINGO DE CUARESMA: JESÚS, TEMPLO VERDADERO, DESTRUIDO Y REEDIFICADO



La Alianza del Sinaí es la que Moisés presenta a su pueblo, grabada en tablas de piedra, con el decalógo de los mandamientos de Yahvé. Dios ofrece a su pueblo unas leyes sabias, recogidas en parte en el contexto cultural en que vivía, en parte modificadas según la antigua tradición monoteísta de Israel.Tablas que en cierto modo reflejan la ley escrita en la conciencia, dones de un Padre, de un pedagogo, para que sus hijos no se equivoquen en la vida y reflejen en su obrar la voluntad de Dios. Pero la ley era buena.

Jesús la confirma y ahonda en ella, la amplia en sus perspectivas y la profundiza en sus motivaciones. Sólo que lo hará con la nueva alianza en el Espíritu, con una única ley, la del amor, y con una fuerza interior, la del Espíritu.

En el evangelio aparece esa actitud incomprendida de Jesús. La ira se desata, porque el celo de la casa del Padre lo devora, y la casa de la alianza se ha convertido en un mercado. Hay una santa violencia en el Hijo amadísimo. Y una profecía de su pasión, un anuncio del templo nuevo, del culto nuevo, de la alianza nueva. El templo es Él, lugar definitivo de la presencia del Señor; el culto es su vida filial y no los sacrificios del templo; la alianza nueva es la que va a realizar a través de ese misterio de la destrucción -reedificación del templo, su muerte-resurrección, suprema obediencia y culto al Padre, sellada con su sangre. Cristo templo, destruido por los hombres en su muerte, reedificado por el Padre en la resurrección.

Estar en paz con el único Señor, y respetar al hermano y sus derechos es culto verdadero de la vida; liturgia y justicia eran las dos líneas símetricas del verdadero culto en el Antiguo Testamento. 

Nosotros, en cambio, sabemos por la fe que la debilidad del amor crucificado de Dios es la fuerza suprema, y la locura de su humillación es la sabiduría suprema de la cruz. Jesús resucitado era el nuevo templo, la nueva presencia de Dios que ponía su morada entre nosotros.

No cabe duda de que las iglesias de ladrillo son importantes para el culto, pero sólo tienen sentido cuando están sustentadas por una Iglesia de "piedras vivas". Y esas piedras vivas, somos cada uno de nosotros, que por medio del bautismo y la conversión, nos hemos incorporado al nuevo templo, que es el cuerpo místico de Cristo. Que esta Cuaresma, sea un sentir y valorar lo que somos  -hijos-, para vivir sin miedo y con plena libertad lo que Dios quiere que vivamos -como hermanos- pero de verdad y sin fingimiento.





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