LA NAVIDAD TIEMPO HERMOSO PARA CONTEMPLAR EL MISTERIO DEL DIOS HECHO CARNE

Este espacio quiere ser un ventana abierta al infinito que es Dios o una puerta abierta al finito, que somos cada uno de nosotros. Todos podemos comunicarnos con Él, porque la oración es el medio que tenemos para expresar lo que sentimos en cada momento. Dios que es amor, ha derramado, gracias a la muerte en la cruz y resurrección de su Hijo, la fuerza y la grandeza de su Espíritu Santo. Santa Teresa de Jesús define la oración: "tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos que nos ama" (V 8,5). No podemos olvidar que Dios nos ha regalado un año nuevo para que lo aprovechemos en bien de los demás y seamos cada uno de nosotros lo que Dios quiere y espera de nosotros. ¡Disfrutemos de esta nueva oportunidad!
DIOS ES AMOR Y NOSOTROS TENEMOS QUE SER REFLEJO DE SU AMOR ALLÁ DONDE ESTEMOS.


viernes, 16 de marzo de 2012

CUARESMA: TIEMPO PARA INTENSIFICAR LA ORACIÓN. LA MADRE TERESA DE JESÚS NOS AYUDA A ENTENDER LA ORACIÓN COMO UNA RELACIÓN DE AMISTAD CON DIOS.


He aquí algunas enseñanzas de la Madre Teresa sobre la oración.

1. La oración de S. Teresa es personal.

 No ora a un ser impersonal, sin rostro, o a algo; es un encuentro con un ser personal, lo hace con Dios –el Dios Trinitario: Padre, Hijo y Espíritu Santo- y esa relación es de Persona divina   a persona humana.  Pero es el encuentro de dos seres con entidad propia, con libertades y con conciencia de lo que hacen: buscan el encuentro con la otra persona en el amor y  por amor. No es por tanto una relación de un ser personal con un algo abstracto; es una búsqueda desde la fe, al encuentro de un Dios personal que pueda dar respuesta al anhelo que hay en el corazón de todo hombre, en todos los tiempos y circunstancias.

El padre Jesús Castellano, tratando este tema, dirá: “La oración teresiana, por partir de la revelación evangélica, tiende al encuentro interpersonal, a la comunicación con Cristo y por El con el Padre en el Espíritu Santo, a la relación amorosa fundada en la caridad teologal que se viste de todas las formas del amor cristiano (filial, fraterno, esponsal, de amistad) y que supone siempre la revelación de Dios que nos precede en el amor. Relación que tiene como principio, camino y meta, el contacto con Cristo en su humanidad sagrada y se abre a la relación trinitaria. La oración teresiana tiene el sello inconfundible de la revelación trinitaria a través del misterio de Cristo”[1].

El Dios de Teresa, es Amor, como ya he desarrollado anteriormente, por eso su oración estará llena de ternura, de amor y la entenderá como una auténtica relación en el amor, “se siente amada” y corresponde con amor. El amor que Dios siente por ella y que ella corresponde también con amor, le llevará a tener un relación profunda y sincera de amistad con Él. Ella tiene  presente, que el Dios de la Biblia, que ella conoce muy bien, es un Dios infinitamente comunicativo y ella quiere responderle también desde una vida de oración teologal.


[1] T. Álvarez-J. Castellano, Teresa de Jesús, enséñanos a orar, Ed. Monte Carmelo,  Burgos, 1981, p. 94.

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