4. Los sufrimientos corporales del Señor durante su pasión
Estas acciones o actos de la vida del Señor durante su pasión, son visibles y podemos apreciarlos por medio de nuestros ojos. Son las siguientes: “azotes, su cabeza coronada de espinas...”, “ Agobiado bajo la carga”.
“Cae, pero soportó un instante la carga; se tambaleó, pero la levantó y caminó hacia delante... El dolor de Sus heridas y la creciente pérdida de sangre a cada paso de Su camino hacen fallar nuevamente Sus miembros y cae al suelo...Cae nuevamente...”. “Sus hombros cargados de la pesada cruz; su espalda cariacuchillada y traspasada por los flagelos; sus manos y sus pies pinchados por los clavos; su costado herido con desprecio de la lanza; su boca quemada por la sed”.
“Jesús estuvo crucificado por tres horas. Durante este tiempo oró por Sus verdugos, le prometió el Paraíso al ladrón penitente y encomendó a Su bendita Madre el cuidado de San Juan. Luego todo estaba concluido e inclinando Su cabeza entregó su Espíritu. Lo peor ya pasó. El Santo está muerto y ha partido. El más delicado, el más afectuoso, el más santo de los hijos de los hombres se ha ido. Jesús está muerto”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario