Mirarnos en Cristo como en un espejo:
Contemplar en Él, lo que Él tiene y yo no tengo: VIRTUDES.
Contemplar en Él, lo que Él no tiene y yo sí tengo: PECADOS.
Pero tenemos la oportunidad de cambiar el corazón, porque Él ha dado su vida para que nosotros tengamos vida. S. Pedro dice en en su carta: "Cristo padeció por nosotros, dejándonos un ejemplo para que sigamos sus huellas... Sus heridas nos han curado".
(1 Pe 2,21b-24)
No hay comentarios:
Publicar un comentario