LA NAVIDAD TIEMPO HERMOSO PARA CONTEMPLAR EL MISTERIO DEL DIOS HECHO CARNE

Este espacio quiere ser un ventana abierta al infinito que es Dios o una puerta abierta al finito, que somos cada uno de nosotros. Todos podemos comunicarnos con Él, porque la oración es el medio que tenemos para expresar lo que sentimos en cada momento. Dios que es amor, ha derramado, gracias a la muerte en la cruz y resurrección de su Hijo, la fuerza y la grandeza de su Espíritu Santo. Santa Teresa de Jesús define la oración: "tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos que nos ama" (V 8,5). No podemos olvidar que Dios nos ha regalado un año nuevo para que lo aprovechemos en bien de los demás y seamos cada uno de nosotros lo que Dios quiere y espera de nosotros. ¡Disfrutemos de esta nueva oportunidad!
DIOS ES AMOR Y NOSOTROS TENEMOS QUE SER REFLEJO DE SU AMOR ALLÁ DONDE ESTEMOS.


jueves, 22 de marzo de 2012

CUARESMA: LA ORACIÓN, UN DON DE DIOS PARA TODOS.


6. La oración como una llamada y un camino para todos.

 También tenemos a veces la sensación que no todos estamos llamados a ser místicos. Pensamos que el místico es el que se pasa todo el día rezando y cuando deja de rezar baja a este mundo y no toma en cuenta la realidad en la que vive, los hermanos con los que se encuentra. La Santa es muy tajante y clara al mismo tiempo: “Parece que me contradigo en este capítulo pasado de lo que había dicho, porque -cuando consolaba a las que no llegaban aquí- dije que tenía el Señor diferentes caminos por donde iban a El, así como había muchas moradas (Jn 14, 2). Así lo  torno ahora a decir; porque, como  entendió su Majestad nuestra flaqueza, proveyó como quien es. Mas no dijo: “por este camino vengan unos, y por éste otros”; antes fue tan grande su misericordia, que a nadie quitó procurase venir a esta fuente de vida a beber”. La santidad es la vocación de todo cristiano, pero hay diversidad de caminos para llegar a ella, a beber el agua, a llegar a la meta: estar con El en plena y total comunión. Pero el problema surge cuando hay opiniones y reflexiones, que dicen que es necesaria la contemplación para la santidad. La Madre Teresa sale al paso de los comentarios que se podían hacer con relación al tema de la contemplación  y de la santidad. Que los caminos de Dios son infinitos y que Dios puede  llevarlo por sendas diversas. El da la gracia de la contemplación a quien quiere, y  cuando quiere, unos llegan antes, otros después, pero que la oración mística no es necesaria para la santidad. Ella nos dice: “Es ya cosa sobrenatural y que no la podemos procurar nosotros por diligencias que hagamos, no lo podemos adquirir”. En definitiva, que todos estamos llamados a vivir una experiencia íntima con el Amigo, en lo más profundo de nuestro ser; que la contemplación del misterio de Dios a través de la oración personal, transformante y dinámica debe ser auténtica, que nos lleve a desear estar con Él siempre, en los momentos de oración y en los quehaceres de cada día.

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