LA NAVIDAD TIEMPO HERMOSO PARA CONTEMPLAR EL MISTERIO DEL DIOS HECHO CARNE

Este espacio quiere ser un ventana abierta al infinito que es Dios o una puerta abierta al finito, que somos cada uno de nosotros. Todos podemos comunicarnos con Él, porque la oración es el medio que tenemos para expresar lo que sentimos en cada momento. Dios que es amor, ha derramado, gracias a la muerte en la cruz y resurrección de su Hijo, la fuerza y la grandeza de su Espíritu Santo. Santa Teresa de Jesús define la oración: "tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos que nos ama" (V 8,5). No podemos olvidar que Dios nos ha regalado un año nuevo para que lo aprovechemos en bien de los demás y seamos cada uno de nosotros lo que Dios quiere y espera de nosotros. ¡Disfrutemos de esta nueva oportunidad!
DIOS ES AMOR Y NOSOTROS TENEMOS QUE SER REFLEJO DE SU AMOR ALLÁ DONDE ESTEMOS.


viernes, 11 de mayo de 2012

Y YO TRABAJABA


"Y yo trabajaba con mis manos, y quiero trabajar; y quiero firmemente que todos los otros hermanos trabajen en trabajo que conviene al decoro. Los que no saben, que aprendan, no por la codicia de recibir el precio del trabajo, sino por el ejemplo y para rechazar la ociosidad..." (Testamento 20-24). 

Si eligieron el camino de la pobreza, su trabajo correspondería al de unos hombres pobres. La vida que habían elegido, la de ser penitentes que buscan a Dios, era lo más imprescindible que guardar y defender por encima de todo. Su verdadero salario no era otro que el amor de Jesucristo, buen Señor y justo pagador. El espíritu de oración y devoción sería lo primero

Para el fraile menor el ora et elabora era buen consejo, pero con el convencimiento de que trabajar era también una forma de orar. Era alabanza de Dios, que daba las fuerzas necesarias para poder realizarlo, y bendición, porque con esa actitud huían del ocio, tenían lo imprescindible para vivir, les llevaban remedio a los enfermos y ayudaban a los pobres.

El trabajo era una gracia que Dios había dado al hermano menor. Con el trabajo se evitará la ociosidad, que es enemiga del alma, pero también se recibirá aquello que los hermanos necesitan para sustento diario. Se trataba de una obligación, pues los dones que se habían recibido no pueden ocultarse, sino que han de servir para alabar a Dios y ayudar a los hermanos, sobre todo los más necesitados. Los hermanos, si tienen un oficio y lo saben hacer, que lo ejerzan. Y si no lo conocen, que aprendan, pues el trabajo hay que realizarlo con decoro. 

Por el trabajo se debe recibir un salario justo: aquello que sea necesario para tener el pan de cada día. Pero de ninguna de las maneras se puede aceptar dinero. Y si lo reciben, que sea como limosna, porque la limosna es herencia y justicia que se debe a los pobres y que nos adquirió nuestro Señor Jesucristo. Todo lo que dejarán los hombres en el mundo perecerá, pero de la caridad y de las limosnas que hicieron tendrá premio del Señor. (1R IX 8-9).

15 días con Francisco de Asís. Card. Carlos Amigo Vallejo.
Resumen del noveno día.

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