San José vive la experiencia de ser conducido
por Dios. Verá cambiados sus
planes y proyectos, pero él ha puesto
toda su confianza en el Señor de la vida y
se deja guiar por su Espíritu.
La interioridad ha de ser la clave para
un replanteamiento de nuestra espiritualidad,
de la vida fraterna y la misión.
Que San José nos ayude en este camino
de ponernos en contacto con nuestro interior
y de acoger a ese Dios que late en
nosotros y en cada ser y que desea que
nos dejemos conducir por su amor.
por Dios. Verá cambiados sus
planes y proyectos, pero él ha puesto
toda su confianza en el Señor de la vida y
se deja guiar por su Espíritu.
La interioridad ha de ser la clave para
un replanteamiento de nuestra espiritualidad,
de la vida fraterna y la misión.
Que San José nos ayude en este camino
de ponernos en contacto con nuestro interior
y de acoger a ese Dios que late en
nosotros y en cada ser y que desea que
nos dejemos conducir por su amor.
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