Me aventuro a mirar a mi alrededor y a
buscar a Dios en mi vida. ¿En qué realidad?
¿En qué momento? ¿En qué persona?
En las diversas experiencias, Él te dice
algo. En la hermana y hermano con quien
te encuentras, Él te llama a amarlo.
Por los fracasos y éxitos, tristeza y alegría,
desaliento y esperanza, Él te invita a
seguirle con todo lo que puedas dar de ti.
¿Qué siento al darme cuenta de su presencia?
Doy gracias… Le pido que me
acompañe en este día, me dé fuerzas
para seguir gritando la alegría en Él.
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