Que tu mirada sea mirada clara,
sea mirada de niño
que transparenta el alma.
Sea como agua fresca de arroyo
que no deja ocultar nada.
Que tu sonrisa sea sonrisa ancha,
fuerza que surja de dentro,
ganas que se contagian,
buen humor que dé sentido
al quehacer de tu jornada.
Que tus palabras sean
valientes palabras,
que no oculten la verdad
y no teman proclamarla.
Que sean la voz de aquellos
que ya no pueden alzarla.
Que tus manos
sean manos entrelazadas,
manos con otras tendidas,
abiertas, no solitarias.
Manos fuertes
que hoy construyen el mañana.
Que tu caminar sea
compartida caminata,
que busque abrir, junto a otros,
huellas de nueva esperanza.
Que tu camino acompañe
el caminar del pueblo en marcha.
Que tus silencios
sean eco de tus entrañas,
crisol de anhelo y proyectos
que sólo el tiempo amalgama.
Silencio fértil, simiente
que en brotes de vida estalla.
Que tu vida entrega sea,
para que valga la pena,
ser vivida y no gastada.
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