Jesús presenta el “proyecto de Dios”
como una urgencia que hoy y aquí hay
que empezar a realizar ya. Ya estamos
en los tiempos que los profetas anunciaron
como futuros. Realizar este proyecto
de Dios es una tarea inaplazable para
los discípulos de Jesús, es decir, para
nosotros.
Hemos de construir la paz en medio de
la violencia. Abogar por el desarme en
medio de la carrera de armamentos.
Ser “servidores” en medio de una sociedad
competitiva. Compartir el pan en
vez de “quitárselo” a otros. Llevar las
cargas de los otros en vez de ponerlas
o aumentarlas. Cambiar el sistema que
genera más pobres y más ricos.
Piensa hoy qué haces tú para construir
día a día, poco a poco este gran “proyecto
de Dios”, un mundo más justo y solidario
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