Señor, protege nuestros sueños, porque
el Sueño es una forma de rezar. Haz que
independientemente de nuestra edad
o circunstancias, seamos capaces de
mantener encendida en el corazón la
llama sagrada de la esperanza y de la
perseverancia.
Y para que eso sea posible, Señor, danos
siempre entusiasmo, porque el entusiasmo
es una forma de rezar, es lo que
nos vincula con el cielo y la tierra, con
los hombres y los niños, y nos dice que
el deseo es importante y merece nuestro
esfuerzo.
Es lo que nos dice que todo es posible,
siempre que estemos totalmente comprometidos
con lo que hacemos. Y para
que eso sea posible, Señor, protégenos,
porque la vida es la única forma que tenemos
de manifestar tu milagro.
Que la tierra siga transformando la semilla
en trigo, que sigamos trasmutando
el trigo en pan. Y eso solo es posible si
tenemos Amor: por lo tanto nunca nos
dejes en la soledad.
Danos siempre tu compañía y la compañía
de los hombres y mujeres que
abrigan dudas, actúan, sueñan, se entusiasman
y viven como si todos los días
estuvieran totalmente dedicados a tu
gloria.
Paolo Coelho
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