Vuelve a leer el texto del evangelio y
mira tu interior:
Tu forma de rezar: ¿es como la del fariseo,
como la del publicano? ¿Cómo rezas?
¿Rezas? ¿Solo rezas?
Tu forma de rezar y de dirigirte a Dios
revela la imagen que tienes de Dios.
¿Quién es Dios para ti? ¿Un Dios cercano
o lejano? ¿Un Dios misericordioso o
un Dios justiciero? ¿Un Dios bonachón o
un Dios bueno? ¿Un Dios autoritario o un
Dios de libertad? ¿Un Dios aislado o un
Dios solidario? ¿Un Dios de los cielos o
un Dios encarnado?
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